«Lleva mucho cuidado y resguárdate», la consigna de Catarroja en plena tormenta

Calles desiertas en Catarroja. Un silencio poco habitual en las últimas dos semanas por todos los rincones del municipio. Sólo el sonido del agua que ha caído durante la mañana de este miércoles rompía la calma absoluta que se respiraba en el ambiente. El Ayuntamiento de Catarroja solicitó durante la tarde noche del martes a todos sus vecinos que no realizasen tareas de limpieza debida a la alerta naranja por precipitaciones que se ha establecido en parte de la provincia. Las recomendaciones solicitaban al pueblo evitar salir de casa salvo cuestiones esenciales. Los ciudadanos, que siguen manchados de barro, han cumplido con los avisos del Consistorio.

No se trataba de una sensación de calma habitual. La calma era tensa. Tensa, porque un vehículo militar ha recorrido las calles del municipio repitiendo por megafonía el mismo mensaje en todo momento: «Las unidades que no estén haciendo labores prioritarias que se resguarden. Continúan los trabajos de desatasco y maquinaria en las calles. Rogamos no hacer desplazamientos innecesarios, salir sólo por motivos esenciales y mantenerse informado en los canales oficiales». Una imagen que hasta hace poco la habríamos visto sólo en películas. Pero es real. La lluvia durante la mañana ha sido muy suave, pero con el alcantarillado tocado la gente teme por ser su pueblo bajo el agua de nuevo.

Con esta situación, la instantánea más habitual era la de palas y rastrillos descansando sobre las fachadas de las viviendas de Catarroja. Hoy sus dueños no han paleado. No era el día. Se debía cumplir con las recomendaciones de las autoridades y así se ha hecho. «Nos dicen que nos quedemos en casa por la alerta. Nos han pedido que no limpiemos hoy, que con las lluvias evitemos estar en la calle», explica una vecina, que añade, «hay que cumplir, tenemos miedo que pueda volver a pasar algo». Miedo. Mucha gente tiene miedo, y es normal. «Lleva mucho cuidado y resguárdate», termina la vecina, que se preocupa por el periodista que ha acudido a la zona para saber cómo está Catarroja.

El temor sobre todo nace porque el alcantarillado está completamente colapsado. En algunas calles se ha podido ver camiones cisterna de Global Omnium -la antigua Aguas de Valencia- tratando de desatascar el sistema subterráneo de canalización de agua. Sin embargo, son muchas las calles que revisar. Hasta ahora en todo el día los pluviómetros de la zona han recogido diez litros por metro cuadrado (l/m2). Una cantidad mínima, y aún así algunas calles ya han mostrado síntomas de inundación, pues las alcantarillas prácticamente no tragan. Imaginen si se concentran 80 l/m2.

A pesar de toda esa falsa sensación de tranquilidad, los vecinos que se animaban a salir a la calle lo han hecho para acudir a comprar algún material que necesitaran, o a recibir las donaciones que efectivos de Policía repartían por los barrios. Alguna compra o recado necesario, y de vuelta a casa. Mientras tanto, los cuerpos y fuerzas de seguridad y emergencias han continuado con la labor de limpieza de las calles que todavía hoy presentan las graves consecuencias de la riada del 29 de octubre. Bomberos achicando garajes, militares con rastrillo empujando la suciedad y maquinaria pesada recogiendo toneladas de escombros, barro, o los litros de agua que se empiezan a acumular en algunas esquinas.

El episodio de DANA se va a extender como mínimo hasta mañana jueves. El Centro de Coordinación Integrado de Emergencias (CECOPI) ya ha restringido la movilidad de vehículos privados entre la tarde de hoy y la jornada de mañana por la alerta naranja de lluvias. Además, por ese mismo motivo se han suspendido los viajes de los autobuses lanzadera que sustituyen a los trenes de cercanías de Renfe. Estos días se llevan a cabo todas las medidas de precaución posibles. Catarroja está muy afectado por las inundaciones del pasado 29 de octubre y un nuevo día de lluvias persistentes de gran intensidad podría ser como meter el dedo en la llaga.

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