

Secciones
Servicios
Destacamos
Parece el argumento de una película de terror. María vivía en una residencia de la provincia de Valencia debido a su avanzado alzhéimer, que ... le impedía valerse por sí misma. La mujer no podía hablar, caminar o comer de manera autónoma. Dependía completamente de terceras personas para seguir con su vida cotidiana. María ni siquiera era consciente de lo que ocurría a su alrededor. Y esta es la baza de la que se valió Carlos, un auxiliar de enfermería empleado en la residencia de tercera edad donde ella vivía, para presuntamente agredirla sexualmente durante cuatro años, de 2015 hasta 2019. El acusado se enfrenta a una condena de 9 años de prisión en el juicio que se celebra contra él en la ciudad de la Justicia de Valencia.
Toda una eternidad. En aquellos cuatro largos años, el acusado, presuntamente, aprovechó que María no podía defenderse -ni tampoco era consciente de que la estaban agrediendo sexualmente- para seguir masacrando la integridad física y moral de la mujer. Carlos creía que saldría impune. Estaba abusando de una persona vulnerable sin capacidad de reacción y, mucho menos, de pedir ayuda.
Pero con lo que el auxiliar de enfermería no contaba es con que Ana María, la compañera de habitación de la víctima, no tenía ningún deterioro cognitivo y sabía perfectamente lo que sucedía cuando Carlos entraba a la habitación: «Se la llevaba al baño y cerraba la puerta. Después, se escuchaban gemidos», ha declarado Ana María.
Tanto los peritos que examinaron a la víctima como los propios trabajadores de la residencia sostienen que María no tenía la capacidad, debido al deterioro de su estado mental, de consentir una relación sexual. Un crimen ruin ya no sólo por la tipología del hecho delictivo, si no también por las características de la víctima.
Una de las testigos, que también era trabajadora de la residencia, ha querido prestar declaración detrás de un biombo para no verse cara a cara con el acusado. La auxiliar de enfermería llegó al centro en 2018 y se fue un año después, cuando conoció lo que estaba sucediendo, y tras presentar la denuncia. «Un compañero me dijo que Carlos se había llevado a María para violarla y me preguntó si era en serio que no me había enterado», ha contado profundamente horrorizada. Trató de hablarlo con sus otras compañeras para ver si ellas también sabían que se estaban produciendo agresiones sexuales, a lo que ha asegurado que le respondieron: «Si el día 1 tienes el bolsillo lleno, cállate».
En el instante en el que se enteró, fue en busca de la víctima. Según ha recalcado en su testimonio, era la hora de la cena y ni María ni Carlos estaban en el comedor. Fue a mirar en los cambiadores y en los cuartos de baño y no había ni rastro de ninguno de los dos. «Entonces fui a la habitación de María e intenté abrir, pero estaba cerrada con llave y nadie contestaba». Según esta testigo, las habitaciones del centro residencial para personas de tercera edad nunca se cerraban con llave. Una afirmación que el resto de trabajadores de la residencia, que han alegado que no sabían nada de lo sucedido, han contradicho asegurando que era un método habitual cuando el paciente salía de la estancia.
A María no se le pudo tomar declaración dado que falleció a los 60 años en septiembre de 2021 por la grave enfermedad degenerativa que padecía, pero su familia sigue luchando por ella. Cuando la Policía y la Guardia Civil les comunicó que estaban investigando un caso de abusos sexuales contra su madre, la sacaron inmediatamente de la residencia. Además, su hijo ha mantenido que en el centro quisieron tapar en todo momento lo que estaba ocurriendo, sin informarles y después diciendo que había sido otra de las personas internas en lugar de un trabajador.
A pesar de que la víctima no pudiera comunicarse, sabía que en aquel lugar no estaba bien. «En una semana engordó nueve kilos», ha contado su hijo. Además, en su interior tenía grabadas las heridas de lo que le habían hecho. Según ha relatado su hijo, cuando se acercaba alguien del sexo masculino María se agitaba e incomodaba. El juicio contra el auxiliar de enfermería acusado de un delito de abusos sexuales continuados proseguirá el 18 de abril en la sección cuarta de la Ciudad de la Justicia de Valencia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Santander, capital de tejedoras
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.