«La lluvia es buena para las vides, pero estoy sufriendo por si graniza»

Aurelio Avellá, un agricultor con terrenos en el Pla de Llíber, mira con preocupación al cielo. Las precipitaciones que tanto están afectando a muchos cultivos resultan beneficiosas para las cepas tras la sequía de los últimos años, pero no está tranquilo. «La lluvia es buena para las vides, pero estoy sufriendo por si graniza», comenta este martes con cierto desasosiego, especialmente tras el pedrisco caído el lunes en Benigembla o Benitatxell, de pequeñas dimensiones, o en otros puntos de la Comunitat, donde sí ha causado daños.

Los agricultores están nerviosos y les cuesta dormir estos días. Según reconoce, “vamos a sufrir hasta que pase el temporal”. El sol empieza a asomar, aunque la tierra está mojada por las lluvias de esta primavera que tanto han agradecido las raíces.

Las máquinas no pueden entrar a labrar. Esta situación hace que empiecen a proliferar las hierbas alrededor de las vides y eso no es bueno porque producen hongos. Así que le va a tocar quitarlas “manualmente con la desbrozadora”. La maquinaria con la que se echa el herbicida tampoco puede acceder al campo, por lo que realizará la tarea a mano. Hará todo lo posible para evitar el exceso de humedad y que las plagas como el mildiu o el oídio ataquen a sus plantas.

Al no haber podido arar, a Aurelio ahora le toca destapar con las manos los montones de tierra que cubren las cepas plantadas este año y que se habían tapado para evitar que se helaran. Con este tiempo están paradas, han crecido poco. Algunas apenas sobresalen un dos o tres dedos al quitar el montón. Según explica, eso se debe al frío y a la humedad.

En cuanto a las cepas más grandes, a estas alturas ya estaría desmondando, aclarando los sarmientos y quitando algunas hojas para dejar los que quiere que tiren con fuerza, los que serán más productivos. Esta labor también se está retrasando por culpa de las actuales condiciones climáticas.

Sin embargo, este agricultor de Llíber confía en que pronto mejorará el tiempo y que la cosecha será buena. Si todo va bien podría cosechar cerca de 1.000 kilos de uva por hanegada.

José Juan Reus, vicepresidente de Asaja Alicante y presidente de la DOP Vinos Alicante, también ha incidido en que la Marina Alta, en concreto la zona de viñedos, “tenía mucha falta de agua” y estas lluvias están resultando beneficiosas. Y en cuanto se marche el temporal se podrán tratar con fungicidas para evitar cualquier plaga derivada de la humedad.

En las comarcas del norte de Alicante se espera una reducción del 50 % en la cosecha de la cereza para esta campaña. Es la estimación que hace Hilario Calabuig, presidente de la Indicación Geográfica Protegida de las Cerezas de la Montaña de Alicante, que aglutina los cultivos del Comtat, y la Marina Alta, pero también de manera tangencial los del l'Alcoià y l'Alt Vinalopó.

Si en condiciones normales la cosecha suele ser de unos 4 millones de kilos, el temporal de las últimas semanas hará que probablemente la cifra de este año se encuentre por debajo de los 2 millones. Calabuig recuerda que esta coyuntura no es nueva, y que las malas cosechas se llevan repitiendo desde hace cuatro años.

Las frecuentes precipitaciones también han provocado que la cosecha se vaya a iniciar, como mínimo, con 15 días de retraso. “De los últimos 60 días hemos tenido cerca de 40 con lluvias, eso hace que el árbol no funcione con normalidad; está desequilibrado por haber recibido tan poca insolación”, afirma Calabuig.

El caso de la aceituna es muy similar. Ismael Blasco, presidente del Grup d'Interés del Comtat Viu, alerta de que la humedad continuada provoca la aparición del Repilo, un patógeno fúngico que origina la conocida mancha de la hoja de olivo, y cuya principal consecuencia es la defoliación precoz.

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