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La situación hídrica en la demarcación del Júcar está volviendo a la normalidad después de que el año hidrológico pasado (el 2023-2024) fuera ... muy seco. Las lluvias que han dejado notar durante este otoño e invierno han permitido que los pantanos vuelvan a niveles más normales en esta época y ha alejado la sombra de la sequía. En este sentido, se pronunciaba José Soria, presidente de los regantes del Turia: «Tenemos agua suficiente para todo el año si la administramos bien».
La situación ha permitido que prácticamente todas las unidades de la demarcación abandonen la situación emergencia por sequía en la que se encontraban muchas de ellas, según los datos que maneja la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). De esta forma, al principio del año hidrológico las demarcaciones del Cenia-Maestrazgo, Palancia-Los Valles, Marina Alta y Marina Baja se encontraban en emergencia por la falta de agua. Ahora todas, salvo la Marina Baja, se han recuperado y ha permitido que zonas como la Cenia vuelvan a la normalidad.
Las lluvias han acompañado durante la primera mitad del año hidrológico. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), si el otoño y el invierno han sido lluviosos, también lo está siendo el inicio de la primavera. El mes de marzo ha acumulado una precipitación acumulada de la precipitación acumulada de 174,9 litros por metro cuadrado, que multiplica por 3,6 al del valor del promedio climático del periodo 1991-2020 (48,7 l/m2). Ha sido el segundo mes de marzo más húmedo desde, al menos, 1950, tras marzo de 2022.
Las precipitaciones han sido persistentes y generalizadas durante las tres primeras semanas del mes, aunque han destaco los registros de la primera semana y de los días 17 y 18. Con respecto al valor normal en cada punto, el mes se califica como muy húmedo en el 60 % del territorio, húmedo en el 4 %, que se corresponde con zonas del litoral y extremadamente húmedo en el 36 %.
Los máximos acumulados de precipitación en el mes se registraron en Benissili (la Vall de Gallinera), con 558.7 litros por metro cuadrado, también se han superado los 400 litros en otros observatorios del interior y de sierras litorales de Valencia, norte de Alicante y Castellón, informa Aemet.
Estas precipitaciones han alejado el fantasma de la sequía que especialmente el verano pasado amenazaba a zonas del interior de las provincias de Valencia y Castellón. La falta de agua llegó a tal extremo que hizo necesaria llevar camiones cuba para dar beber al ganado y se sacrificaran animales. También provocó la pérdida de numerosas cosechas, entre ellas el del cereal de secano por la ausencia de lluvias.
Las comisiones de desembalse de la Confederación se van a celebrar durante toda la semana. En ellas se espera que se retiren todas las restricciones al riego que afectaban a diversas zonas de la demarcación. Los regantes del Turia consideran que se volverá a la normalidad y se retirarán las reducciones en el regadío. El presidente de los regantes del Turia se mostraba convencido que así será porque en estos momentos tienen el agua garantizada. En este sistema, las restricciones son hasta el momento del 15% en los regadíos tradicionales y del 20% en los modernizados.
En la misma línea, se ha pronunciado el presidente de los regantes valencianos, Pascual Broch, quien ha confirmado la vuelta a la normalidad de muchas de partes del territorio valenciano. La zona de Cénia-Maestrazgo, que en septiembre estaba en emergencia, ha vuelto a la normalidad. El sistema Palancia-Los Valles, también en emergencia, está en prealerta y la Marina Alta,en Alerta. Sólo la Marina Baja se ha quedado en situación de emergencia.
Mientras, los pantanos continúan su línea ascendente. Según los datos de la Confederación, la última semana las reservas han crecido en 25 hectómetros cúbicos y han llegado a un total de 1.759 hectómetros almacenados en los embalses de la demarcación del Júcar que en estos momentos se encuentran al 62% de su capacidad cuando hace un año estaban al 56,6%.
Aunque las cifras globales del año pasado señalaban que los embalses del Júcar superaban el 56%, había sistemas donde la situación era acuciante. Entre ellos se encontraba el Turia donde las necesidades de agua eran importantes y hubo que imponer restricciones.
En la actualidad, los pantanos de Alarcón y Contreras se encuentran al 65 y 74%, respectivamente. Tous está casi al 52% y Benagéber en el Turia está por encima del 67%.
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