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A Lucas Rivera (6 de junio de 1997, Valencia) nadie le ha regalado nada. Estudió Derecho pero desde pequeño tenía claro que su sueño era ... dedicarse a la cocina. Gran culpa de ello la tiene su abuela, quien le inculcó esa pasión por los fogones. Por ello, una vez terminado su grado, decidió centrarse en formarse en la gastronomía y realizó el prestigioso máster del Basque Culinary Center. Tras pasar por varios destacados restaurantes, su vida laboral dio un giro de 180 grados este verano cuando recibió una oferta para convertirse en chef privado de Pape Gueye, futbolista fichado por el Villarreal esta temporada.
Hasta llegar ahí, este joven valenciano de 27 años ha ido creciendo gracias a sus diversas experiencias laborales: «Estudio Derecho por causas familiares ya que me obligan a realizar una carrera antes que cocina. Después empiezo mis pinitos en el mundo de la cocina trabajando en un restaurante llamado 'Tributo' en Valencia», destaca.
Por amor, Lucas se marcha a San Sebastián y trabaja allí en dos restaurantes hasta que vuelve a Valencia y tiene la oportunidad de ser chef en 'La Principal', uno de los restaurantes más reconocidos de la ciudad. Pero para él la formación siempre ha sido importante, por lo que decide hacer las maletas hacia San Sebastián de nuevo para comenzar un máster en cocina técnica y producto en el Basque Culinary Center. Allí coincidió por ejemplo con Verónica, finalista de 'MasterChef' y con la que ha llegado a entablar una bonita amistad. «Hago mis prácticas en 'Quintonil', uno de los mejores restaurantes del mundo en México y después en 'Karak' de Rakel Cernicharo, en Valencia. Mi última experiencia fue como jefe de cocina en 'Oganyo'», explica.
Este verano, descansando en un chiringuito en la playa junto a sus amigos, aparece una gran opción para continuar su carrera: «La oportunidad de ser chef privado de futbolistas surge este verano, un 20 de agosto cuando estaba de vacaciones. Me llama un jugador de fútbol que está en Portugal, amigo mío, y me comenta que si me interesa este puesto de trabajo. Se pone en contacto conmigo el representante de una agencia de futbolitas y me pregunta si estoy interesado en ser cocinero de un jugador del Villarreal».
Pape Gueye aterriza en el Villarreal en julio libre y procedente del Olympique de Marsella, siendo una petición de Marcelino, que lo conoce de su efímera etapa en el conjunto francés. Y Lucas se pone manos a la obra para ser su chef privado, desplazándose todas las tardes a su casa para diseñar y cocinar su menú.
Pero, ¿cómo trabaja un chef privado?: «Me despierto a las 9:00 de la mañana y lo primero que hago es hablar con él y con el nutricionista que tengo para ver qué es lo que puedo plantearle como cena. Voy a comprar por la mañana al mercado para tener el producto fresco y llego a su casa aproximadamente sobre las 17:00-17:30 horas. Cocino y alrededor de las 20:00 cena. Intento conversar con él o lo que se sienta más cómodo», detalla.
Lucas aclara que no tiene que llegar a ningún acuerdo con el Villarreal para desarrollar el plan nutricional de Gueye: «No sigo ninguna directriz ya que ellos le preparan el desayuno y la comida. Yo intento hacer cenas que estén acordes a su plan de entrenamiento. Mucha verdura, fruta, pescado, alguna vez carne. En ocasiones especiales me pide platos como el 'Yassa Poulet' (plato senegalés) o comer alguna comida más apetecible para el jugador en días marcados».
En cualquier caso, hay una serie de restricciones que debe seguir: «Con Pape hay que tener en cuenta que es musulmán y la carne tiene que ser halal, tampoco puede beber alcohol. Es fundamental saber sus gustos, por ejemplo no le gusta el calamar. Hay que tratar que esté cómodo». Lucas también valora la excepcional actitud del futbolista con él: «Es una persona diez conmigo. Es servicial, amable, simpático y siempre está dispuesto a ayudarme en todo. Creo que así es mucho más fácil trabajar cuando te lo ponen todo tan sencillo. Para mí es una suerte que me haya tocado estar con él y le deseo muchos éxitos personales y profesionales. Gracias a la educación que he tenido en el colegio El Pilar y tener los valores que me han dado la relación es magnífica».
Lucas no se detiene y es ambicioso con su futuro: «Mi objetivo es crear una empresa dedicada a la cocina privada con futbolistas. Creo que es un mundo por explorar y donde también es importante el trato personal y saber entender los gustos de cada jugador».
Todo ello sin dejar de lado la posibilidad de abrir un su propio restaurante más adelante: «Otra de mis metas es tener un restaurante y eso nunca lo voy a apartar. Sigo teniendo unas ganas terribles de lograrlo y estoy seguro de que lo conseguiré junto a mi hermano, que también es cocinero».
Por último, busca crecer en redes sociales, consciente de la trascendencia que tienen actualmente: «Quiero crecer en redes sociales, profesionalizarlas. Estoy aprendiendo gracias a Verónica y María (compañeras de su máster y concursantes de 'MasterChef') lo que me están tratando de enseñar. Intento poco a poco crear contenido y que vaya ganando más visibilidad. Me gusta que la gente pueda ver lo que estoy realizando».
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