Herbés. Vista general de la población. Txema Rodríguez

La lucha de un centenar de pueblos valencianos por no desaparecer

El Banco de España alerta sobre la despoblación que afecta al 17,3% de los municipios de la Comunitat. Estos han perdido el 16,6% de vecinos en sólo 17 años y tienen una tasa de dependencia que supera la mitad de la población

Juan Sanchis

Valencia

Sábado, 29 de mayo 2021, 00:51

Puede que sean 224, 171 o 94 municipios. Casi da igual. Depende del organismo que haya realizado el informe para que en la lista aparezcan algunas localidades más o menos. Pero la realidad es que la despoblación es un fenómeno que afecta a ... numerosas autonomías. Aunque parece un problema circunscrito a comunidades como Aragón, las dos castillas o Extremadura, la Comunitat no es ajena al proceso que está dejando deshabitados amplios territorios, especialmente en las provincias del interior de España.

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Hace unos días el Banco de España publicaba su informe anual 2020 en el que dedica un amplio capítulo a analizar la distribución territorial de la población española. Las conclusiones confirman que el país se enfrenta a un proceso de abandono del interior que es mucho más intenso que en el resto de la Unión Europea.

3.403 municipios, el 42% del total, sufre el riesgo de la despoblación, unas cifras que sólo países como Finlandia, Letonia o Estonia llegan a superar. La Comunitat no es la autonomía con los peores indicadores pero el Banco de España ha identificado 94 poblaciones valencianas afectadas por el proceso, el 17,3%. La cifra de municipios señalados por el regulador es inferior a la que maneja el Consejo Económico y Social valenciano (171) o a las 224 poblaciones con menos de 1.000 habitantes que son el objetivo de la Agenda Valenciana Antidespoblament. Pero el problema es bien visible.

Estas 94 poblaciones han perdido el 16,6% de la población entre 2001 y 2018. Todas ellas suman 41.362 habitantes, lo que supone el 0,8% del censo valenciano. La tasa de dependencia, además, es superior al 60%.

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Uno de los factores que caracteriza el fenómeno es que la población se ha concentrado en pocas áreas, especialmente en el litoral y en las grandes urbes. En la caso de la Comunitat, el 80% de los habitantes reside en el 20% del territorio. Y el proceso continúa en marcha. En cualquier caso, según destaca el informe, se trata de una tendencia global que caracteriza a los países más avanzados donde ocho de cada diez habitantes habita en una urbe.

El fenómeno comenzó en la década de los cincuenta del siglo pasado con el gran éxodo del campo a la ciudad y culminó en torno a 1990. En los últimos años el problema se ha caracterizado por el envejecimiento que sufren los residentes de estas localidades de interior con el consiguiente escaso crecimiento vegetativo.

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Uno de los problemas que ha conllevado el abandono de estas poblaciones, según el Banco de España, ha sido el peor acceso a los servicios para los habitantes del mundo rural. Basta un ejemplo. Un ciudadano de una localidad en riesgo de despoblación debe recorrer 22,5 kilómetros para cumplimentar sus necesidades frente a los algo más de dos de un residente en una ciudad.

Además, el proceso conlleva problemas en todos los ámbitos. La despoblación puede favorecer incendios forestales o incluso la superpoblación de algunas especies y la desaparición de otras.

El Banco de España propone soluciones que pasan por el aprovechar las oportunidades que ofrecen actividades ahora en boga como el turismo rural, las energías alternativas y el teletrabajo que se ha disparado como consecuencia de la pandemia.

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La lucha contra la despoblación ha sido uno de los leitmotiv del Botànic, pero todavía con frutos escasos. El presidente Ximo Puig anunció en 2019 una inversión de 240 millones en ayudas a 140 municipios hasta 2023 que aún no se han materializado.

En agosto de 2019, la estrategia dio un nuevo giro con la creación de la dirección general de la Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant) que está siendo la encargada de articular los programas. Este año, según señaló la titular de Avant, Jeanette Segarra, el Fondo de Cooperación Municipal cuenta con 3,3 millones destinados a 154 poblaciones con alto riesgo de despoblación. Se trata de ayudas finalistas que cada localidad decide en qué emplear.

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La dirección general ha vuelto a lanzar este año el programa para instalar cajeros automáticos en 136 localidades. Se trata de un proyecto anunciado en 2019 y que se retrasó por la pandemia, según Segarra, pero que culminará en julio con el inicio de la instalación de estos dispositivos a partir del convenio con dos entidades bancarias y otras cuatro asimiladas.

El informe del Banco de España destaca precisamente como uno de los problemas del mundo rural la carencia de entidades bancarias ya que no hay ninguna en el 59% de estos municipios.

«Hemos puesto en marcha la Agenda 20/30 que marcará las acciones en la próxima década. La lucha contra la despoblación es a largo plazo y tenemos que ir paso a paso», explicó la responsable de Avant.

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Uno de los programas con mejor acogida ha sido el Reviu. Un centenar de municipios de las tres provincias se han adherido a una iniciativa que promueve la instalación de familias en alguna de estas localidades con un doble objetivo. Por un lado, recuperar alguna actividad y, por otro, repoblar el interior. Jeanette Segarra destacó que las dos características básicas para los que quieran ser incluidos en el programa son ser emprendedores y tener hijos.

A través de este programa, que se ha puesto en marcha en colaboración con la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), son ya un total de 14 familias las que se han instalado en las localidades de Almedíjar (tres familias), Cirat (dos), Cinctorres (una), Vall d'Almonacid (una), Fageca (una), Matet (una), Algimia de Almonacid (una) y Argelita (una).

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Fageca. Un supermercado ambulante atiende a los vecinos. Txema Rodríguez

Como señala el Banco de España, habría que aprovechar el auge del teletrabajo para facilitar que la gente vuelva al mundo rural. En esta línea, a través de los planes PEVA del Ministerio de Reto Demográfico, se llevará la fibra óptica a municipios del interior en 2023 ya que ahora, según el regulador, sólo el 5% tiene cobertura de banda ancha.

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Otro de los programas puestos en marcha por Avant y la FVMP es 'Itinerant'. Ha estado funcionado a modo de piloto en el Alto Palancia y en breve comenzará también de forma experimental en la Macomunitat de Comtat-Alcoià y en la Mancomunitat de la Vall d'Albaida.

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El programa supone la búsqueda de profesionales itinerantes para prestar servicios básicos en los diferentes municipios. Es decir, ofrecer a los residentes de estas localidades servicios como podólogos, psicólogos, fisioterapeutas, veterinarios, fontaneros, entre otros, que no están a su alcance con facilidad.

Pero la estrategia de la Generalitat contra la despoblación no está exenta de contradicciones. Es el caso de las trabas que desde Emergencia Climática se pone a las prácticas deportivas en el monte al tiempo que son promocionadas desde Avant o Turismo como una fuente de riqueza para estas poblaciones. A ello se une el abandono en el que han quedado numerosos montes con el consiguiente riesgo de incendios o de superpoblación de algunas especies animales por la ausencia de políticas de gestión.

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Castielfabib. Un pastor ya anciano cuida de su rebaño. Txema Rodríguez

LOS CASOS

Cirat. La llegada de dos familias con el programa Reviu ha permitido reabrir el bar del pueblo. La escuela que estaba cerrada desde hace más de 30 años por falta de niños podrá volver a ponerse en marcha.

Almedíjar. Valentina se ha trasladado con su hijo de ocho años desde Valencia. Es diseñadora gráfica e ilustradora y con su llegada se ha podido reabrir el colegio tras años cerrado.

Fageca. Una familia se ha instalado en la localidad y ha creado una asociación 'Fageca, Espai de Trobada' que gestiona la casa rural y además organiza actividades culturales, lúdicas y formativas.

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Cinctorres. Otra familia se ha instalado en la localidad y ha retomado el bar chiringuito 'Almáciga'. Además, crearán una asociación cultural para organizar actividades en el municipio.

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