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elísabeth rodriguez
Miércoles, 14 de julio 2021, 00:31
Por un lado, esperanza. Por otro, miedo. Estos son los sentimientos encontrados que experimentan los cubanos que residen en Valencia y que ayer salieron a ... la plaza del Ayuntamiento para mostrar su apoyo a los paisanos que se han levantado contra el Gobierno de la isla para protestar contra la escasez de recursos básicos y sanitarios. «Llevábamos mucho tiempo esperando que llegara un momento de cambio, pero no queríamos que fuera de esta manera», cuenta Elvia Cabrales, cubana que reside en Valencia desde el 1994. «Es muy duro, cada vez que hablo de esto no puedo evitar llorar», relata Elvia, con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, mientras intenta encontrar las palabras para explicar lo que está sucediendo en su país.
Al igual que ella, sus compatriotas Nelson de Romero, Ernesto del Valle y Caridad Presilla llevan días en vilo, siguiendo la pista de familiares y amigos. «Estamos haciendo un llamamiento para que nos apoyen los valencianos porque queremos que nos escuche el mundo entero. Lo estos pasando mal. Nuestras familias y amigos están allí. Ayer me llegó un mensaje de mi madre que me decía que estaban bien, hoy no sé cómo estarán», agrega Elvia, que insiste en la necesidad de que la comunidad internacional intervenga.
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Según cuenta, la situación en Cuba se ha vuelto insostenible. «El dictador manda a civiles a enfrentarse a civiles, es una guerra civil aunque no lo llamen así. La gente protesta porque no puede más contra la precariedad y la pobreza y el Gobierno se escuda en el bloqueo internacional que no ha sabido gestionar», afirma.
Nelson no puede evitar dejarse llevar por la indignación y la rabia. «Esto ha explotado ahora porque está muriendo gente en la calle. España no quiere actuar porque tiene miedo de que Cuba cierre los hoteles españoles que hay allí. Pero eso no va a ocurrir. Lo que pedimos es una intervención humanitaria; que manden comida, que monten hospitales de campaña, que envíen ropa, mascarillas...», exclama y añade que «no hay respiradores, no hay camas, no hay medicinas».
Por su parte, Ernesto considera que el virus del Covid-19 ha sido «el catalizador» que ha hecho estallar al pueblo cubano tras 62 años bajo el gobierno castrista. «Estas protestan estallan a raíz de una expansión de la variante Delta. El pueblo pide un corredor humanitario y el Gobierno dice que no lo necesita», explica este ciudadano, que lleva años residiendo en Valencia. A esto, Nelson añade que «se han colapsado todos los sistemas; la educación, la medicina, el transporte, la industria energética y la economía».
Por ello, tanto Ernesto como Nelson insisten en la necesidad de «un pronunciamiento del Gobierno valenciano» y recuerdan la contribución de los cubanos a la sociedad española. «Somos cubanos nacionalizados en España. Tenemos derechos y nos tienen que hacer concesiones. Se tienen que pronunciar», destaca Nelson.
Caridad Presilla también vive presa de la incertidumbre estos días. «Tengo toda mi familia allí. Estoy muy preocupada. No sabemos cómo va a terminar esto. Quisiéramos que todo este esfuerzo no sea en vano y pedimos fuerza para que resistan y que cambie el sistema. Que no se quede como lo de Venezuela. No sólo queremos que acabe el bloqueo, sino el sistema», manifiesta esta mujer, que regenta el restaurante Salsavana, en Ruzada. «Que sepan que no están solos», prosigue.
Más de un centenar de personas se reunieron ayer frente a las puertas del Consistorio y entre sus proclamas de libertad también hubo hueco para la crítica al Consell y al Ejecutivo de Sánchez. «Si Ximo Puig no está aquí, no me representa. Si no está aquí es porque son rojos, pero esto no va de colores», espetó uno de los manifestantes que cogió el megáfono en un momento de la protesta. Además, sonaron otras consignas como «Sí Cuba está en la calle, Valencia también».
Amalia, otras de las manifestantes, destacó que no se trata de un enfrentamiento civil. «No hay turbas enfrentándose. No hay cubanos comunistas ni cubanos anticomunistas. Es un pueblo con hambre que está siendo reprimido y que se ha tirado a la calle y estamos viendo una metodología de represión por parte del Gobierno», indica.
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