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D. GUINDO
Miércoles, 6 de noviembre 2019, 01:31
valencia. El creciente malestar que sufre la plantilla de personal sanitario subrogado por la Conselleria de Sanidad al revertir a la gestión pública el departamento de salud de La Ribera ha cristalizado en la convocatoria de las primeras protestas. Estos profesionales denuncian una batería de incumplimientos de su convenio laboral y lamentan las «desigualdades, e incluso discriminaciones» que sufren frente al resto de personal de la conselleria, según recoge la convocatoria de movilizaciones suscrita por las distintas fuerzas sindicales con representación.
Así las cosas, enfermeros, celadores, médicos y personal de administración de los centros de salud de la comarca y del hospital de Alzira han sido convocados a una concentración a las puertas de las distintas instalaciones sanitarias el próximo viernes y el martes de la semana que viene «por las directrices que está siguiendo la propia dirección de este departamento en cuanto al incumplimiento de nuestro convenio», según reza el escrito. Las quejas de los profesionales tienen que ver con las dificultades que están encontrando en aspectos como la promoción y la movilidad interna, los permisos de formación, la jubilación parcial, los días de libre disposición, el plan de igualdad o la carrera profesional, entre otras. Además, presentan distintas reivindicaciones para evitar desigualdades con el resto del personal de la Conselleria de Sanidad, como son los funcionarios. Así, reclaman una jornada ordinaria como la del resto de la plantilla, el prorrateo de guardias en vacaciones, maternidad y lactancia, la exención de guardias sin aumento de la jornada ordinaria, la hora diaria retribuida de conciliación laboral y familiar, y la baja laboral retribuida en las mismas condiciones del personal de la conselleria. Asimismo, solicitan al departamento liderado por Ana Barceló unos ratios de personal equiparables al de restos de áreas de salud de gestión directa.
La tensión entre estos trabajadores -asumidos por Sanidad como personal laboral a extinguir- y la conselleria arrancó a principios de año, cuando comenzaron las negociaciones del futuro convenio colectivo de este grupo de trabajadores. Sin embargo, en julio el comité de empresa levantó la voz y mostró su «malestar» con la conselleria por la «falta de interlocución», los problemas con las nóminas y la suspensión de la negociación del convenio colectivo «gota que colma el vaso» para los representantes de los trabajadores. El pasado mes todavía se levantó más el tono y el comité dio un ultimátum a Sanidad para reactivar las negociaciones. Dos semanas después -hace unos diez días-, los representantes de estos especialistas denunciaban el «menosprecio» que Sanidad estaba dispensando a la negociación colectiva.
Después de todo ello, la asamblea general celebrada la pasada semana con la plantilla sirvió para poner en común el malestar de los trabajadores ante la situación laboral por la que atraviesan y se empezaron a barajar ya movilizaciones y acciones de protesta. Incluso se planteó la posibilidad de convocar paros entre los sanitarios. De momento, la realidad actual de la plantilla ha desembocado en las primeras concentraciones, aunque todo apunta que las protestas se prolongarán.
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