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Uno de los prototipos de dispositivos GPS que se emplean con los maltratadores. Ángel de Antonio
Más de 4.000 maltratadores de la Comunitat Valenciana no llevan pulsera GPS

Más de 4.000 maltratadores de la Comunitat Valenciana no llevan pulsera GPS

Sólo 129 de los 4.800 vigilados llevan pulsera de seguimiento | Más de la mitad de las víctimas de la Comunitat Valenciana están bajo custodia policial

mar guadalajara

Valencia

Lunes, 22 de octubre 2018, 20:03

Colgado de la muñeca o del tobillo de los agresores, permite registrar su localización a través de una señal GPS. Si el maltratador se aproxima a la posición de la víctima, el dispositivo está programado para avisar, incluso cuando aún no se ha traspasado el perímetro de seguridad. Ellas, las víctimas, también llevan un pequeño aparato del tamaño de un teléfono móvil, para poder emitir su propia señal en caso de estar en peligro. Son pulseras de protección que permiten detectar los incumplimientos de las medidas de alejamiento adoptadas por los jueces, pero sólo 129 de los 4.800 maltratadores cuyas víctimas son vigiladas por las Fuerzas de Seguridad las llevan.

Más de 8.000 mujeres sufren violencia de género en la Comunitat y más de la mitad requieren de protección policial. Hay 4.803 maltratadores considerados 'de riesgo' para las víctimas, pero de ellos sólo 129 llevan pulseras de seguimiento, la medida de más férreo control. Mientras, las cifras de víctimas no dejan de crecer en lo que va de año. 40 mujeres han muerto ya en España en 2018. En la Comunitat han aumentado en 600 los casos con protección desde enero, según datos del Sistema de Seguimiento Integral de Violencia de Género del Ministerio del Interior.

La Comunitat es la tercera región con más pulseras tras Andalucía y Madrid

Los sistemas de protección son el único camino para evitar más asesinadas. Además de la protección policial se ponen en funcionamiento otros métodos que garantizan la seguridad de las afectadas. Las pulseras antimaltrato son otro de ellos. El seguimiento telemático de estos dispositivos corre a cargo del Centro de Control de Medidas Telemáticas de Alejamiento (Cometa). A través de un programa informático se encarga de recoger la ubicación de los implicados vía GPS y de activar, en caso de que fuera necesario, los recursos humanos y materiales para evitar un suceso de gravedad.

El 13% de los brazaletes telemáticos activos en España están en la Comunitat, la tercera autonomía con más dispositivos de seguimiento, después de Andalucía (29%) y Madrid (18%). Pero la valenciana es también una de las regiones en las que se registran anualmente más casos de violencia de género.

La vida de 2.000 mujeres depende de un botón

La vida de 2.444 mujeres de la Comunitat depende de un botón. Atempro es el sistema de emergencia que acompaña a las víctimas de violencia de género al poner un pie en la calle. Como una llamada de emergencia, activa los medios necesarios para evitar consecuencias graves, el cordón del que tiran para desplegar su salvavidas 1.352 mujeres en Valencia, 765 en Alicante, y otra 372 en Castellón. Pueden recurrir a él en cualquier momento (24 horas). La Comunitat está a la cabeza en número de usuarias de este servicio.

El primer paso para poner en marcha los protocolos de ayuda lo tienen que dar las víctimas; los agentes sociales y de seguridad recomiendan llamar al teléfono de atención 24 horas, el 016. La Comunitat es la cuarta región que más llamadas al año registra (11%), por detrás de Madrid (22%), Andalucía (17%) y Cataluña (12%).

Hasta el último mes, en el 2018 se han registrado 85.668 llamadas en la Comunitat, de las que 3.947 las hicieron las víctimas, aunque las afectadas no siempre reúnen las fuerzas necesarias para pedir ayuda y denunciar la situación en la que viven. La mayoría de las mujeres que están siendo objeto de malos tratos no denuncian por miedo a su agresor. Solo el 4% de las denuncias son presentadas directamente por la víctima en la Comunitat, según datos de Interior. El 49,7% se interpusieron a través de atestados policiales con denuncia de la víctima, seguidas de un 26% tras atestados policiales por intervención directa de la policía. El 15%, a través partes de lesiones.

Sólo el 4% de los casos de malos tratos son denunciados por las propias víctimas

Con el 'decretazo' al Pacto de Estado contra la Violencia de Género del gobierno de Pedro Sánchez, desde ahora no será necesario que la víctima denuncie para que se activen todos estos servicios de protección. Según el real decreto aprobado el pasado mes de agosto por el Consejo de Ministros para modificar la Ley de Bases del Régimen Local, la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género y el Código Civil, las víctimas de violencia de género no tendrán la obligación de declarar contra sus agresores para recibir protección social y jurídica y dispondrán de otras posibilidades, además de la sentencia firme, para acreditar su condición de maltratadas.

Este cambio de ley aprobado por el Gobierno otorga competencias a los Ayuntamientos para la lucha contra el maltrato, lo que deja en manos de los consistorios la tarea de evitar que las cifras de víctimas sigan aumentando.

Dispositivos obsoletos con una década de uso

Los actuales brazaletes de seguimiento activos llevan en marcha desde 2009 y funcionan con tecnología obsoleta que emite las señales a través de 2G y 3G. En más de una década no se han modificado ni renovado, llegando a ocasionar algunos errores graves en el servicio de protección de víctimas de violencia de género. En estos momentos hay activos 1.108 brazaletes de los 3.000 disponibles en España; no se encuentran a pleno rendimiento porque debido a los fallos en la señal y a las molestias que ocasionan a las afectadas, además de que ni abogados ni fiscales están solicitando esta medida de protección.

Las empresas españolas tampoco han querido arriesgarse a hacerse cargo de un sistema con tantos problemas tecnológicos y que afectaba directamente a la vida de víctimas en situación de vulnerabilidad.

El Gobierno anterior convocó en de octubre del año pasado un concurso público para renovar esta gestión. Telefónica se ha hecho adjudicataria del servicio este mes. Un año después, la empresa española será la encargada de modificar el funcionamiento para evitar más falsas alarmas.

Ahora el Gobierno de Sánchez se esfuerza por despejar toda sombra de duda sobre estos dispositivos. La delegada del gobierno para la Violencia de Género, Pilar Llop, aseguró la semana pasada en rueda de prensa que existe la posibilidad de aumentar el número de agresores vigilados con pulseras telemáticas. Llop animó a los jueces a solicitar esta medida para incrementar su ratio de aplicación.

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