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Cuando los niños son las víctimas

El maltrato a los hijos aumenta con una decena de casos a la semana en la Comunitat

Daniel Guindo

Valencia

Sábado, 29 de septiembre 2018, 01:07

Son los bienes más preciados de la sociedad, la base sobre la que se asentará el futuro y el legado más valioso que dejan los progenitores. Pero, pese a ello, los niños no están completamente protegidos, especialmente en el ámbito familiar, donde el maltrato, tanto físico como psicológico o negligente, está a la orden del día. Y lo que se ve, aquello que aparece en los medios de comunicación e indigna a la mayor parte de la sociedad, sólo es una pequeña parte, una muestra de una realidad escondida, oculta, que urge sacar a la luz y para la que hace falta una legislación específica. Así lo cree el director territorial de Save the Children en la Comunitat, Rodrigo Hernández, quien asegura que los casos que se denuncian de malos tratos sobre los más pequeños de la casa «podrían ser sólo la punta del iceberg, ya que lamentablemente se trata de una situación muy normalizada, en la que la culpa o la vergüenza hacen muy difícil que los niños se atrevan a denunciar». De esta forma, el papel de los docentes, de los técnicos de los servicios sociales y del personal sanitario cobra una importancia capital en la detección de situaciones de este tipo.

Casos como el de las dos niñas de Castellón asesinadas por su padre este mismo martes, o el del pequeño de dos años de Elx que murió la pasada semana, supuestamente, como consecuencia de las palizas que le propinó su padrastro; o los seis niños de corta edad que, en el último año, han sufrido graves intoxicaciones por drogas por la negligente actuación de sus progenitores suponen algunos de los sucesos más dramáticos, pero lamentablemente no son los únicos.

Situaciones como éstas invitan a la reflexión, pero también las últimas cifras, que apuntan a un incremento de casos de este ámbito. Así, a lo largo del pasado año, según las memorias de las fiscalías provinciales de Alicante, Castellón y Valencia, se contabilizaron hasta 525 menores como víctimas de violencia doméstica en la Comunitat -de media, una decena a la semana-, una cantidad sensiblemente mayor que los 466 registrados el ejercicio anterior. También han aumentado los expedientes de protección abiertos a menores en situación de riesgo -es decir, niños que no tienen garantizado su desarrollo personal, social o educativo por las carencias de su hogar o los conflictos familiares- hasta rozar los 3.000 el pasado ejercicio. Las diligencias previas de los ministerios fiscales autonómicos también se han disparado en el ámbito del abandono de niños o el quebrantamiento de los deberes de custodia, mientras que las denuncias registradas de malos tratos a los menores rozan ya las 800 anuales en la Comunitat, casi el 20% de toda España.

«Urge una ley integral que proteja a los niños vulnerables»

Rodrigo Hernández | Director de 'save the children'

Aún así, la conciencia social no acaba de asumir la problemática. «Todo el mundo condena con rapidez cualquier acto de violencia machista. La violencia contra la infancia debería rechazarse y condenarse con la misma contundencia, aunque muchas veces la sociedad se olvida de estos niños vulnerables», afirma Hernández. «No podemos seguir permitiendo que en nuestro país ningún niño sufra cualquier tipo de violencia, precisamente, en el lugar donde deberían estar más protegidos, que es su propio hogar», subraya. De hecho, las cifras hablan por sí solas. Frente al medio millar de niños víctimas de malos tratos en sus propios domicilios se contabilizan más de 21.000 mujeres que sufren violencia de género en la Comunitat.

Los poderes públicos, por su parte, parece que están empezando a abordar el problema. «Aunque desde el Consell se han puesto en marcha medidas que pueden ayudar a mejorar la situación de estos niños, como la futura Ley de Infancia -que se aprobará, presumiblemente, en un mes-, es urgente que salga adelante cuanto antes la ley integral de protección a la infancia frente a cualquier tipo de violencia, que según anunció el Gobierno central se enviará al Congreso de los Diputados para su aprobación el segundo trimestre de 2019», asegura este portavoz de Save the Children.

Hernández, por tanto, insiste en la necesidad de que se establezcan las herramientas necesarias para prevenir el maltrato infantil, una situación que no sólo se refiere a las agresiones que sufren los pequeños por parte de sus progenitores. También se dan malos tratos por negligencia, es decir, por no proporcionar a los hijos la alimentación y los cuidados necesarios, incluso impidiendo que vayan al colegio o dejando a su alcance sustancias estupefacientes que puedan consumir sin querer; psicológicos -humillaciones e insultos-; y hasta abusos sexuales -en 2017 se presentaron 681 denuncias por esta cuestión-.

«El maltrato liquida de raiz las bases del apego seguro»

Salvador almenar | psicólogo y jefe de servicios sociales

Los casos de agresiones o malos tratos infantiles, normalmente, «se detecta en los colegios o en los centros de salud, donde hay protocolos, aunque es necesario incidir en la formación del personal», apunta el director territorial, aunque «todos debemos estar atentos porque todos somos responsables». Para los menores resulta difícil identificar buena parte de los casos de maltrato, especialmente los psicológicos o negligentes y, por tanto, de denunciarlo, puesto que sus progenitores, además, son sus figuras de referencia; de ahí que sea «imprescindible que haya una ley que los ampare y que todos nos movilicemos». «Urge porque la vida de un niño no espera», añade. Esta normativa debe recoger todas las formas de violencia, dotar de recursos a las Administraciones para combatirla y, entre otras cosas, adaptar los procesos judiciales a los más pequeños -por ejemplo, a la hora de que los menores presten declaraciones delante de sus padres-.

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Pero ¿de dónde viene esta violencia?. El reconocido psicólogo y jefe del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Mislata, Salvador Almenar, explica que en la base del maltrato hay un principio genérico, un elemento de carácter cognitivo, de filosofía, respecto a la idea de posesión de los hijos o la pareja, una idea que «atribuye la exclusividad del cuidado de los hijos a los padres, pero de un modo excluyente, en el sentido negativo de 'como los hijos son míos, hago con ellos lo que quiero'». Esto induce también a otro falso mito entre los demás: 'como son sus hijos, no voy a entrar a valorar lo que hace', creencia que es necesario cambiar, puesto que «los padres han creado una vida para que, en compañía de una familia, sea feliz y se desarrolle, no es una posesión exclusiva», agrega.

En esta línea, añade que son varios los factores de riesgo que, cuando se combinan, propician que se registre maltrato infantil. Por ejemplo, factores individuales de los padres -si han sufrido malos tratos en su infancia, presentan trastornos psicológicos o adicciones, o tienen comportamientos muy estrictos-, familiares -desestructuración, sin figuras de apego o autoridad, sin normas de convivencia, conflictos conyugales intensos...-, o sociales -dificultades económicas, aislamiento social...-. «Cuando se combinan, hay posibilidad de que ocurra», advierte. También se da la circunstancia de que hay ciertos perfiles en los niños -conductas difíciles, actitudes oposicionistas permanentes, hiperactividad, discapacidad- que también incrementan el riesgo de que haya maltrato.

Pero, ¿dónde está el límite? Almenar opina que cualquier punición física o verbal es violencia frente a la creencia popular de que 'un azote a tiempo' ayuda en la educación de los hijos. «Cualquier acción de violencia física, aunque sea leve, no es adecuada. Castigo sí, pero nunca físico o humillación verbal», destaca. La razón es que estos golpes o bofetadas provocan «inhibición conductural»; «al final, los niños no responden a los estímulos, prefieren callar, estarse quietos y no ponerse en situaciones de peligro, algo que puede derivar en trastornos psicológicos o de ansiedad», explica.

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Las consecuencias de este maltrato «son brutales»: neurológicas, traumáticas, para el desarrollo cognitivo y físico... Originan depresiones, ansiedad, alteraciones conducturales, extinción de la conducta de afecto -como los niños no saben qué hacer, optan por no responder-; también provocan actitudes de maltrato hacia los compañeros, conductas agresivas, irritabilidad, hiperactividad, retraimiento o retraso escolar. «El maltrato liquida de raíz las bases del apego seguro y, a partir de ahí, cualquier cosa es posible», alerta el especialistas.

Pero, ¿se puede prevenir?. Para ello, el papel de los técnicos de servicios sociales, docentes, sanitarios y agentes de policía es vital. Por un lado existen distintos protocolos de actuación y, por otro, los especialistas municipales del ámbito social detectan posibles situaciones de riesgo bien a través de denuncias anónimas o analizando los casos más delicados. Si es necesario se establece un plan de intervención familiar con el objetivo de evitar que una situación difícil se traduzca en maltrato infantil. «Se trabaja desde una vertiente psicoeducativa con los padres, pero si el menor corre peligro se le separa de su entorno», concluye Almenar.

CASOS DESTACADOS DEL ÚLTIMO AÑO

25-09-2018 | Delito de asesinato

29-12-2017 | Víctima de violencia doméstica

21-04-2018 | Víctima de violencia doméstica

08-05-2018 | Víctima de violencia doméstica

25-04-2017 | Víctima de violencia doméstica

12-09-2018 | Víctimas de negligencias

17-09-2017 | Delito de maltrato y asesinato

01-03-2017 | Delito de abandono

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