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Manifiesto por la Albufera

El 20 de junio del año pasado, el Oceanogràfic acogió la firma del texto que más de un centenar de entidades y personalidades de la sociedad valenciana sellaron en favor del parque natural

Jorge Alacid

Domingo, 2 de febrero 2025, 00:35

El 20 de junio del año pasado, el Oceanogràfic acogió la firma del manifiesto que más de un centenar de entidades y personalidades de la sociedad valenciana sellaron en favor de la Albufera. Fue la culminación de una iniciativa emprendida semanas antes desde LAS PROVINCIAS, cuyo germen se activó a la vista de la falta endémica de acuerdo entre instituciones y particulares para proteger el valioso parque. El documento pretendía recabar a su alrededor un amplio apoyo que salvaguardara de paso a la Albufera de la controversia política: una apuesta por el consenso frente al disenso habitual. A lo largo de los siguientes meses, ese acuerdo de diez puntos se ha sometido a un chequeo que ayudara a radiografiar el grado de cumplimiento, muy desigual ya incluso antes de la dana. La tragedia del 29 de octubre obligó a revisar su contenido a la luz de los cuantiosos daños sufridos por el lago y su entorno pero el espíritu de aquel decálogo sobrevive a la dramática coyuntura. Es un manual de instrucciones para que las generaciones futuras disfruten del humedal y preserven también su condición de depositario del ADN sentimental de Valencia. Un atributo de nuestra identidad. Esos diez punto son los siguientes.

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1. Asegurar un aporte suficiente de agua. Las necesidades más trascendentales de la Albufera exigen un compromiso de todas las administraciones implicadas para asegurar que las aportaciones de agua a la laguna permitan su supervivencia, tanto desde el punto de vista del medio ambiente como de las actividades asociadas.

2. Eliminar los vertidos. Las prácticas industriales y urbanas que se desarrollan en el entorno del parque deben limitarse a lo prescrito en las leyes y demás normas sobre vertidos, mediante el compromiso de las instituciones de perseguir las malas praxis y fomentar una mentalidad respetuosa con las exigencias del parque.

3. Perfeccionar las infraestructuras. La preservación del humedal exige que se ejecuten a la mayor brevedad posible las infraestructuras hidráulicas de modernización, almacenamiento, conducción, depuración y reutilización, incluida la mejora de los canales, que son necesarias para lograr el completo sellado del lago respecto a la contaminación y para garantizar la aportación suficiente de agua de calidad. La renovación del colector Oeste y la construcción de los tanques de tormenta son las prioridades más elementales y necesarias.

4. Protección de las aguas. Combatir las malas prácticas que generan situaciones de falta de oxígeno en el agua del lago, causando mortandad en la fauna piscícola, afectando también a las aves y degradando las condiciones paisajísticas del parque natural, mediante acciones que permitan la preservación y recuperación de la actividad pesquera tradicional, así como el reconocimiento de los derechos de los pescadores.

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5. Adecuación urbanística. Las administraciones competentes, en especial los ayuntamientos implicados en el cuidado del entorno del lago, deben coordinar sus esfuerzos para garantizar un desarrollo urbanístico armónico, que respete la singularidad de cada municipio y fomente una acción común sobre todo el territorio.

6. Armonizar los cultivos. Los arrozales del parque contribuyen a asegurar su pervivencia. Adecuar las técnicas de cultivo del arroz a las exigencias propias del cuidado del lago reclama la cooperación entre la Administración y los agricultores, para compatibilizar las prácticas agrícolas con la preservación del medio natural.

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7. Control de las quemas agrícolas. Coordinar las exigencias de los agricultores en relación a las quemas agrícolas con la atención que merece el medio ambiente y la salubridad de los municipios colindantes, mediante su gradual sustitución por alternativas medioambientales más saludables.

8. Avanzar en la protección. El cuidado de la Albufera compromete a la Administración autonómica a dotar al parque de un marco legislativo pendiente de renovación, que lastra su preservación. El Plan Rector de Uso y Gestión y el Plan de Ordenación de Recursos Naturales son dos herramientas imprescindibles.

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9. Dotación de más personal. La necesaria reforma de la Ley de Espacios Naturales es una prioridad cuya resolución satisfactoria debería definir una figura específica de tutela que refleje la complejidad de la Albufera; permita abordar de forma satisfactoria su gestión; y avanzar hacia un significativo aumento de la actual plantilla del parque. Es urgente dotar de personal suficiente a la Albufera para garantizar su gestión y protección.

10. Mejorar el proceso de selección de los órganos de dirección. Acuerdo para dotar al parque natural de una dirección con estatus de gerente, mejorando el actual proceso de selección para evitar que la plaza se quede desierta y garantice una gestión adecuada y eficaz, que se mantenga en el tiempo.

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