![Marciano Gómez: «No puedo entender que tardemos meses en hacer una prueba diagnóstica»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/08/05/marciano1-RxLQD9wSCq58g4MaLP3sVQJ-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Daniel Guindo
Sábado, 5 de agosto 2023, 23:27
Lleva sólo unas semanas al frente de la Conselleria de Sanidad, pero parecen años. Con las ideas claras y el convencimiento de ser «un servidor público» de los ciudadanos. Pero también con la experiencia que le otorga haber sido una pieza clave del departamento autonómico ... durante cerca de una década en la etapa prebotánico (ocupó cargos de director general y secretario autonómico, entre otros) y de haber dirigido el área de Gestión Clínica Médica del hospital La Fe o ser el jefe de servicio de la Unidad Médica de Corta Estancia durante otros tantos años (por poner un par de ejemplos de su dilatada carrera). Marciano Gómez, en resumen, es un referente tanto en la gestión sanitaria como en la asistencial de la Comunitat. Defiende «llamar a las cosas por su nombre» y sólo distingue entre Atención Primaria y Hospitalaria para huir del desacertado concepto de Atención Especializada, puesto que «todos los médicos que atienden a los ciudadanos en esta comunidad son especialistas, algo de lo que me siento extremadamente orgulloso».
–¿Cómo fue el momento en el que la plantean ser conseller de Sanidad? ¿Qué pensó?
–Es público y notorio que yo estaba muy bien en mi hospital haciendo mi labor asistencial. Tengo cierta relación con el presidente y desde hace un año o año y medio empecé a sumergirme otra vez en el aspecto de la gestión, pero simplemente de forma colaborativa. Yo cada tres meses paso revisiones –sufrió un problema de salud– y es un tema que jamás me había planteado ni por asomo. Al principio eran insinuaciones hasta que, al final, me lo plantean. En primer lugar fue un shock de responsabilidad, porque sé cómo va esto, pero en el fondo es un compromiso personal con el presidente de la Generalitat.
–¿Cómo ha sido el aterrizaje en estos primeros días y en pleno verano, con parte del personal de vacaciones?
–Desde el punto de vista de los funcionarios ha sido un aterrizaje tal y como lo esperaba. A la gran mayoría los conocía, son profesionales como la copa de un pino. Están algunos de vacaciones, pero me he encontrado bien recibido. Desde el punto de vista de la gestión, es harina de otro costal. Nos hemos encontrado ante una situación donde no solamente había los problemas derivados de la propia idiosincrasia de lo que es un gobierno de coalición con mestizaje, sino de enfrentamientos personales de integrantes del mismo partido, que lo que han hecho ha sido enlentecer extraordinariamente lo que era la ejecución, la planificación y, por ende, la puesta en marcha del servicio público para el que estamos aquí. La prueba evidente está en Ontinyent, donde nos encontramos algo que se suponía que tenía que estar acabado en primavera de 2023 y no lo está. Presenta defectos de planificación bastante evidentes como la ausencia de módulos como los quirófanos, la esterilización, etc. Esto es lo que más me ha llamado la atención. Cuando los problemas personales inciden en el servicio que tienen que recibir los ciudadanos es sorprendente.
–Ha anunciado ya que se auditarán todos los departamentos de salud. En función del resultado de la auditoría, ¿podrían prolongarse los contratos? ¿Qué objetivo persigue con esa auditoría?
–Quiero auditar todo el sistema sanitario público valenciano porque quiero saber, exactamente, qué es lo que tiene, cómo está y qué necesito. En mi gestión no va a haber componente ideológico ni político, solamente va a haber el componente de servicio público con esfuerzo, eficiencia y excelencia. En el momento que tengamos la auditoría que, por cierto, no generará ni un euro más de gasto a la sanidad pública valenciana porque será realizada por los funcionarios y el equipo directivo de esta casa, tomaremos las medidas necesarias.
–Con lo cual, las decisiones sobre los departamentos de concesión no será un sí porque sí o un no porque no...
–Evidentemente. Nosotros vamos, en función de la auditoría, a tomar la decisión que pensamos que debemos de tomar con todas las opciones abiertas encima de la mesa. Sí que es cierto que una reversión no se hace en un momento y ahora, con el cambio de gobierno, llevamos dos o tres meses de retraso y la tendríamos que acelerar si saliese esa opción. Y si saliese la otra, siempre sería con prórrogas de un año renovables con un control exhaustivo de los indicadores de actividad, de salud, de satisfacción y todos aquellos indicadores necesarios para tomar la decisión.
–Hablaba de que esta conselleria no tendrá sesgo ideológico. ¿Cómo espera que sea la relación con el sector privado? ¿Considera necesaria la colaboración público-privada?
–Necesaria no, es imprescindible. La prueba evidente es que todos los gobiernos han tenido relación con la sanidad privada porque, al final, no se trata de si sanidad pública o privada, sino de sanidad bien gestionada o mal gestionada. Y hay que decirlo sin ambages y no con la boca pequeña. El gobierno, en la legislatura que acaba de terminar, ha invertido entre 300 y 400 millones de euros en clínicas privadas, bastante más de lo que se había gastado anteriormente. A mí me parece bien si hace falta. Tenemos que utilizar todos los recursos sanitarios y hay que ponerlos a disposición del ciudadano, que es para lo que estamos aquí, no para marcar sectarismos ideológicos. A mí me pareció de dudosa gestión el hecho de que después de un informe de la Sindicatura de Comptes favorable a la permanencia del modelo Alzira, la Conselleria de Sanidad, en aquel momento, dijera que tomaba la decisión por cuestiones ideológicas. Pero mientras yo esté aquí no va a haber ninguna decisión por motivos ideológicos, sino decisiones por motivos de eficiencia, eficacia y servicio al ciudadano.
–¿Qué opina de implantar el requisito lingüístico en la sanidad pública? ¿O que tener títulos de conocimiento de valenciano puntúe más en un concurso de méritos que la formación especializada, por ejemplo?
–Siempre opino que quiero a los mejores. Y en Sanidad quiero a los mejores médicos y no encontrarme con sesgos en los servicios porque el mejor médico, el mejor cirujano o el mejor enfermero no sepa tal o cual idioma. Entiendo que el idioma puede ser un mérito, pero jamás un requisito. Pero siempre quiero al mejor. Porque yo, que he estado enfermo, he querido que me viera y que me operase el mejor. Jamás he preguntado a nadie qué idioma hablaba.
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–Atención Primaria sigue siendo el escalón sanitario que más necesidades presenta, especialmente a la hora de poder agilizar las citas con los médicos de familia. ¿Qué planes tiene para los centros de salud?
–Tenemos tres problemas generalizados en todo el sistema sanitario: Atención Primaria, salud mental y falta de personal. Y a problemas del siglo XXI, soluciones del siglo XXI. Habrá que abordarlos de una forma imaginativa, con nuevos marcos normativos, y con apoyo desde el ministerio. Voy a hacer fuerza en Madrid para que se nos oiga a la Comunitat, porque tenemos que cambiar el marco normativo actual –la Ley General de la Sanidad data de 1986–. Concretamente en Primaria, además del cambio normativo y de la planificación y ordenación del territorio valenciano en función de la cartera de servicios, lo que haremos será la jerarquización de los mismos, con el nombramiento de jefes de sección y servicio por oposición, además de disminuir la burocracia más de lo que ya está. Nos plantearemos medidas imaginativas que lleven a intentar que la demora no vaya más allá de las 48/72 horas, aunque mi objetivo, si puedo, es que al paciente se le vea cuando vaya y que sea atendido. Sé que es difícil, pero el objetivo siempre tiene que ser ese porque, si no, te quedarás atrás.
–Las esperas para contar con una prueba diagnóstica o someterse a una intervención quirúrgica son otros de los males endémicos de la sanidad pública. ¿Qué medidas cree que sería conveniente poner en marcha para reducir estas demoras?
–En Atención Hospitalaria, tras el resultado de la auditoría y con indicadores equiparables a los españoles y europeos, será marcarnos la hoja de ruta de la planificación, la cartera la servicios y, por ende, la estratificación. Actuaremos en consecuencia a esta auditoría y asumiremos los proyectos que de ella se deriven, que con respecto a la lista de espera quirúrgica será sacar el mayor rendimiento quirúrgico posible a nuestros hospitales y, si tenemos que derivar a la sanidad privada, hacerlo. Y hacer especial hincapié en la demora diagnóstica. Yo entiendo que el paciente que está pendiente de una intervención quirúrgica ya sabe lo que tiene, y sabe que es una patología molesta, pero que no compromete su vida. Pero sin embargo, el paciente que está pendiente de una exploración diagnóstica y no sabe qué va a salir de la misma, está inquieto y desasosegado. Y lo más grave, si no sé lo que tiene, no lo puedo tratar; por lo que voy a hacer especial hincapié en las listas de demora diagnóstica. Porque si no sabemos lo que tiene un paciente, no podremos actuar. Y yo no quiero llegar tarde. Entiendo que alguien pueda estar molesto con una patología, pero el paciente ya sabe lo que tiene. Pero lo que no puedo entender es que esté intranquilo porque esté esperando una prueba para llegar a un diagnóstico y que estemos tardando meses. Voy a actuar de una forma rigurosa con esto porque es clave.
–El anterior Consell ha dejado varias obras en marcha, pactos de mejora de las condiciones laborales con los sindicatos y anuncios como la construcción de un nuevo hospital en Paterna que sustituirá al Arnau de Vilanova. ¿Qué planes tiene para estos proyectos?
–En primer lugar vamos a resolver los problemas que tenemos encima de la mesa. Y aquellas decisiones que no se habían tomado en siete años y siete meses de gobierno y se acordaron precipitadamente en los últimos cinco meses –como los pactos suscritos en marzo por el anterior equipo de la conselleria con parte de los sindicatos– vamos a reevaluarlas. El hospital de Castellón se va a hacer, y el Arnau también. En ambos vamos a iniciar los proyectos para hacerlos. El de Castellón en los terrenos que, de hecho, ya se han comprado. Y el Arnau tendremos que reevaluar la ubicación en función del estudio que nos dirá, en base a la ordenación y planificación del mapa sanitario, dónde tiene que estar. En ambos casos se trata de la construcción de un nuevo hospital y de gestión pública. ¿Qué haremos con el edificio donde se ubica el Arnau actual? Se valorará en función de cómo esté arquitectónicamente y de las necesidades que existan. Si es viable, se podría convertir en un hospital sociosanitario, que estamos carentes de camas de crónicos.
–El Botánico trató de consolidar plazas de interinos con una prueba de Enfermería que recibió muchas críticas por su dificultad. ¿Cómo tiene previsto abordar estas situaciones?
–Intentando hacer fija a la gente, pero no dispersar el conocimiento ni deshacer los servicios, sino adaptando las oposiciones, el temario y las preguntas a la vida cotidiana y no haciendo preguntas que poco o nada tienen que ver con el día a día porque todas las personas que vienen a examinarse están trabajando, por lo que están capacitadas para hacer su trabajo y son buenos profesionales.
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