Secciones
Servicios
Destacamos
Joaquín Batista
Valencia
Jueves, 27 de agosto 2020, 14:48
Los alumnos tendrán que utilizar la mascarilla de manera obligatoria en cualquier espacio del centro, incluidas las aulas, a partir de los seis años (1º de Primaria), tal y como confirmó ente jueves la conselleria tras el acuerdo adoptado entre las comunidades y los ministerios de Sanidad y Educación, que contempla una treintena de medidas. En la práctica, el principal cambio de cara a la vuelta a clase en la Comunitat tendrá que ver con este elemento de protección personal, aunque también se hace especial hincapié en la necesidad de controlar a diario la temperatura de alumnos y personal. Respecto a la organización de las aulas nada variará, pues el modelo común tiene mucho que ver con el implantado desde finales de julio en la enseñanza valenciana.
En cuanto al uso obligatorio de la mascarilla en cualquier espacio, no estaba recogido en el protocolo ideado por las consellerias de Educación y Sanidad, si bien se debía utilizar de manera general mientras los estudiantes se desplazaran por zonas comunes, con la excepción de los grupos burbuja y si no se podían garantizar los 1,5 metros de distancia.
Para los patios, únicamente se recomendaba su uso, pero ahora habrá que llevarla. Sólo se exceptuará al alumnado de Infantil y a los menores vulnerables en los que resulte contraproducente y cuenten con una certificación médica. Se trata de un cambio que se estaba estudiando en los últimos días.
En cuanto a la toma de temperatura, el documento establece que afectará a todo el alumnado y el personal y que se hará de manera previa al inicio de la jornada, evitando aglomeraciones en los centros. En la rueda de prensa posterior a la reunión entre ministerios y comunidades, Salvador Illa dijo que la forma de hacerlo dependerá de cada región, ya sea por parte de los padres o en las escuelas. Y Celaá añadió que se hará tanto en el ámbito doméstico como en el escolar.
Desde Educación destacaron que el protocolo valenciano ya recoge que los padres no pueden llevar a sus hijos a clase si presenta síntomas compatibles, entre ellos fiebre (más de 37,5º). Aunque no se diga expresamente, la cautela implica un control diario por parte de las familias. Habrá que esperar a hoy, cuando Vicent Marzà se reúna con los representantes de la comunidad educativa, para saber si se añade alguna precaución adicional en los centros.
Otras medidas llamativas tienen que ver con las actividades no lectivas del profesorado, que en la medida de lo posible serán telemáticas, reduciendo así el tiempo de permanencia en el centro. Afectará especialmente a las reuniones de coordinación de departamentos o ciclos. Algo parecido sucederá con la atención a las familias, que principalmente se realizará por teléfono o correo.
El acuerdo, aceptado por todas las regiones con la excepción del País Vasco, que se abstuvo para estudiarlo, también insiste en la importancia de la ventilación -ventanas abiertas siempre que sea posible-, de la distancia y de la higiene personal. Hasta el punto de que fija la periodicidad en el lavado de manos: al menos cinco veces y siempre antes y después del patio o del comedor, al salir o entrar en el centro y después de ir al baño.
En cuanto a la configuración de las aulas, nada cambia en la Comunitat, donde la reorganización de los espacios se ha dejado prácticamente finiquitada este verano. Hasta 2º de Primaria las clases serán grupos de convivencia estable, burbujas en las que no será necesario garantizar los 1,5 metros, aunque sí se llevará mascarilla salvo en Infantil. Por regla general tendrán 20 alumnos como máximo, aunque se ha contemplado aumentar la ratio hasta 25 si es necesario.
Esta opción, en función de los espacios disponibles, se permite para el resto de cursos. La alternativa, desde 3º a 6º de Primaria, es optar por aulas donde se respeten los 1,5 metros (pupitres incluidos). En este caso el aforo dependerá de la superficie del aula (siempre será menor que la ratio máxima permitida por ley, que es 30) y la decisión organizativa corresponde a los centros en función de sus necesidades.
Por su parte, todo el alumnado de 1.º de la ESO «y un porcentaje muy elevado del resto de niveles» asistirá todos los días a clase en aulas donde regirá la separación de 1,5 metros. Donde no sea posible habrá alternancia entre jornadas presenciales y trabajo en casa. Algunos centros han tenido que utilizar espacios municipales para garantizar la asistencia de sus alumnos. El acuerdo habla de garantizar la máxima presencialidad posible hasta 2º de la ESO, si bien la Conselleria de Educación considera que su planteamiento entra dentro de lo establecido.
Por otro lado, el Ministerio de Educación ha encargado un informe jurídico para analizar cómo proceder en caso de absentismo relacionado con la pandemia que se pondrá a disposición de las autonomías, tal y como explicó ayer Isabel Celaá. «No vamos a hablar todavía de medidas coercitivas, estamos seguros de que las familias van a ser responsables», añadió, si bien insistió en que la escolarización es obligatoria -«hay que ir a clase, dijo»- y en que las medidas aplicadas garantizan la máxima seguridad posible. «Obviamente no existe el riesgo cero, pero la escuela será más segura que otros ámbitos de socialización», subrayó.
El mensaje tiene que ver con la petición de algunas familias de elegir enseñanza presencial o a distancia en función de sus necesidades o preferencias, y más allá del informe jurídico, el absentismo injustificado no es legal y puede derivar en la intervención de los servicios sociales e incluso de la Fiscalía.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.