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La mascarilla, una prenda que hasta hace solo unas semanas estaba limitada al ámbito sanitario, se ha convertido ahora en un elemento habitual para cualquier español por la crisis sanitaria. La Generalitat estudia además la posibilidad de hacer obligatorio su uso como en otras autonomías.
Tras negar en un primer momento que la mascarilla fuera necesaria para frenar el coronavirus, durante la desescalada el Gobierno estableció su obligatoriedad en determinados espacios y si no se podía guardar la distancia de seguridad. Al entrar en marcha estas disposiciones, especialmente en el transporte público, el Ejecutivo comenzó el reparto en diversos puntos.
Hasta el momento, según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, el Gobierno ha repartido 142.458.064 de mascarillas en todo el territorio nacional, según informa El Confidencial Digital, lo que supone que han correspondido a tres por cada ciudadano.
En la Comunitat se han distribuido 6.133.347 de mascarillas para un total de cerca de cinco millones de valencianos. Es decir, cada uno ha recibido 1,2, menos de la mitad que la media estatal. Según los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, a la Comunitat sólo ha llegado el 4,3% de las unidades repartidas por el Gobierno de Pedro Sánchez.
Mientras, Castilla-La Mancha se unía ayer a la decena de comunidades autónomas que ya han hecho obligatorio el uso de la mascarilla. El ejecutivo valenciano, por su parte, sigue manteniendo la puerta abierta a incorporar esta medida, aunque todavía no ha tomado una decisión en firme.
La portavoz del Consell, Mónica Oltra, señaló ayer que todo dependerá de la evolución de la pandemia y apeló a la responsabilidad personal de los valencianos.
Oltra explicó que «si al final se ha de imponer y aplicar medidas coercitivas» para que la gente respete una «cuestión que es de sentido común, que es cuidarte y cuidar a las personas que quieres, se hará».
La vicepresidenta precisó que «sería deseable» que el uso de la mascarilla se hiciera sin necesidad de imponerlo ni de sancionar, porque a su juicio la obligatoriedad «no blinda frente a conductas irresponsables» y hizo una llamada a la «responsabilidad individual» de cada persona en la lucha contra esta pandemia. También recalcó que cualquier decisión que adopte el Gobierno valenciano se hará según los criterios de los las autoridades sanitarias atendiendo a los informes técnicos de los epidemiólogos, y no por motivos económicos o políticos.
Mientras, distintos colectivos están solicitando que se establezca el uso obligatorio de la mascarilla. Los representantes de los colegios de Médicos, Enfermería y Farmacia transmitieron esta petición a la consellera de Sanidad, Ana Barceló, durante una reunión mantenida el pasado jueves.
También desde el PP se ha solicitado al Consell que tome esta medida. Su presidenta, Isabel Bonig, criticó que la actuación del Consell está generando incertidumbre.
La Confederación de Asociaciones vecinales de la Comunidad Valenciana (Cavecova), que reúne a más de 300 asociaciones, exigió ayer el refuerzo de la Atención Primaria y la imposición del uso obligatorio de las mascarillas «en todas las circunstancias, a excepción de aquellas que sanitariamente no sean recomendables».
Por otro lado, la Policía Local de Valencia continúa con su política de poner multas en el caso de que no se cumpla los requisitos para usar mascarilla. Durante el pasado jueves impuso 47 denuncias en cinco horas por no llevar la mascarilla.
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