Asesina a su hijo de 11 años para vengarse de su expareja en Sueca

Según las primeras investigaciones, todo apunta a que el crimen es el modo con el que Antonio ha querido hacer el mayor daño posible a su expareja y madre de la víctima, María Dolores, de 44 años. Sobre él pesaba una orden de alejamiento por unos presuntos malos tratos. Además, este domingo llegó a anunciar a su excompañera: «Voy a amargarte la vida».

Según han descrito vecinos que conocían a José Antonio, la familia había residido en el lugar donde se produjo el homicidio, un primer piso de la calle Rafael Hervás, a menos de 200 metros de la sede de la Policía Local. Los residentes sitúan la ruptura de la pareja en el verano pasado y aseguran que él, trabajador de un almacén de naranjas, «estaba muy deprimido y consumía mucho alcohol». Ella, aunque originaria de Cullera, se había establecido en otro domicilio de Sueca.

Tras la ruptura y denuncia de maltrato, era María Dolores la que había obtenido la custodia sobre el menor por decisión judicial, como confirmaron fuentes de la Guardia Civil que no pudieron precisar, sin embargo, cuál era el régimen regulador de las visitas.

Lo cierto es que este fin de semana el niño estaba con su padre. Fuentes próximas al caso mencionaron que José Antonio había insistido mucho en pasar con su hijo el día de su 11 cumpleaños y, finalmente, la progenitora lo había permitido.

La tragedia comenzó a gestarse cuando, minutos después de las 14 horas, una mujer irrumpió a gritos en la sede de la Policía Local. Era la madre del sospechoso y estaba aterrorizada: «Mi hijo está loco y va a matar a mi nieto, vengan corriendo que lo mata». Casi a la misma hora, la madre del niño alertó al 112. Había acudido a recoger a su hijo y José Antonio no abría la puerta a pesar de su insistencia.

En pocos minutos, la zona se llenó de agentes de la Guardia Civil y policías locales, pertrechados con chalecos de seguridad por si el sospechoso se mostraba violento con ellos. Fueron los primeros los que lograron penetrar en la casa. Inmovilizaron a José Antonio y se toparon de bruces con el horror: el cuerpo sin vida del pequeño yacía con dos puñaladas punzantes en el cuello.

La prioridad fue su auxilio y se requirió una ambulancia urgentemente, pero el personal sanitario sólo pudo confirmar el fallecimiento. Maria Dolores y la abuela del menor sufrieron ataques de ansiedad al conocer el trágico desenlace. La madre del niño tuvo que ser evacuada al Hospital de Alzira. El caso ha quedado ya en manos de agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil y del juzgado de instrucción 3 de Sueca.

La muerte del menor ha sumido Sueca en una honda consternación. El dolor y la condena se ha extendido por el colegio concertado donde estudiaba el niño, Unión Cristiana. Así se expresaba el centro en una carta a las familias: «Las palabras no son suficientes para consolar la tristeza ante la pérdida de nuestro alumno». La pena se extiende por la vecina Cullera, de donde es María Dolores, hermana de un concejal socialista del municipio.

Dimas Vázquez, alcalde de Cullera, expresó su «más absoluta repulsa y condena» ante el asesinato. Confirmó que Sueca todavía no dispone de un punto de encuentro familiar para los encuentros con hijos en medio de rupturas de pareja, «aunque está prevista su próxima apertura el mes que viene en unas instalaciones municipales junto al juzgado de instrucción 4 cuando la conselleria asigne a los funcionarios».