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La ola de calor que estos días ha azotado a España no ha dejado temperaturas tan elevadas como la anterior, cuando en el aeropuerto ... de Valencia se llegó a los 46,8 grados. Pero sí que ha sido la más persistente. Así lo reconoce la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que ha señalado que la actual es la que más duración ha tenido este verano.
Pero después de este episodio, el calor dará una tregua con descensos de temperaturas de hasta diez grados en puntos del interior de la Comunitat. La caída de los valores comenzará hoy sábado y se extenderá a todo el territorio entre el domingo y el lunes. Fuentes de la Agencia señalan que en pocos días las temperaturas pasarán de ser propias de una ola de calor a las habituales de mitad de septiembre. Así, el domingo y lunes serán los días más frescos, con temperaturas medias que no se registraban desde el pasado 13 de junio.
Esta caída de los termómetros puede ir acompañada de lluvias y tormentas durante este fin de semana. Para la tarde del sábado habrá algunos núcleos tormentosos, pero serán más probables el domingo cuando está previsto que haya chubascos y tormentas localmente fuertes o muy fuertes, que podrán ir acompañados de rachas muy fuertes de viento y granizo de tamaño grande.
Las máximas del jueves, día álgido de la cuarta ola de calor del verano, superaron los 40 grados, un hecho que se volvió a repetir ayer en varios puntos de la Comunitat como Xàtiva, donde el termómetro llegó a los 43,3; Carcaixent, 41,4; Villena, 41,2 y Alcoi, 41.
Asociado a esta ola de calor se encuentra el hecho de que las temperaturas mínimas también están siendo muy elevadas dando lugar a lo que se conocen como noches tropicales (aquellas en las que los termómetros no descienden de los 20 grados) o tórridas (cuando el mercurio se mantiene por encima de los 25 grados).
Según los datos de Aemet, las noches tórridas se han multiplicado desde 2015 en Valencia y este año se lleva el récord con 27 hasta el 25 de agosto por encima de las 16 que se registraron en 2022 y 2015.
En cualquier caso, la tendencia a que haya más es evidente. Entre 1940 y 2012 se contabilizaron 49 noches tórridas. En cambio, en el periodo 2015-2023 se han registrado 79, algo menos del doble.
En estos 83 años Valencia ha sufrido 128 noches tórridas y 101 hasta 2022. Mientras que sólo en 2023 se han registrado 27 lo que supone que una de cada tres de las contabilizadas se ha generado a lo largo de este año.
Ya el pasado mes de julio las noches tropicales alcanzaron cifras históricas. En Valencia se contabilizaron 18 jornadas en julio (más de la mitad de los días) en las que los termómetros no bajaron de los 25 grados. Supera así el número contabilizado en 2015 cuando fueron diez noches con estas características. En lo que llevamos de año se han registrado 75, según Aemet.
Por otro lado, en Valencia las noches tórridas son mucho más abundantes que en las otras capitales valencianas. Así, destacan que mientras en Valencia hasta el 25 de agosto se han contabilizado 27, en Alicante ha habido nueve y doce en Castellón.
Aemet explica este fenómeno destacando que las temperaturas en zonas litorales tienen una correlación muy alta con la altitud y la distancia al mar de forma que las zonas altas y más alejadas tienen mínimas más bajas.
Por eso, cuando se habla de la temperatura observada en Valencia, Alicante o Castellón hay que tener en cuenta que se refiere a la temperatura del punto de observación, porque múltiples factores influyen en que fuera de ese punto la variabilidad pueda ser más o menos importante. Añade que otro elemento que no está contemplado en el dato de la temperatura registrada es el confort térmico que proporciona el viento. Con la misma temperatura, este confort suele ser superior en zonas fuera de la ciudad, donde hay más circulación de brisas que en el centro.
Casi todos estos factores son favorables a que el observatorio de Valencia (el de menos altitud, cercano al mar, en zona llana, muy urbanizado, frente a un mar más cálido) tenga noches algo más cálidas en verano que los observatorios de Alicante y Castellón.
Por otro lado, el valor medio nacional de precipitaciones acumuladas desde el comienzo del año hidrológico, entre el 1 de octubre de 2022 hasta el 22 de agosto de 2023, coincide con el último valor registrado el pasado 15 de agosto, y se mantiene en un 17% por debajo de lo normal en este periodo, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología.
Así, en este periodo se han registrado precipitaciones por valor de 487 litros por metro cuadrado, cuando la cifra propia de la época suele ser de 587. Además, en muchas zonas de la Península, no se llega al 75% respecto al valor habitual.
En esta situación se encuentran puntos de los cuadrantes noreste y suroeste, así como en zonas más aisladas de Asturias, Cantabria, País Vasco, algunos puntos del este de cuenca e interior de la Comunitat y en la gran mayoría de las Islas Canarias, principalmente las orientales.
Por otra parte, las precipitaciones alcanzaron puntos del cuadrante noroeste peninsular, áreas de la cornisa cantábrica y el Sistema Ibérico y el Pirineo, mitad norte catalana, el interior de Teruel y Gran Canaria.
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