Los alumnos mayores de 12 años irán a clase en días alternos si no se les garantiza la distancia

La Comunitat secundó ayer junto al resto de comunidades salvo Madrid y País Vasco el documento presentado por el Ministerio de Educación para la organización del próximo curso escolar. La propuesta, un acuerdo de mínimos, se recoge en un documento de 14 puntos cuyo eje es fomentar la presencia del alumno en el centro.

En este contexto, la Conselleria de Educación presentó en la tarde de ayer su propuesta al sector que se basa en combinar la máxima presencialidad del alumno con la seguridad. El objetivo es que el 100% de los alumnos de Infantil y Primaria acuda a clase con normalidad, todos los días y con su horario habitual. También podrán disponer de servicios de comedor y transporte escolar y donde sea necesario se reducirán las ratios y se harán más ratios.

Para los alumnos de Secundaria, Bachillerato y FP, los mayores de 12 años, se ha propuesto un modelo también basado en la presencialidad pero que implicará que la asistencia a clase sea en días alternos, ya que en estos cursos es más complicado salvaguardar la distancia de seguridad de 1,5 metros con una ratio de 30 alumnos por clase.

El aula se dividirá en dos grupos. Uno de ellos acudirá una semana a clase los lunes, miércoles y viernes y el otro, los martes y jueves. A la semana siguiente se invertirán de forma que reciban la misma carga lectiva. El resto de días harán en casa las tareas que les imponga el profesor.

La ventaja, según la conselleria, es que los grupos serán más reducidos y el seguimiento del profesor será más cercano. También se evitará la contratación de profesores y la ampliación de las instalaciones. Por otro lado, el documento consensuado ayer en Madrid no recoge las propuestas avanzadas por el ministerio el miércoles y se centra en puntos más genéricos como la recomendación de medidas de seguridad e higiénicas o establecer que el curso tendrá 175 días lectivos.

Los distintos participantes en la reunión mostraron el deseo casi unánime de que el curso se reinicie en septiembre con la asistencia de los alumnos.

Desde Concapa se pidió que no se olvidará hacer test a la comunidad educativa y a mantener las medidas de precaución. La asociación de directores de Primaria e Infantil, por su lado, aplaudió la propuesta al igual que Escuelas Católicas que también pidió a la conselleria un protocolo de Sanidad que garantice la seguridad y agradeció la flexibilidad de la administración.

El presidente de Feceval, Alberto Villanueva, apoyó la propuesta de recuperar la presencialidad y agradeció que la conselleria se haya comprometido a repartir entre los colegios públicos y concertados los fondos del Gobierno.

La Confederación de AMPA Gonzalo Anaya señaló que es necesario recuperar el espacio educativo «presencial» como lugar de reencuentro y de aprendizaje compartido y socializador. Desde CSIF se planteó la necesidad de abordar un plan de reconstrucción educativa que adapte el plan Edificant a la pandemia y que incluya una inversión en profesorado e infraestructuras.

CC OO aplaudió también la propuesta y pidió que la alternancia en Secundaria no suponga una carga de trabajo para el profesorado, Desde Intersindical reclamaron que se explicara por qué se aplican 1,5 metros como distancia de seguridad y no 2 metros.

El Ministerio de Universidades planteó ayer su propia propuesta también basada, como la de Educación, en un informe de Sanidad. Pero en este caso se propone un modelo mixto, de «presencialidad adaptada». Las universidades deberán elaborar un coeficiente entre el espacio disponible y el personal existente. En el caso de que no se pueda respetar la distancia de 1,5 metros el ministerio de Castells aconseja optar por un sistema que combine las clases online con las presenciales. Sugiere retransmitirlas telemáticamente para que las puedan seguir en directo, por videoconferencia, el resto de alumnos de la asignatura. En el caso de que se adopte esta alternativa deberían «rotarse periódicamente entre los estudiantes que reciben la enseñanza presencialmente y aquellos que la reciben por videoconferencia». La mascarilla será también obligatoria.

Universidades reconoce «la escasez de recursos docentes a corto plazo», por lo que no considera conveniente doblar las clases porque ello implicaría un elevado coste económico.