Un estudio alerta del mayor riesgo de incendios por el cambio climático y el abandono rural

El Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE, UV-CSIC-GVA) ha realizado un estudio sobre los desencadenantes de incendios en la Comunitat. Esta investigación apunta al abandono rural por la disminución de las actividades agrícolas entre los principales implicados.

Juli G. Pauses, investigador del CIDE y coautor del estudio, explica por qué una ignición y unas determinadas condiciones meteorológicas no son suficientes para producir la combustión, «Se requiere una gran cantidad de combustible para generar grandes incendios». Es aquí donde se visibiliza el aporte beneficioso de actividades tradicionales como el pastoreo, que contribuyen a despejar grandes superficies y evitar así la propagación del fuego.

El área de la Comunitat Valenciana, así como toda la cuenca mediterránea, cuenta con una serie de factores que incrementan el riesgo de ignición, entre ellos los vientos secos de Poniente y las altas temperaturas veraniegas consecuencia del cambio climático.

Estas condiciones favorecen el traspaso del triple umbral descrito por el estudio: igniciones, combustible suficiente y sequía, pudiendo propiciar fenómenos como las «tempestades de fuego» ya ocasionadas anteriormente.

El principal peligro es que generan su propia dinámica y superan la capacidad de los bomberos para extinguir las llamas, suponiendo un desastre natural.

Entre las principales conclusiones que extrae el estudio, los autores plantean evitar al menos superar uno de los 3 umbrales descritos, o declarar zonas de riesgo para minimizar la huella humana.

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