El exterior de la cárcel de Picassent LP

Sin médicos para tratar la salud mental en prisiones valencianas

El sindicato ACAIP-UGT denuncia la falta de sanitarios en las cárceles de la Comunitat: «Salen en libertad internos que pueden ser bombas de relojería»

María García-Romeu Torré

Valencia

Miércoles, 3 de julio 2024

Riesgo de fuga, conflictos diarios, patologías mentales sin detectar, sensación de impunidad en los presos que no cumplen sanciones de aislamiento y liberación de presos con una gran posibilidad de reincidir es, según el sindicato ACAIP-UGT, las consecuencias de la situación por «la falta ... de personal sanitario» en el centro penitenciario de Picassent y su «saturación».

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La prisión que cuenta con 1.475 celdas acoge a casi 2.220 internos, según el sindicato, quien denuncia la falta de personal médico, especialmente en los puestos de trabajo que están en contacto directo con los presos, según el comunicado remitido este miércoles. Además, el centro penitenciario presenta «deficiencias estructurales y tiene menos medidas de seguridad que un centro de nueva generación».

Esta denuncia llega cuando las obras del psiquiátrico penitenciario en Siete Aguas llevan ya 10 años paralizadas. Con un presupuesto de 89 millones de euros (14 y medio millón ya invertidos), se planeó su construcción para albergar hasta 1.194 internos pero de momento únicamente proporcionan hogar a grandes edificaciones incompletas.

La cárcel de Picassent también fue este martes noticia cuando el «Rambo de Requena» hirió a mordiscos a dos guardias civiles encargados de su cacheo antes de su traslado a la Ciudad de la Justicia de Valencia.

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En las reuniones entre responsables de la Conselleria de Justicia e Interior con los Sindicatos de Instituciones Penitenciarios le tocó el turno ayer a ACAIP+UGT, sindicato mayoritario en el Centro Penitenciario de Valencia.

En estas reuniones, la organización trasladó la situación actual a los responsables de la Generalitat, pidiendo que el Gobierno de la Generalitat cumpla la normativa de transferencias de la sanidad en prisiones, vigente desde el año 2003.

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Denunciaron que esta falta de atención sanitaria impide detectar a tiempo los problemas de salud o enfermedades mentales de los internos que pueden ser auténticas «bombas de relojería en la sociedad» al ser liberados, según el escrito de ACAIP-UGT. Reiteraron por tanto, la importancia de no únicamente contratar más personal, sino también a por fin terminar las obras del centro de Siete Aguas, vital debido a la gran cantidad de internos con problemas mentales.

Por último, ACAIP+UGT mostró su apoyo hacia los dos guardias civiles atacados ayer.

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