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Unos jabalíes en un parque de juegos infantiles. LP

Medio Ambiente incrementa las medidas para frenar la plaga de jabalíes y otros ungulados

El nuevo decreto de la conselleria recupera la modalidad del cebado para fomentar la caza de estos animales

Juan Sanchis

Valencia

Martes, 11 de febrero 2025, 00:32

Cada vez es más frecuente encontrarse con jabalíes en zonas habitadas. Estos animales acercan a estos lugares en busca de una alimentación que no encuentran en el medio natural. Son, además, la muestra de un situación que se ha convertido en una plaga ... con más de 150.000 ejemplares contabilizados en toda la Comunitat.

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La presencia de estos animales se ha convertido en un motivo de inquietud en muchos puntos de la Comunitat. Provocan accidentes de tráfico y sobre todo los agricultores se quejan de que destrozan sus campos ya no sólo en el interior del territorio sino también en las explotaciones más cercanas al litoral.

Hay que tener en cuenta que en estos momentos el peso del control de estas especies recae sobre los hombros de los cazadores que reclaman ayudas institucionales por lo que consideran una labor social. Los cazadores matan al año unos 50.000 jabalíes en la Comunitat, según cifras oficiales. Pero ante la proliferación de esta especie los efectos de estos abatimientos no son demasiados y se necesitan nuevas acciones tal y como reclama el colectivo.

Ante la proliferación de estos animales, la Dirección General de Medio Natural y Animal tramita un proyecto de decreto, que acaba de ser sometido a consulta pública, para establecer un nuevo marco normativo con las directrices de gestión, caza y control de ungulados silvestres, denominación que se extiende a ejemplares de jabalí, arruí, corzos, ciervos y otras especies silvestres. Además, el documento que prepara la Conselleria de Medio Ambiente también fija medidas de gestión de animales cazados no destinados al consumo humano.

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Una de las medidas más singulares que establece este decreto es la recuperación del cebado para la caza del jabalí entre los meses de marzo y agosto. Este cambio implica la introducción del aporte de alimentación suplementaria de estos animales para atraerlos hacia los puestos en los que esperan los cazadores y facilitar su caza. Es una medida que se venía pidiendo desde el colectivo de cazadores desde su prohibición en 2022.

El nuevo decreto del Consell deroga una orden de 2021 en la que se regulaba la caza del jabalí y también el plan de control de las poblaciones de arruí. En estas dos resoluciones se fijaban los periodos hábiles y normas de caza en las zonas comunes y se establecen otras regulaciones en los cotos de caza y zonas de caza controlada.

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En la nueva resolución de Medio Ambiente también se establece la gestión de cadáveres y subproductos de ungulados silvestres no destinados a consumo humano, se fija el posible destino para estos cadáveres y restos y las condiciones específicas. Así se definen el depósito in situ, los enterramientos de pequeñas cantidades y masivos, los depósitos en muladares, el tratamiento como residuo y su destrucción cuando proceda.

Con este nuevo decreto, la Conselleria de Medio Ambiente extiende las medidas adoptadas para facilitar el control del jabalí a otras especies de ungulados como la cabra montesa, el corzo, el gamo, el ciervo o el muflón. También se incluye los declarados como especies exóticas invasoras tales como el arruí o el cerdo vietnamita y ejemplares de animales domésticos asilvestrados presentes en el medio natural.

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En la norma se definen las modalidades de caza deportiva (batida, gancho, al salto o en mano, a la espera y en rececho) y las técnicas de caza por razones de control y gestión que contemplas las estructuras tipo cajas homologadas junto con las rondas nocturnas.

Por otro lado, se establecen unos amplios periodos hábiles de caza, planificación y seguridad de las cacerías, se regula la alimentación suplementaria y la obligatoriedad del precintado de los animales cazados.

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El decreto contempla también la declaración de sobrepoblación de una especie estableciendo las normas (incluidas las de caza y control) de aplicación. Por otro lado, establece las directrices de gestión, control y erradicación de las especies exóticas e invasoras; la caza y control en zonas comunes de caza y el control de ungulados silvestres en entornos urbanos en los que se clarifica el papel de los ayuntamientos.

La nueva normativa establece la gestión de los restos. De esta forma, en el caso de una gran batida con más de 40 puestos se aplicarán medidas para el control sanitario, y dispondrán de contenedores de transporte y otras.

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En el caso de las batidas con menos de 40 puestos se podrá depositar in situ las vísceras o el animal cumpliendo los requisitos de higiene y ausencia de comportamiento anómalo.

También se podrán dejar los cadáveres en muladares para aves necrófagas. Si no se superan los 20 ejemplares se pueden enterrar de forma masiva o en pequeñas cantidades en una fosa alejada de fuentes de agua, impregnadas de desinfectante y asegurando que no dañen el medio ambiente. Por otra parte, se contempla la recogida y destrucción como residuo en lugares habilitados o como subproducto de origen animal

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