Estado de un monte arrasado por el fuego. Irene Marsilla

Medio Ambiente quiere eliminar la vigilancia nocturna de los forestales

La conselleria vuelve a reducir las competencias de prevención de incendios de los agentes y los sindicatos proponen hoy alternativas

José Molins

Valencia

Jueves, 2 de mayo 2019, 20:39

Empieza la temporada de verano en los montes, la que entraña más peligro por las posibilidades de que haya un incendio de graves consecuencias. Pero a pesar de ello, la conselleria de Medio Ambiente pretende reducir a la mitad la jornada laboral de los agentes medioambientales, lo que automáticamente deja los bosques sin vigilancia por las noches. A partir de las 20 horas no habrá forestales para controlar si hay fuego. Esa es la intención del Gobierno valenciano, a través de la propuesta que la secretaría autonómica ha enviado a este colectivo, y que quiere llevar a la práctica en breve.

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Los sindicatos que agrupan a los agentes forestales se van a reunir hoy para debatir esta reducción horaria, que implicaría una menor protección del monte y por tanto más riesgo para la población. Además, quieren que asista al encuentro el Centro de Coordinación de Emergencias, en la figura de su presidente, José María Ángel, para trasladarle inquietud.

La notificación enviada por el secretario autonómico, Fran Quesada, expresa la intención de acabar con las guardias nocturnas de los agentes medioambientales para la prevención de incendios, que dejarían de tener la actividad actual de 24 horas, que hacen en tres turnos, y pasarían a trabajar de 8 de la mañana a 20 horas. Eliminarían la disponibilidad total del despacho automático. Todos los incendios que se produjeran a partir de que acabe la jornada vespertina no serían cubierto por ellos. Lo que conlleva un peligro por la actuación más lenta de los bomberos, ya que los agentes forestales suelen ser los primeros que llegan al lugar y se encargan de dirigir las labores de extinción hasta que aparece un mando superior. Ellos son los que piden la intervención de más hombres o reclaman medios aéreos si prevén que las llamas pueden extenderse.

Los agentes vigilan el día completo, pero la conselleria prefiere jornadas de 8 a 20 horas

Por ese motivo los sindicatos quieren estudiar en la reunión de hoy diferentes alternativas para proponerle a la conselleria de Medio Ambiente. Principalmente pretenden que, aunque su horario se reduzca, haya efectivos de guardia nocturna para poder controlar de forma más eficaz el estado del monte. Argumentan que de noche se complican mucho las tareas de extinción de incendios para los bomberos, y que quienes mejor conocen el bosque son los medioambientales, lo que les permitiría una actuación más rápida ante el fuego. Por tanto, pedirán que la conselleria determine cómo se regularían las actuaciones ante una emergencia.

Ya el pasado jueves Quesada citó a los sindicatos a una reunión para tratar estos cambios horarios, pero no se produjo por la negativa de los medioambientales a asistir. El encuentro se puede llevar a cabo mañana, según ha sondeado la conselleria, pero aún no hay una notificación oficial para convocar este cónclave. Esta decisión de la conselleria se ampara en el reciente decreto que regula la reducción horaria de todos los funcionarios, y que se extendería también a los agentes medioambientales.

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Medio Ambiente ya quiso apartar en marzo a este colectivo de la extinción de incendios

El pasado mes de marzo la conselleria ya pretendió apartar a este colectivo de la extinción de los incendios forestales, al intentar que sus funciones pasaran a ser sólo de apoyo logístico, avituallamiento, transporte, comunicaciones y asesoramiento al director del Puesto de Mando Avanzado. Los protocolos señalan hasta ahora que en el momento de detectarse un incendio se envía a un agente medioambiental, además de unas brigadas para su extinción inmediata. Este colectivo depende de la Conselleria de Medio Ambiente, que tiene asignadas las labores de prevención de incendios forestales. Además, el Consell también pretende reducir su indumentaria a un chaleco, incumpliendo su promesa de dotarles del uniforme adecuado.

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