JUAN SANCHIS
VALENCIA.
Miércoles, 14 de agosto 2019, 00:09
La plaga del mejillón cebra continúa imparable. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha anunciado que en las revisiones que están realizando en este mes de agosto se han localizado ejemplares de esta especie invasora en el Embalse de Alcora en el río Lucena (Castellón) y en el Azud de Henchideros en la provincia de Cuenca.
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Tras esta nueva detección son ya catorce los embalses gestionados por la Confederación en los que se ha documentado la presencia del mejillón cebra. Desde el órgano de cuenca se ha informado que en breve se van a aplicar las restricciones a la navegación que se ya están en marcha en las zonas donde se han encontrado ejemplares tanto larvas como adultos.
Esta especie (Dreissena polymorpha) es un molusco bivalvo que procede de los mares Negro, Caspio y Azov. Su presencia ha causado gran preocupación, ya que tiene una gran capacidad de modificar el ecosistema con las consiguientes repercusiones medioambientales y económicas.
Además, el mejillón cebra ha sido calificado por la International Union for Conservation of Nature (IUCN) como una de las 100 especies exóticas invasoras más peligrosas del mundo.
Se detectó por primera vez en la Comunitat Valenciana en el embalse de Sichar en el río Mijares en el año 2005. Desde entonces, y pese a las medidas de control que se han venido aplicando, la presencia de esta especie se ha disparado de forma que quince años después se encuentra perfectamente implantada en numerosos puntos de las tres provincias. En 2017 se documentaron ejemplares en los embalses de Tibi y Amadorio con lo que se certificó su presencia en Alicante, una provincia que hasta la fecha había permanecido libre de esta especie invasora.
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Del pantano de Sichar, que se encuentra en al provincia de Castellón, saltó al embalse de Forata en 2006, ya en el río Magro en el centro del territorio valenciano. En el año 2014 se documentó su presencia en los embalses de El Naranjero (ya en el río cauce del Júcar) y Cortes II. En 2017 se detectaron ejemplares en los pantanos de La Muela, Amadorio, Alarcón y Tibi. El año pasado los servicios de vigilancia constataron la aparición de esta especie invasora en Balagueras, Arenós y Loriguilla.
El problema es que la presencia de esta especie no se limita únicamente a los embalses. Según la Confederación del Júcar, se han encontrado larvas de mejillón tigre en las conducciones del Canal Júcar-Turia así como por diferentes cauces de ríos valencianos.
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El mejillón cebra es un bivalvo especialmente dañino, ya que recubre cualquier superficie que le sirva de soporte. Su impacto en las infraestructuras hídricas puede ser muy importante, ya que existe la posibilidad de que bloquee el paso del agua o que al menos limite su capacidad.
Las embarcaciones están especialmente expuestas a sus efectos. Recubre totalmente los casos y limita su maniobrabilidad y puede dañar los circuitos de refrigeración. También puede inutilizar todo tipo de material como redes de pesca, hundir balizas y boyas, y hacer desagradable el baño.
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La Confederación Hidrográfica del Júcar puso en marcha en 2017 un plan de choque para el control y seguimiento de este bivalvo, plan que tiene previsto que se extienda hasta 2022.
Entre otras medidas, la Confederación obliga al confinamiento de las embarcaciones en las zonas afectadas, ya que se ha comprobado que la expansión de esta especie está vinculada a la navegación. Las larvas se pegan a los cascos y pueden ser transportadas a otras zonas donde se reproducen. El plan establece que para que se puedan utilizar, los barcos se tienen que someter a una cuidadosa desinfección.
El movimiento de las aguas es otro de los vectores de dispersión del mejillón cebra. Transferencias de recursos hídricos, trasvases, conducciones o, incluso, a los hidroaviones, como los que se utilizan en la extinción de incendios, facilitan su propagación. También contribuyen a su difusión la pesca y la navegación.
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El plan de choque de la CHJ también establece el seguimiento de las poblaciones de las larvas de mejillón cebra por los embalses de la demarcación. Se trata de un método de detección precoz de la especie, muy utilizado en otras demarcaciones hidrográficas de España y que está demostrando su efectividad.
Entre otras intervenciones, el plan incluye el seguimiento de la plaga en las masas de agua afectadas; la revisión de los testigos de adultos ya implementados en la cuenca, completando la red actual; el estudio de tratamientos que puedan ser utilizados en aguas libres y cartelería informativa en los embalses que complete a la ya existente.
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El mejillón cebra no es la única especie invasora en el territorio de la Confederación. En 2011 se detectó la presencia de la almeja asiática en Tous y progresivamente se va extendiendo. Procede procedente del sureste de China, Corea, el sudeste de Rusia, y la Cuenca del Ussuri y tiene un alto potencial invasor.
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