El mejor puente contra la DANA

La lista es larga, al igual que ocurre con la Conselleria de Infraestructuras. Los encargos irán desde algún refuerzo puntual hasta una reconstrucción completa. ¿Cómo deben ser los puentes que soporten la próxima DANA? Lo ocurrido ahora es un banco de pruebas excelente para los ingenieros, por desgracia, que tienen multitud de ejemplos de la enorme fuerza del agua.

Eugenio Pellicer, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, comenta que por los datos que se conocen poco a poco «el retorno en el barranco del Poyo fue de una riada que se produce cada mil años. Deberíamos ser capaces de plantearnos infraestructuras que puedan aguantar estas megaavenidas».

En su opinión, debe ir acompañado de un plan integral que tenga en cuenta la reforestación de las cuencas, embalses de laminación y encauzamiento adecuado de la Rambla del Poyo. «Hay proyectos, algunos de la época del Plan Sur, que no se han llevado a cabo», destacó.

El experto comentó la necesidad de que no se construya en zonas inundables, pero como es inviable el traslado de la población o de polígonos industriales «hay que protegerlos». En materia de puentes, señaló la urgencia de revisar los que no estén bien pilotados. «Igual hay que cambiar los parámetros», reiteró sobre los retornos.

Sobre el modelo de puente, los estribos flotantes «se ha demostrado que no funcionan; no tenían una cimentación profunda, han caído por ahí y no por las pilas centrales. Eso hay que revisarlo porque fue una mala solución», en los pasos.

En cuanto a las rasantes, que si son demasiado llanas no permiten el paso del agua y arrastres con eficacia, comentó que puede ser igual de positivo que subirlo ensanchar el cauce. «Yo tomaría como una referencia de obra moderna todo lo que se ha hecho en un acceso a Cullera. Durante kilómetros, la autovía va pilotada sin tierra. Es muy permeable y es difícil que una avenida se pueda llevar esa infraestructura», aseguró.

Eso sí, indicó que el «riesgo cero no existe; hay que ver soluciones en distintos ámbitos para que ese riesgo disminuya». Citó algo tan sencillo como que la mediana de la Pista de Silla «no sea un continuo y haya huecos para permitir el paso del agua. Todo eso tenemos que repensarlo».

Para Federico Bonet, consejero territorial en Valencia del Colegio de Ingenieros de Caminos. Canales y Puertos, la revisión del caudal que se esperan en las zonas afectadas es algo obligado tras lo que ha pasado. «Esta DANA está por encima del retorno de 500 años», comentó.

En relación a la tipología, cuando tienen pilas en el cauce «se calcula para que puedan aguantar», aunque señaló que muchos puentes se rompen «por la maleza, por todo lo que arrastra el agua», mientras que si sólo hay unos tableros apoyados «es fácil levantarlos con el caudal y con un empuje lateral, es fácil que se los lleve», indicó.

«Normalmente los pilares han resistido bien, pero los estribos apoyados en la tierra lo han hecho menos, los descalzan como lo llamamos». Para ello, consideró aspectos como el refuerzo de la cimentación o incluso la colocación de escollera alrededor para protegerlos más.

Entre las obras en marcha, la Unidad Militar de Emergencias instalará un puente provisional en la CV-50 mientras la Diputación ejecuta las obras de reconstrucción del puente de la antigua gasolinera en la CV-378. El alcalde de Riba-roja, Rober Raga, destacó el inicio de las tareas logísticas para reconstruir el puente que separa el casco urbano de un núcleo de chalés donde viven 3.500 vecinos, además de otros que sirven de acceso a polígonos y la autovía A-3.