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Jonathan, ya licenciado, aconseja a su hermana Míriam, quien se enfrenta ahora a la selectividad. LP

Valencianos con dislexia: «Merecemos mucho más»

Valencianos con dislexia que afrontan desde este martes las Pruebas de Acceso a la Universidad aplauden con tibieza que les lean las preguntas y les resten menos las faltas de ortografía

MANUEL GARCÍA

Lunes, 6 de julio 2020, 00:49

Se agradece que nos hayan dado una parte de lo que nos merecemos. Pero nos falta mucho camino por recorrer y tenemos que conseguir muchas más cosas». Míriam Sendra es una estudiante valenciana que el martes iniciará las Pruebas de Acceso a la Universidad. «No sé ni las horas que estudio al día. Me levanto y sólo paro para comer y para cenar». Tras obtener una matrícula de honor en Bachillerato, su meta ahora es complicada: conseguir enrolarse en Medicina.

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Nadie duda de que es una estudiante brillante con un futuro prometedor. Pero hay una situación que podría provocar que no consiguiera su sueño. Y no depende de ella. Míriam tiene dislexia. A pesar de esta dificultad, ha obtenido unos brillantes resultados. Ahora, en una prueba vital para su futuro, la comisión gestora de los procesos de acceso a las universidades ha respondido sólo en parte a lo que era un clamor para las personas con esta dificultad.

Además de concederles un 25% más de tiempo, se les dará la posibilidad de leerles alguna pregunta del examen si así lo solicitan y sólo se les descontará el 50% de la puntuación por faltas de ortografía que se les restaría normalmente según los criterios habituales de corrección.

La comisión que evalúa los exámenes de selectividad califica de «excepcional» el acuerdo a causa del Covid-19

«Yo no soy medio disléxica, por tanto, aunque se agradece que me cuenten el 50% de las faltas de ortografía que cometa, ¿por qué tienen que corregirme el otro 50%? No es mi culpa hacer estas faltas de ortografía», recuerda Míriam, quien señala que existen numerosos estudios científicos que corroboran su versión.

«Con respecto a que nos lean los exámenes, hay asignaturas como biología con enunciados muy largos, puede haber varias preguntas en una y dejarme alguna», señala sobre la segunda petición que ahora les han concedido.

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Pepe es un joven de Alicante que teme perder puntos en la prueba de acceso a causa de las faltas de ortografía. LP

Otro aspecto que nada ha gustado a Míriam es el hecho de que esta comisión haya matizado que este acuerdo es «puntual y sólo para las PAU de 2020, por motivos excepcionales, por la situación de alarma producida por el Covid-2019. Para el curso 2020-2021, se hará un estudio riguroso, con un protocolo perfectamente regulado, de las condiciones en que se pueden solicitar determinadas adaptaciones y cuáles se pueden conceder y cuáles no, y se publicará normativa reguladora al respecto».

«Yo soy disléxica durante el Covid, sin él y durante toda mi vida. No me parece adecuado que nos lo hayan aceptado así. Entonces, el año que viene, la persona con dislexia que venga detrás, ¿si no hay Covid no se lo van a aceptar?», se preguntó. A la vez, se mostró esperanzada en que el próximo año «haya una rectificación y se puedan conseguir más cosas que las que vamos a tener nosotros».

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«Las personas con dislexia no somos tontas. Si yo tengo una matrícula de honor, cualquiera puede tenerla», señala Míriam. Agradece la labor y comprensión de sus profesores en todos estos años para poder alcanzar este resultado tan brillante.

Carla Rodrigo, vecina de la localidad de Real, estudia unas diez horas al día de cara a la cercana prueba de selectividad. LP

En la familia de Míriam hay otro caso similar aunque en una etapa diferente. Jonathan, su hermano mayor, también con dislexia, ha obtenido el Grado Universitario en Comunicación Audiovisual y un máster en Educación que ha finalizado con sobresaliente en su trabajo final tras haber accedido a la universidad mediante un Ciclo de Formación Profesional sin pasar por las pruebas de acceso, ya que no existían adaptaciones en ese momento.

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Pedro es otro joven valenciano que tiene «una sensación agridulce. Siento que mis notas nunca me han representado. Nacer con dislexia no es una condición que eliges. Te limita el sistema educativo, no tú como persona. Me preocupa mucho que la comisión de universidades diga que esto podría darnos 'alguna ventaja' en el proceso de acceso a la universidad. Esto dice mucho de la idea de inclusión, equidad y dislexia que tiene la comisión que, se supone, ha de diseñar las medidas para lograr la equidad».

Pepe es un alicantino que se enfrenta a esta prueba con el objetivo de entrar en Enfermería. «Esto nos servirá para ir más tranquilos y con más ánimos, pero nos hubiera gustado que hubieran sido el 100% de las faltas de ortografía, como ocurre en otras comunidades». También se mostró esperanzado en que no sea una medida excepcional y se aplique en posteriores convocatorias.

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Carla Rodrigo es otra de las estudiantes que es consciente de que le van a descontar puntos por faltas de ortografía «y me parece muy, muy injusto». «Tengo una sensación de agobio y miedo por esta situación», explica.

Reside en la localidad de Real, quiere estudiar Administración y Dirección de Empresas o Contabilidad y Finanzas y en su propio instituto le contestaron negativamente sobre las adaptaciones solicitadas. Pese a todo, se muestra solidaria y generosa y señala que se alegra «mucho por los compañeros a quienes sí les van a hacer estas adaptaciones». Su gran apoyo «académico y emocional» ha sido una logopeda de Disfam Comunitat Valenciana. Con ella ha diseñado un plan de estudio con diez horas diarias de trabajo con el que, además de consolidar conocimientos, trata de recibir «tranquilidad y positividad que no tengo en muchas ocasiones».

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