Los autobuses abarrotados y las largas esperas son, en cierta medida, habituales para los usuarios de MetroBús, especialmente para los de las líneas 170, 161 y 160, con dirección a poblaciones como Alaquàs, Torrent, Quart de Poblet y Barrio del Cristo. Sin embargo, la jornada ... de huelga en el transporte de viajeros no ha pasado desapercibida para los vecinos que han tenido que esperar hasta 45 minutos en algunos casos para poder ir a sus trabajos y clases.
Sobre las 8.30 horas, la penúltima parada de Alaquàs, antes de salir a Xirivella, ya daba buena cuenta de la situación. Una decena de usuarios llevaban más de veinte minutos esperando el vehículo. Todos tienen la vista fijada en el horizonte por donde debe aparecer el esperado autobús amarillo. Justo enfrente de ellos, un grupo espera en otra marquesina para subirse a alguno de los vehículos con destino Torrente, hospital de Manises, Quart de Poblet o Bonaire. En su caso, el retraso es muy superior: llevan más de 40 minutos de espera.
«Pues resulta que hay huelga de autobuses. Si lo llego a saber le digo a papá que me lleve en un momento», indicaba una mujer por teléfono, a quien le ha pillado por sorpresa la huelga. Otra de las usuarias se queja de que los horarios que ofrece la aplicación móvil Google Maps no se asemejan, ni mucho menos, a la realidad. «Tendría que haber pasado ya», señala.
Más allá de los retrasos y de los autobuses repletos hasta los topes, la cuestión que más indignó a los usuarios es la aparente desorganización en la frecuencia de paso. Después de esperar más de 40 minutos, llega uno de los vehículos de la línea MetroBus con dirección Valencia. Se suben todos los pasajeros como buenamente pueden. Tan sólo un minuto después, llega otro vehículo, al que se suben sólo dos usuarios que acaban de llegar a la marquesina. En apenas cuatro minutos pasa otro autobús por la última parada de Alaquàs. Como es lógico, no sube nadie. Los pasajeros que llevaban más de media hora esperando se subieron al anterior. Esta alteración en la frecuencia de paso responde a los piquetes que se realizaron en Barrio del Cristo, que demoraron la salida de varios vehículos.
Una servidora se dispone a subir a uno de estos vehículos con destino a Valencia. Tengo suerte, sólo espero diez minutos desde que llego a la marquesina. Eso sí, el bus llega como una lata de sardinas. El hacinamiento me hace pensar que la conductora pasará de largo y nos dejará en tierra a mí y al resto de usuarios. Para mi sorpresa, la profesional se apiada y nos abre las puertas de atrás para poder acceder. Ni siquiera nos pide que pasemos el bonobús antes de bajar, sabe que es misión imposible atravesar el pasillo para ir hasta el lector, ubicado el lado de la cabina del conductor. «Es un día crítico», señala un joven.
Pero la peor parte se la llevan, sin duda, los usuarios que esperan en la última marquesina de la Avenida del Cid para ir a cualquiera de las poblaciones del área metropolitana conectadas con MetroBús. «Llevo una hora esperando», lamenta un joven que trata de volver a su casa a medio día tras una mañana de trabajo. Otras dos mujeres se cansan de esperar y optan por coger un taxi.
En un periodo de tiempo de sólo diez minutos, pasan tres autobuses a las 14.30 horas. El primero de esos tres llega tan lleno, que no puede subir a todos los usuarios. El segundo llega vacío, lo que lleva a los pasajeros a exclamar con optimismo: «¡Ahí viene uno y está vacío!». Para su sorpresa, el conductor hace un gesto que los usuarios no acaban de entender y pasa de largo sin recoger a nadie. Su gozo en un pozo. El tercero llega tan abarrotado que también pasa de largo. Un grupo de jóvenes, hastiado, decide ir andando a la parada anterior a probar suerte.
Desde la Conselleria de Infraestructuras aseguran que se han cumplido los servicios mínimos en MetroBús. No obstante, admiten retrasos puntuales por acciones de algún piquete, además de que, en determinados momentos, los autobuses colgaron el cartel de completos. Por otro lado, la línea CVV-258, de Vilmarxant-Ribarroja, no ha sufrido incidencias, ni piquetes ni retrasos en su salida debido a que los conductores no han secundado la huelga, por lo que realizan todos los servicios habituales.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.