

Secciones
Servicios
Destacamos
DANIEL GUINDO
Lunes, 10 de octubre 2022, 00:01
Miguel Mínguez pasó 13 años como jefe de sección en Medicina Digestiva del hospital Clínico y en marzo de 2020, en plena irrupción del Covid, ... se convirtió en el máximo responsable de todo el servicio. Dos años después, el pasado mes de mayo, recibía de manos de Ana Barceló, su antecesora en el cargo, la cartera de la Conselleria de Sanidad, un nuevo e importante salto en su carrera. Mínguez es «médico por vocación» y se nota. Conoce el oficio y sabe de la importancia que tiene el trato cercano con el paciente, por lo que una de sus batallas, contrariamente a la tendencia actual, la libra contra la progresiva deshumanización tecnológica de la asistencia.
-La derivación de pacientes a hospitales privados y el incremento de operaciones por las tardes en los públicos parece que sean soluciones a corto plazo para contener las listas de espera. ¿Cómo se afrontará esta problemática en el futuro?
-La necesidad actual es derivada de la etapa pospandémica. En estos momentos tenemos un incremento considerable de los autoconciertos -incentivar las operaciones en hospitales públicos fuera del horario habitual con remuneraciones adicionales-, y hemos impulsado unidades de control de la demora, de autogestión de los recursos propios para reducir las esperas. En segundo lugar está el plan de choque -derivación de pacientes a la privada-. Como planificación de futuro, salvo que tengamos situaciones como la pandemia que dificulten la asistencia de los medios quirúrgicos, estas derivaciones van a finalizar una vez superado el pico actual. Lo que no vamos a reducir son los autoconciertos.
-La reversión de los departamentos de la Ribera y Torrevieja han dejado conflictividad laboral, aumento de las esperas y cierto descontento de los pacientes. ¿Las futuras reversiones seguirán la misma línea?
-Nuestra idea es reforzar la sanidad pública y mantener la reversión de las tres que tenemos actualmente, como son Dénia, Manises y Elche. En Torrevieja hubo una serie de trabas continuadas a dar la información. Cuando nosotros tomamos posesión del hospital había unos 200 empleados que ya no estaban, las jefaturas de servicio estaban descabezadas, había un gran desmantelamiento de recursos, y eso lo dificultó extraordinariamente. Estamos haciendo una gran inversión no sólo en recursos humanos, sino también tecnológicos.
-Los datos señalan un progresivo envejecimiento de la población, lo que invita a pensar en más patologías graves y pacientes crónicos. ¿Cómo se abordará esta situación?
-Uno de los grandes planes de la conselleria es el plan de acción de Atención Primaria, con más recursos humanos, infraestructuras y tecnología. Vamos a poner ecógrafos, retinógrafos, detectores de lesiones de piel que permiten diagnósticos telemáticos con una unidad central de dermatólogos, sistemas de control de electrocardiografía con los especialistas de los hospitales; y se va a poner un sistema de gestor de cola, con el que el ciudadano, cuando tenga cita en el consultorio, en lugar de ir al mostrador tendrá un lector tarjetas SIP donde se identificará y el personal sanitario sabrá que ya ha llegado. Le avisarán a través de una pantalla anonimizada. También se va a tener mucho contacto con el paciente, sobre todo de crónicos que tienen cuidadores, a través de sistemas telemáticos para que no haya desplazamientos del paciente al centro de salud si no son necesarios. Se mejorará la interconsulta no presencial con los especialistas del hospital. El médico de familia, si tiene una duda con respecto a otra especialidad hospitalaria, hará una interconsulta escrita o telemática con ese especialista y recibirá la respuesta en entre 24 y 72 horas. Esto disminuirá las demoras y las derivaciones. Los centros de salud tendrán unos habitáculos, como pequeños quirófanos, para curas y cirugía menor. Esto también va a disminuir la necesidad del recurso hospitalario.
-Pese al incremento de este año, los sindicatos siguen denunciando un déficit de plantillas, problema que se agravará con las jubilaciones y una cantidad de plazas MIR que parecen insuficientes. ¿Se va a adoptar alguna medida más?
-El problema es nacional, pero tenemos un plan. A corto plazo, intentar que la homologación de títulos a médicos extranjeros, que hace el Ministerio de Educación, se agilice. La incorporación de médicos de habla hispana, fundamentalmente argentinos, ecuatorianos y cubanos, es en los últimos años bastante importante y tenemos un efecto llamada. A medio plazo, que haya el máximo número de acreditaciones MIR, es decir, la capacidad que tienen las diferentes especialidades para formar a residentes. Es un proceso lento que queremos que se agilice. Y a largo plazo, que se incrementen las plazas en las facultades de medicina. A pesar de nuestros déficits para cubrir plazas en determinadas especialidades, una de las ventajas de la Comunitat es que somos atractivos, por el clima, por el carácter, y porque hay algunas circunstancias que se dan en otras autonomías de despoblación y de requisitos de idioma que nosotros no tenemos, por lo que nos interesa que todos aumenten la formación MIR porque vendrán también de fuera.
-Ese requisito lingüístico que apuntaba de otras autonomías podría implantarse también en la Comunitat. ¿Qué le parece?
-En estos momentos, para la contratación de cualquier especialidad, tanto de medicina como de enfermería, TCAE, etc., el idioma no es un requisito, es un mérito fundamentalmente en las oposiciones, y yo creo que, en el momento actual, debe ser así. Obviamente, cuando un personal sociosanitario está en un área en la que fundamentalmente el idioma es el valenciano, deberá ponerse en sintonía con esa población y aprenderlo poco a poco, pero nunca un requisito exclusivo ni excluyente. Las comunidades que lo tienen, tienen un problema.
-Los sindicatos también achacan el déficit de profesionales a las retribuciones y a las condiciones laborales, al parecer peores que en otras autonomías. ¿Cómo afecta esta competencia para poder contar con plantillas adecuadas?
-La competitividad entre autonomías empieza a existir, pero fundamentalmente para las plazas de difícil cobertura que tienen poca atracción. Efectivamente, en algunas especialidades no hay suficiente médicos para cubrir esas plazas. Estamos pendientes de aprobar un decreto para cubrir esas plazas con incentivos económicos importantes. Y un plan estratégico con sinergias, que consiste en que un facultativo pueda alternar dos centros hospitalarios para incrementar su formación o su grado de satisfacción.
-Los profesionales apuntan a una progresiva deshumanización de la asistencia y los datos señalan un incremento de las quejas de los pacientes ¿Cómo se puede corregir?
-En la pospandemia ha habido un aumento de la demanda, pero la lista de espera o la percepción de desatención en los centros de salud se va a ir normalizando en estos meses. Aun así hay que atajarlo, debemos tomar medidas de humanización. En junio empezamos a hacer un curso de atención que se fundamenta en enseñar a aquellos responsables de atender al ciudadano a hacerlo con pautas de conducta lo más cercanas posible y para intentar mejorar el trato. El trato humano debe ser una herramienta complementaria de la tecnología.
-Medidas impulsadas en la pandemia como las citas telefónicas en Atención Primaria, ¿han venido para quedarse?
-Las consultas telefónicas deben adaptarse a las necesidades del paciente. Por ejemplo, saber el resultado de una analítica -aunque dentro de nada vas a tener acceso a tu propia analítica dentro de la aplicación-, tener el consejo del profesional, saber si se prolonga el tratamiento, etc. Eso se puede solucionar fácilmente con un teléfono. Vamos a poner en marcha la consulta por videoconferencia a través de la app. Este mes en ocho centros piloto y, si no hay ningún inconveniente, la extenderemos el año que viene. La app nos va a permitir dar una información de la demora de forma individualizada, conocer cuándo nos hacemos un análisis, tendrá recordatorios y, en el futuro, información de las radiologías, de las ecografías...
-El repunte de problemas de salud mental está muy relacionado también con la pandemia. ¿Irá a más?
-Nuestro plan de acción inmediato fue hacer un enfoque de atención infanto-juvenil en dos etapas. Una es especializar a los sanitarios en psiquiatría infanto-juvenil y la otra es la creación de centros específicos. A corto plazo tendremos tres hospitales de día atendidos por especialistas, uno en cada provincia, pero el objetivo es llegar a diez. Esto es complementario de otro plan de acción que se centra en preparar al profesorado y a los medios sociosanitarios para detectar patología mental fundamentalmente en edades juveniles. Los colegios deben tener profesionales que empiecen a detectar cuándo pueda haber una alteración de este tipo, a detectar precozmente alteraciones conducturales o trastornos de adicción.
-¿Cuándo estará lista la ampliación del hospital Clínico y el nuevo centro sociosanitario Ernest Lluch?
-El Clínico en estos momentos tiene un plan de construcción activo y se ha remodelado ya el antiguo edificio de agrónomos. Las obras están en marcha, también en el nuevo edificio de hospitalización. Las empresas constructoras nos dicen que no va a haber ningún bloqueo por la inflación actual. Ese plan ha tenido muchas fechas y ese afán de vender humo tiene que desaparecer. Las obras van en plazo y lo primero que se pondrá en marcha será el edificio de consultas externas, previsto para finales de 2023. Se está haciendo y se va a acabar. Y como esto todas las obras recogidas en el plan Créixer+, aunque algunas han sufrido demoras por la inflación. En el complejo sociosanitario Ernest-Lluch las obras van fenomenal. Lo primero que estará acabado es el centro de salud, previsto para mayo.
-¿Cuáles serán los principales cambios tecnológicos que se podrán ver en centros de salud y hospitales valencianos en los próximos años?
-El plan Inveat -21 TAC, 29 resonancias, 13 aceleradores, seis gammacámaras, seis equipos de angiografía (vascular y neurorradiológica), dos equipos de braquiterapia y dos de hemodinámica que ya se están instalando-. Pero lo más importante es la trascendencia que tienen sobre la ciudadanía. Por ejemplo, los nuevos angiógrafos permiten atender muchísimo mejor y más rápido ictus e infartos; y así las secuelas para el paciente son menores. Estos dispositivos van a permitir a algunos hospitales tratar lo que antes no podían.
-¿Qué enfermedades serán predominantes los próximos años? ¿Hacia dónde apunta la investigación sanitaria?
-Seguiremos teniendo las enfermedades cardiovasculares, el cáncer en diferentes órganos, las enfermedades metabólicas... Una que va a aparecer de forma importante en España es la obesidad y la hipercolesterolemia, pero también enfermedades mentales y adicciones. Y dentro de ellas el alzheimer es un gran reto. Y las neurodegenerativas, como la esclerosis lateral amiotrófica. Una de las características de las enfermedades cuya prevalencia va incrementándose progresivamente son las autoinmunes, le enfermedad inflamatoria intestinal, la psoriasis... Los retos de la investigación abarcarían todo esto. Nos va a ayudar muchísimo el big data -la utilización las historias clínicas de cientos de miles de millones de personas que tengan características parecidas- y la inteligencia artificial para los procesos diagnósticos y terapéuticos. Y tenemos que potenciar la prevención.
-Si el PSPV vuelve a estar al frente de la Generalitat tras las elecciones de 2023. ¿Será el conseller de Sanidad? ¿Le gustaría?
-A mí me hace mucha ilusión estar el tiempo suficiente para ver el plan de acción de primaria, de salud mental, de salud pública... Si en esos momentos tengo la oportunidad de seguir, me veo capacitado y, si obviamente el gobierno piensa que estoy capacitado, yo seguiré. A mí me gustaría, tengo ilusión en todo lo que estamos haciendo porque creo que pequeños cambios son grandes cambios para el ciudadano. Uno de los 'inputs' que yo puedo aportar a esta conselleria es mi visión humana de la asistencia profesional. Me veo en la obligación de impulsar el plan de humanización porque mi experiencia profesional en ese sentido ha sido trascendente, soy un médico de vocación y, en ese sentido, sí que puedo aportar algo. Si va todo bien, yo sí que seguiría, pero no sé cómo irá.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.