Militares denuncian condiciones de «explotación laboral» en la UME de Bétera

Los militares están hartos de sus interminables jornadas laborales, que además no se ven unidas a un aumento salarial. La asociación AUME denuncia que los efectivos que pertenecen a la Unidad Militar de Emergencias (UME) están sometidos a unas condiciones laborales «con tintes de explotación laboral», en las que deben tener una disponibilidad permanente y trabajar un número de horas al año que, según esta asociación, llegan a duplicar las del resto de trabajadores públicos.

Según un estudio que ha realizado la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) que analiza la situación de trabajo de los militares adscritos a la UME, denuncia que, tras la «idílica imagen que se pretende mostrar desde el Ministerio», existe «una realidad oculta donde el trato a los trabajadores (militares) tiene tintes de explotación laboral». La asociación de militares reconoce que tener un conocimiento completo de la situación es «complicado» debido a la «opacidad» y la disciplina a la que están sometidos sus efectivos, por lo que circunscribe el estudio al Tercer Batallón de la UME, con sede en Bétera, aunque sostiene que pueden extrapolarse« al resto de la unidad.

La AUME alude a «graves episodios» de merma de derechos que, según denuncia, no son compensados mediante descansos y tampoco unas retribuciones justas. Según asume, la UME cuenta con unas características propias de respuesta a emergencias que, sin embargo, no son acompañadas por «una especial atención a la incidencia que tienen en los derechos de estos trabajadores».

El informe expone que los miembros de la UME están sometidos a unas jornadas y horarios que quiebran la conciliación personal, familiar y profesional y además no tiene en consideración el derecho al descanso. Como ejemplo pone la jornada establecida como norma general para los funcionarios públicos, 1.642 horas anuales, frente a las que muestra jornadas de militares de la UME de 2.248 y de hasta 3.248 horas. «Aunque se puede entender la ineficacia de un horario en condiciones de imprevisibilidad, lo que no se puede admitir es la inexistencia de una regulación de tiempo máximo de trabajo continuado durante la intervención, como así ocurre», denuncia.

El estudio denuncia la organización del trabajo en la UME, que se constituye en un espacio laboral de disponibilidad permanente del personal, «siendo residual el tiempo a disposición de la persona para su conciliación personal, familiar y social». «El excesivo número de horas trabajadas, la falta de una buena organización de la disposición del personal en las distintas situaciones de actividad, reserva y descanso, entran en conflicto con numerosa normativa referente a descansos, 8 jornadas y prevención de riesgos, pero fundamentalmente choca frontalmente con el debido equilibrio que ha de existir entre los deberes y los derechos», insiste la AUME.

Y a estas jornadas maratonianas no les acompaña más salario. Según el estudio, no está compensado con unas retribuciones suficientes. Los miembros de la UME cobran algunos complementos que pueden elevar su nómina en 300 o 400 euros mensuales, lo que funciona como «acicate» para el reclutamiento dados los bajos sueldos en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, la asociación destaca que no perciben retribución por la realización de guardias, por horas extraordinarias, por nocturnidad ni por trabajo en días festivos.

La Unidad Militar de Emergencias se creó en 2005 y desde entonces se ha ocupado de defender la seguridad nacional, especialmente en las situaciones más complicadas. Ha sido el caso del último gran incendio, en Villanueva de Viver, donde estuvieron en primera línea ante el fuego para frenar las llamas y evacuar a las personas de los pueblos que corrían peligro. Además, entre sus funciones está buscar a personas desaparecidas, rescatar cadáveres y realizar tareas de salvamento. Y en la situación más dura del Covid se encargó de desinfectar residencias para prevenir contagios.

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