Muere José Vicente García Mateo, catedrático valenciano que dedicó su vida a la docencia y a su familia

José Vicente García Mateo se despedía de este mundo con la misma sonrisa, humildad y discreción con la que vivió. Familiares, amigos, compañeros, alumnos y exalumnos despidieron a este catedrático de Química Analítica de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Valencia con la misma entrega y amor que en vida repartió él.

Desde el curso 94-95, García Mateo estaba vinculado con esta institución docente. Primeramente como becario de investigación en el entonces Colegio Universitario de Farmacia CEU, luego como profesor, para seguir con una trayectoria profesional que le llevaría en 2013 a alcanzar su actual grado de catedrático en la Universidad CEU Cardenal Herrera.

El CEU no sólo fue el lugar donde «dedicó su vida a la docencia y la investigación química» como lo definían sus compañeros sino que fue también el lugar donde encontró el amor y la persona con la que iniciaría su mejor proyecto de vida: Carmen Sanfeliu. Una emocionada Carmen recordaba a su esposo como «una persona especial que hizo de la humildad y la discreción su estilo de vida. Junto a nuestras dos hijas, Carmen y Adela, formamos una familia muy unida en la que el amor y la providencia siempre ha sido nuestra guía».

Con una actitud ejemplar y una gran entereza vivió la última década luchando contra una enfermedad que, si bien cuando se la detectaron le dieron seis meses de vida o un año, logró combatirla durante once, cosa que para los médicos ha sido como un milagro, para ver crecer a sus hijas y disfrutar de preciosos momentos en familia que siempre estarán en el recuerdo «como la comunión de las niñas, verlas procesionar con la Cofradía del Cristo de la Providencia, vivir su reinado como fallera mayor y muchos más momentos». «José Vicente siempre decía que Adela era 'hija de la providencia' porque le faltaba un mes para nacer cuando le detectaron la enfermedad».

Tanto Carmen como Adela siempre decían que su padre «trasmitía mucha paz» y así era, ya que cuando le diagnosticaron la enfermedad sus palabras fueron de ánimo, «no quiero que mi enfermedad afecte a la familia, a nuestra vida, a nuestras hijas, seguiremos haciendo una vida normal como hasta ahora». Incluso recuerda su esposa que cuando salían del médico si algo había empeorado siempre decía «no et preocupes, estem penjats de la providència divina».

Empedernido lector, con una gran vida interior, amante del ciclismo, eterno estudiante, ya que le encantaba aprender, siempre estaba con un libro en la mano, apuntaba Carmen, ya fuera de filosofía, química, algún ensayo, historia...

De hecho, es autor de más de 50 publicaciones en revistas internacionales de prestigio en el área de Química Analítica. Además, participó en ocho proyectos de investigación con financiación, dos de ellos dentro del Plan Nacional de I+D.

García Mateo fue galardonado con el Premio Ángel Herrera a la Innovación y Mejora en la Docencia y los Servicios por el proyecto Sistema Coordinado de Gestión de Calidad e I+D+i y recibió una Mención Honorífica en el Premio Ángel Herrera de la Fundación Universitaria San Pablo C.E.U. a la mejor labor de investigación en el Área de Ciencias Experimentales y de la Salud.

Sus compañeros de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia le definen como «una persona noble y honesta. Trabajador y discreto, buen conversador, José Vicente García Mateo fue excelente profesor y compañero».