Los municipios costeros se blindan para evitar aglomeraciones y fiestas

El recién estrenado mes de julio va a convertirse en una prueba de fuego para los municipios de la costa valenciana en lo que a la lucha contra el Covid se refiere. Aumenta la llegada de turistas y muchos ayuntamientos han decidido blindarse para evitar que el virus pueda volver a hacer mella. Evitar aglomeraciones para evitar los contagios masivos. Ese es uno de los principales objetivos a cumplir y que los municipios tienen marcado a fuego.

En Sagunto, en el Camp de Morvedre, cerrarán el acceso a la zona del Pantalán del Puerto de Sagunto para evitar multitudes. Desde el consistorio explicaron además que están reforzando la vigilancia policial durante todos los fines de semana con controles de droga, alcoholemia y control de botellón.

Para evitar que se acumule gente en las playas, en Canet d'en Berenguer seguirán parcelando la arena. Remarcan que es la única medida que tienen para evitar las aglomeraciones en la costa junto con la vigilancia policial y los informadores.

En Gandia, en la comarca de La Safor, la Policía Local realizará controles por las zonas de playa donde sospechan que podrían reunirse jóvenes.

Lo mismo sucede en Cullera, en la Ribera Baixa: «Hay controles preventivos desde hace varias semanas. La intención es evitar botellón y para eso laPolicía Local tienen unas pautas de trabajo establecidas».

En la comarca de la Marina Alta, Dénia tiene desplegado un dispositivo especial desde de San Juan y lo va a mantener en verano. Durante el día el punto de mira estará en el litoral y por las noches en seguir controlando las fiestas privadas. También se vigilará la hostelería y el ocio nocturno, así como donde han detectado botellones.

En Calp, se intensificarán los controles tras haber recibido en la segunda quincena de junio 110 quejas vecinales por ruidos, que se tradujeron en 32 sanciones. También quieren frenar los botellones tras haber puesto siete denuncias por consumo de alcohol en la Cala del Racó, las playas y la base del Peñón de Ifach.

Xàbia cuenta con el dispositivo del fin de semana, pero reforzado. Las tareas de control se llevan a cabo destinando más efectivos dentro de sus posibilidades, pues no se puede incrementar la plantilla durante el periodo estival. En cuanto a las fiestas privadas, los agentes sólo podrán denunciar por quebrantar la ordenanza de convivencia.

Más hacia el sur, en la Marina Baixa los controles se están realizando desde principios de verano, «como todos los años». En Alfàs del Pi, «se doblan turnos y se hacen controles alternativos parando al tráfico en accesos a la playa y zonas de ocio». El refuerzo policial, explican, se realiza los fines de semana, «por suerte, aquí no hay turismo de botellones, toquemos madera».

En la Vila Joiosa, «lo de los botellones lo llevan controlando todo los viernes, sábados y domingos desde que se levantaron las restricciones del estado de alarma», explican desde el consistorio.

Apuntan además que hay un refuerzo de cuatro patrullas esos días, unidad canina y vigilancia aérea con dron, «sobre todo para vigilar zonas de difícil acceso».

Por su parte, en Benidorm remarcan que la zona de playa «es sagrada, aquí nadie viene a hacer botellones, no son nada habituales, todos saben que es para bañarse y tomar el sol». Aún así, el operativo policial de verano está en marcha hace semanas.

Pese a que los números de contagios han aumentado en los últimos días, El sector turístico sigue dando síntomas de recuperación. De hecho los resultados de la encuesta realizada por Turisme Comunitat Valenciana, las previsiones para todo el litoral de la Comunitat se estiman en un 57,2% de ocupación, un 26,8% más que en 2020. Los datos del sondeo muestran que los hoteles del litoral de Castellón prevén alcanzar el 51% de ocupación. Por su parte, el litoral de Valencia prevé ocupar el 59,6% de sus plazas hoteleras y Alicante un 61,3%.