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Más de 35.000 valencianos han fallecido desde 2015 mientras esperaban que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas les pagara las ayudas a la dependencia ... . El marido de María Escobar, Antonio Bort, ha sido uno de ellos. Murió hace ahora cinco años y la familia todavía no ha cobrado lo que le fue reconocido en su día.
Antonio Bort estuvo varios meses en cama impedido y se le reconoció la percepción de una ayuda. Pero falleció antes de empezar a cobrarla. Ahora sus herederos -su mujer e hijos- tienen derecho a percibir la cantidad adeudada. Pero ya han pasado casi cinco años y siguen sin cobrar.
Lo más grave es que los técnicos les han reconocido que tienen derecho a cobrarla pero el ingreso que tanto esperan no termina de llegar. Llevan tanto tiempo esperando que María -que ya tiene 88 años- empieza a sospechar que todos son excusas de mal pagador. «En el Ayuntamiento de Catarroja me han dicho varias veces, y tras mucho insistir, que ahora sí que me lo van a pagar. Pero pasan los meses y continuamos sin recibirla», indica algo indignada María Escobar.
«Murió antes de cobrar un duro», afirma María que ahora continúa a la espera de percibir estas subvenciones. «Me lo gasté todo en ayudarle», explica. Compró un 'taca-taca' para que tuviera algo de movilidad, una grúa para levantarlo y trasladarlo de un sitio a otro y una silla de ruedas para poder sacarlo a la calle. Todo esto se fue comiendo el patrimonio familiar. «Cualquier cosa que le hacía falta se la comprábamos», asegura María «pero se murió sin cobrar».
Y cuando su esposo finalmente falleció «me quedé sin marido y sin nada para comer». María tiene ahora una pensión de apenas 600 euros. Afortunadamente cuenta con la ayuda de sus hijos. Pero recientemente ha tenido que «mal vender» un pequeño piso de su propiedad para poder seguir adelante.
«Todo lo que teníamos se fue para pagarle lo que le hacía falta. Toda la vida trabajando para esto», aclara la viuda. Incluso llegaron a ingresarlo en una residencia que costaba cerca de 1.800 euros mensuales. Fue cuando ya no podía estar en casa donde hasta entonces había permanecido acompañado por un cuidador. Ahora esperan que la Conselleria de Igualdad les abone los 30.000 euros que les adeuda «pero todo son pegas y así han pasado cinco años».
El dinero no acaba de llegar y como excusa les están pidiendo una documentación que ya han entregado. «Ahora me reclaman una y otra vez papeles que tienen ellos», señala María.
«Les hemos hecho llegar toda la documentación. Incluso facturas de los utensilios que compraro», destaca Ana Gil, la abogada de la familia, y empiezan a pensar que sólo se están buscando excusas para retrasar el pago.
«No sólo piden papeles repetidos que ya tienen desde hace tiempo sino que nos demandan datos que también están en su posesión, como la cuenta del banco en la que tienen que hacer el ingreso», resalta Gil.
«La pelota se la pasan de uno a otro pero no terminan de pagar», añade María que recuerda que también se entrevistó con el alcalde. Pero con el mismo resultado.
Además, en la documentación se les dio un teléfono y un correo electrónico al que podían dirigirse para conocer el estado del expediente. «El primero no lo cogen nunca y el mail no lo contestan pese a los distintos correos que se les han enviado», apunta Ana Gil.
En listas de espera para serles reconocido su grado de dependencia, con fecha dos de noviembre, siguen todavía 13.556 personas a los que hay que sumar los más de 35.000 fallecidos sin cobrar. No en vano la Conselleria de Igualdad es la que más quejas acumula ante el Síndic de Greuges. El 34,95%, más de una de cada tres, está relacionada con el departamento que dirige Monica Oltra.
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