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María Enrique, con dos voluntarios, en su casa tras recibir un microondas y vitro. LLUNA JORGE

Las neveras gratis llegan a Albal y Catarroja desde el norte

Una cadena de solidaridad que se inicio hace una semana lleva a Rodrigo, Cristina, Ismael y Sorín a distribuir electrodomésticos donados por almacenes de La Rioja y Navarra entre los afectados por la riada

Lourdes Martí

Valencia

Lunes, 18 de noviembre 2024, 01:09

Llaman al timbre de Amelia. Son las 9:30 horas. Abre la puerta de su planta baja en Albal y se encuentra una cara conocida, la de Luis, vecino y propietario de la cafetería, La Villa, junto a él, Rodrigo, a quien no conoce. «¿De verdad?», responde. Le acaban de ofrecer electrodomésticos. Ella lo ha perdido todo. Su casa y también su lugar de trabajo, una tintorería que se encuentra en la calle paralela.

Aseguran que fue una «cadena de casualidades» la que llevó a Rodrigo, Sorín, Cristina e Ismael hasta la zona cero de la DANA. Sin embargo fue una ola de solidaridad. La misma que ha llevado renombrar un puente o una calle en distintos lugares para agradecer el apoyo de miles de ciudadanos anónimos que se han volcado con las personas afectadas por la riada.

La DANA arrasó la casa de Amelia, que recibe agradecida los electrodomésticos. R.L.

El primero nació en Burgos pero está afincado en Logroño desde hace años, a raíz de unos amigos conoció a Sorín, que es de Islallana, un municipio de La Rioja que a su vez conoce a los otros dos protagonistas de esta historia que son de Clavijo, pueblo de la misma comunidad autónoma. A todos ellos les une de un modo u otro Sergio, de Calahorra, que hace una semana acudió por su cuenta a Albal a ayudar donde conoció a Luis. Al regresar comentó la situación de esta localidad de l'Horta Sud y del resto y el círculo se cerró este pasado fin de semana.

Llegaron el sábado de madrugada don dos furgonetas cargadas de electrodomésticos, vajilla, material de limpieza y también alimentos para realizar 200 bocadillos y bolsitas de chuches para alegrar a los pequeños. Lo repartieron entre Albal y Catarroja.

Frigoríficos, microondas, ventiladores, vitrocerámicas, termo ventilador, licuadoras, exprimidores, radiadores y deshumidificadoras fueron los electrodomésticos que volvieron a dar vida a muchas cocinas en las que sólo quedaban azulejos en las paredes y poco más. «El Leroy Merlin y Alcampo de Logroño y el Brico Depot de Viana, que pertenece a Navarra pero linda con La Rioja, nos han suministrado todo esto para que lo repartamos de manera responsable».

«Antes de esto, tenía de todo, no me faltaba de nada... que hayáis venido vosotros es un regalo de Dios»

María Enrique

Vecina de Catarroja, 84 años

Tras Albal tomaron los vehículos y se marchan a Catarroja. A la altura de la calle Esteban Paluzié, paran. Los vecinos continúan quitando barro y limpiando sus casas y portales mientras en las paralelas, distintos camiones trabajan en el saneamiento del alcantarillado. Las furgonetas llaman la atención. «Hola, ¿qué necesitan?», pregunta Cristina. «Nos hemos quedado sin nada», responden. A continuación, sacan una vitrocerámica y una cafetera: «Ay, pero qué alegría. Voy a tomarme un café. ¡Cuánto tiempo sin probar uno!. Muchas gracias, de verdad. Por cierto, ahí vive la señora María, está sola y se ha quedado sin nada también. Seguro que agradece la ayuda».

Tiene 84 años y nada más entrar en su casa, fotografías de Juan Pablo II. Le ofrecen un microondas y una vitrocerámica. También una vajilla: «Ay, muchas gracias. Es que me he quedado hasta sin eso, mirad, me han traído de cartón. Muchas gracias, si no fuese por vosotros, por los voluntarios no sé qué habría sido de nosotros. Yo tengo dos hermanos pero son mayores, tienen 88 años y claro, no van a venir. Además viven en un cuarto piso y no les funciona el ascensor. Yo confío mucho en Dios y esto es un regalo de él». Se escucha un «hola». Son Raquel, Laura y Joan. Son de Valencia, las primeras, mellizas, tienen 30 años, su hermano, 20. «Vienen a ayudarme, esta juventud vale millones», dice María. Una vecina asoma la cabeza: «¿Ya estás limpiando? Deja de hacerlo, mujer, que no tienes edad para eso. Por cierto, ¿sabes si mañana dan misa en la Iglesia de El Pilar?», la pregunta se queda sin respuesta.

Las casas de Amelia o María, entre otras muchas, empiezan a recobrar vida tras el golpe de la DANA gracias a personas como Rodrigo, Sorín, Cristina, Ismael o Luis.

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