Damián Torres

«A mis hijas les duelen los dedos cuando tienen que escribir»

Ropa térmica, mantas y gorros forman parte del material escolar para soportar el frío en el colegio Sector Aéreo, que ha pasado la fase crítica del temporal sin calefacción por una avería detectada antes de Navidad

Joaquín Batista

Valencia

Martes, 12 de enero 2021, 23:50

Las agujas del reloj avanzan hacia las nueve de la mañana y decenas de alumnos enfilan el acceso del colegio Sector Aéreo de Valencia para vivir otra jornada de frío intenso. En el ambiente 1,8 grados, que no subirán demasiado dentro de las instalaciones. Cinco se han llegado a medir. La vieja calefacción se averió el 21 de diciembre, justo antes de Navidad, y no pudo ser reparada hasta ayer. Desde hoy la rutina será distinta, gélida pero asumible, tras haber pasado la fase más dura del temporal fiando el confort térmico de los niños a forrarlos de ropa. No han faltado las quejas del Ampa y de los padres a título individual -ni escritos del centro- exigiendo una solución que, para las familias, ha tardado en exceso.

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«Las niñas vienen con guantes, chaquetas, ropa interior térmica y doble pantalón. Y gorro, que no se quitan en clase», explica Luis C., padre de dos alumnas y miembro del Ampa. «La mayor también tiene una manta sobre la que se sienta para notar menos el frío, y cuando tienen que escribir sin los guantes les duelen los dedos», explica cuando se le pregunta por cómo han afrontado la situación. Acaba de recogerlas, a la hora de comer, y en las instalaciones permanecen los profesionales de los servicios centrales técnicos del Ayuntamiento que ultiman la reparación.

«Pensábamos que durante Navidad estaría arreglada, y cuando volvimos el día 7 nos llevamos la sorpresa de que seguía sin funcionar, creo que tuvieron suficientes días para encontrar empresas o una solución», lamenta.

«La asistencia a las aulas ha caído, no todas las familias disponen de ropa térmica y hay casos de alumnos con una salud sensible que no podían exponerse a estas condiciones», continúa Luis, que tilda la situación de «indignante». También se refiere a otras deficiencias como la falta de adecuación del acceso de Infantil o la existencia de fibrocemento en las instalaciones.

La llegada de la pieza

Otra de las madres que acude a recoger a la niña mayor se pronuncia en términos similares. «Los tenemos que traer mucho más que abrigados», señala, antes de relatar que le ha contado que han llegado a salir al patio a hacer tareas «porque había mejor temperatura que en clase».

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Desde el Ayuntamiento explican que se trata de un sistema «extremadamente antiguo» y que no había piezas para arreglar la avería, así que se optó por buscar algún elemento parecido para adaptarlo y reponer el servicio, al considerar que una renovación completa implicaría una demora excesiva. La pieza en cuestión se consiguió el sábado y la previsión era que llegara mañana, aunque el envío se adelantó a ayer. Entretanto, el lunes se instalaron dos cañones térmicos en el comedor y el gimnasio, según las mismas fuentes. Por su parte el Ampa denuncia en un comunicado que «desde el 21 de diciembre hasta el 10 de enero nadie hizo nada», ni la conselleria ni el Ayuntamiento, y que la respuesta llegó «tras la protesta de los padres». El tono empleado da idea del hartazgo de las familias.

El frío también se ha dejado notar en el resto de centros pese a disponer de calefacción, al tener que combinarse con la ventilación natural para evitar contagios, lo que merma, y mucho, el rendimiento. «En el mío funciona, pero apenas se nota», explica Carla Montalvà, alumna del instituto de Alberic, que también se pertrecha antes ir a clase: «Como si te fueras a la nieve», ejemplifica, antes de reconocer que le ha costado concentrarse en los exámenes, cuando más nota el entumecimiento de los dedos al escribir sin guantes.

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Las organizaciones representativas de los alumnos se han mostrado críticas en las últimas horas con la falta de adaptación de los centros ante la ola de frío. La confederación estatal de estudiantes Canae emitió un comunicado calificando la situación de «insostenible» y reclamando una mejor preparación. Y desde la federación valenciana Faavem su presidente Quique Martínez lamentó que la dotación de purificadores de aire, que habrían contribuido a un mayor confort térmico, no haya llegado a tiempo.

Estufas y bombas de calor

Como informó LAS PROVINCIAS, sólo un 4% de las aulas valencianas disponen de los aparatos adquiridos por el Consell, hasta el punto de que diferentes ayuntamientos han realizado compras propias para equipar sus centros ante la demora, como es el caso de Finestrat. En este sentido, el sindicato Csif volvió a reclamar ayer este recurso para todas las aulas. Además, pidió formalmente a la conselleria que se refuercen los sistemas de calefacción con estufas y bombas de calor.

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