Un pediatra atiende a una niña en la consulta. José Luis Ros

Pediatría, otro agujero negro de la sanidad pública valenciana con un tercio de sus plazas sin cubrir

La falta de especialistas afecta sobre todo a los centros de salud y supondrá un problema este verano al no haber nadie para sustituir las vacaciones

José Molins

Valencia

Viernes, 14 de junio 2024, 00:56

La falta de médicos en la sanidad pública valenciana es una realidad cada día más palpable. En concreto en la especialidad de Pediatría actualmente en ... la mayoría de centros de salud una de cada tres plazas o está sin ocupar o hay un médico de familia haciendo las funciones de pediatras, porque no hay disponibles. De hecho, en ningún departamento de salud de toda la Comunitat hay un solo pediatra disponible en la bolsa de trabajo para poder incorporarse a trabajar o realizar una sustitución de una baja.

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Esto ya está suponiendo un grave problema ahora mismo, pero lo será aún mayor este verano, porque no va a haber suficientes profesionales para atender a los niños cuando los médicos se vayan de vacaciones. Esto provocará que las consultas se reduzcan a la mínima expresión y que se tenga que echar mano de una de las medidas de urgencia que Sanidad ha anunciado esta semana, la de reducir los horarios de atención al público. Ya no sólo cerrarán por las tardes a partir de julio, como se hace cada año, sino que en esta ocasión acortarán aún más las horas de apertura de los centros.

Hay casi mil plazas de pediatras en Atención Primaria en la Comunitat, de las que en torno a 300 o están vacantes, sin nadie trabajando, o están ocupadas por médicos de familia. Donde más falta de estos facultativos existe es fuera de los principales núcleos urbanos de la región, especialmente en los más alejados. Y sólo en los centros de salud, porque en los hospitales sí que hay suficiente dotación de estos especialistas.

Las ciudades más grandes, como las tres capitales de provincia y las urbes más pobladas sí tienen sus plazas de estos especialistas cubiertas, pero simplemente saliendo al extrarradio, en zonas como Xirivella, Manises, Catarroja, Novelda, Crevillent, Onda o Burriana, entre muchas otras, también hay falta de estos profesionales en mayor o menor medida. Y la situación se agrava en las zonas de interior y más alejadas, como Ademuz, Ayora o Morella. En algunos centros, como el de La Coma en Valencia, llevan un año sin ningún pediatra, al irse los que estaban y no haber ninguno disponible.

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El presidente de la Sociedad Valenciana de Pediatría, Juan Carlos Juliá, calcula que «un 25 o 30% de las plazas no están ocupadas por pediatras, sino que en unas están médicos de familia y otras se encuentran vacantes», asegura, y añade que en la provincia de Castellón el problema se agrava, con un porcentaje superior. «La recomendación de Sanidad es tener un ratio de 900 niños con tarjeta SIP asignada por pediatra, pero están asumiendo más de 1.100 o 1.200 pacientes en muchos sitios», expresa Juliá.

Sobrecarga

En cuanto a los especialistas de familia que ejercen de pediatras, Juliá indica: «No es lo ideal, pero hay centros que es eso o no hay médico. Si estás en una plaza de pediatría te intentas formar y cuando se tiene una duda al final siempre se sobrecarga al compañero porque se preguntan por las dosis o el tratamiento específico», que difiere entre los niños y los adultos, apunta el facultativo.

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Por su parte el presidente de la Asociación Española de Pediatría, el valenciano Luis Blesa, critica que desde la Administración «no se pone solución a este problema» y apunta a que se va a agravar en el futuro: «Los pediatras en Primaria tenemos cierta edad, hay miles de jubilaciones próximas que no tenemos relevo generacional, a los jóvenes no les resulta atractiva la Atención Primaria, prefieren quedarse en los hospitales, que tienen mejor consideración y no hay tanta demanda asistencial, y además se puede investigar. O también se van a la sanidad privada o a otros países a ejercer», lamenta.

Blesa apunta a que las plazas «no se cubren porque las condiciones son malas», y aunque pone de manifiesto la realidad de que hay médicos de familia ejerciendo de pediatras, resalta que «gracias a ellos están salvando la asistencia porque no hay suficientes especialistas, hacen falta más plazas y que salgan más profesionales», indica. Por ello el presidente de la asociación nacional señala que si no mejoran «las condiciones laborales de Primaria, seguirá este gran problema de que faltan médicos para cubrir las bajas, y así este verano va a ser catastrófico, porque no hay ninguno para sustituir. El problema va a ser grande sobre todo en los pueblos costeros, que multiplican la población en julio y agosto», determina.

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En los últimos años ha habido problemas recurrentes para hacer las sustituciones de los pediatras en los centros de salud, pero en esta ocasión se agrava la situación, debido a que por primera vez los MIR aún no están disponibles, al no haber acabado su formación por el retraso que se produjo en su inicio en 2020 por la pandemia. En torno a 50 plazas de pediatras se cubrían cada año durante el verano con médicos que acababan de terminar el último curso del MIR y por tanto ya ejercían como especialistas.

Para este periodo estival el agujero será considerable. Sanidad ha determinado que los MIR de último curso solamente trabajarán de forma voluntaria y siempre con la supervisión de un tutor o un pediatra con experiencia cerca de ellos. Es decir, no podrán hacer funciones ellos solos ni tampoco quedarse sin apoyos en el centro cuando no esté el otro especialista.

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