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Desde hace varias semanas el fondo de las lagunas del área de reserva del Tancat de la Pipa ha vuelto a teñirse de verde, recordando ... a la Albufera de los años 60: un humedal de agua cristalina y lleno de vida.
La razón es que Acció Ecologista Agró y SEO-Birdlife, las entidades que custodian este espacio que es propiedad de la Confederación Hidrográfica del Júcar, han observado el crecimiento de praderas de vegetación sumergida también llamada macrófitos, señal, según los ecologistas, de que esta produciendo una recuperación ambiental del paraje. Esta vegetación es conocida comúnmente como 'asprella'.
En el paraje se están aplicando medidas de gestión específicas, como por ejemplo generar periodos de secado de la laguna, control de las poblaciones de peces invasores o manejo de la entrada de agua y de la vegetación, con el objetivo de recuperar el crecimiento espontáneo de las praderas subacuáticas, considerada como base del ecosistema.
Y es que la aparición de estas plantas acuáticas, aparte de ser un claro indicador de la mejora de la calidad del ecosistema, ofrecen un hábitat fundamental como área de refugio y alimentación para numerosas especies de invertebrados acuáticos, peces, reptiles, anfibios y aves. Además, tienen un papel importante en la mejora de la calidad del agua, ya que absorben nutrientes, proporcionan oxígeno, favorecen la sedimentación de sólidos en suspensión y atenúan el oleaje provocado por la acción del viento, reduciendo así la erosión de las orillas y motas.
Aunque no es la primera vez que la vegetación subacuática crece, los muestreos realizados por el equipo de investigación de Ecología Integrativa del Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva de la Universitat de València ha confirmado una superficie máxima histórica de de 3,75 ha, alcanzando alturas de casi 30 cm. En total se han identificado tres especies indicadoras de buena calidad del agua.
Por otro lado, técnicos del Instituto de Ingeniería del Agua de la UPV han reconocido la excelente calidad del agua gracias al efecto depurador de las parcelas de humedal artificial por donde pasa el agua.
Según las organizaciones ecologistas, los resultados confirman una dinámica de recuperación iniciada hace años dando lugar a los periodos de 'fase clara'. Esto implica la aparición de crustáceos planctónicos (pulgas de agua) que depredan sobre las algas verdes y devuelven la transparencia al agua.
Según los técnicos de SEO-BirdLife y Acció Ecologista-Agró, «esta situación evidencia la gran capacidad de recuperación de los humedales cuando reciben aportes de agua de buena calidad». Todo un signo de lo que podría ser la Albufera.
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