La nueva planta de residuos sanitarios de Buñol iniciará de urgencia las obras

La declaración de impacto y la licencia ambiental concedida por la Conselleria de Emergencia Climática han dado luz verde a la construcción de la nueva planta de residuos sanitarios en Buñol. Las obras, según explicaron fuentes municipales, comenzarán en breve y de forma urgente. Los anteriores propietarios, de hecho, están ya vaciando las dos naves que se encuentran en la parcela.

La planta será la mayor de la Comunitat para el tratamiento de estos residuos con una capacidad cercana a las 3.000 toneladas anuales. Además, será la única capaz de albergar desechos de tipo IV, es decir, con restos tóxicos y químicos.

La capacidad de almacenamiento de la nueva instalación supera las 24.000 kilogramos; 12.960 kilos de residuos de tipo III (como mascarillas o trajes de protección individual) y 11.340 de tipo IV.

Está previsto, según los planes de la empresa, que las obras de remodelación de las dos naves se alarguen durante unos tres meses y supongan una inversión de 100.000 euros. La planta creará 26 puestos de trabajo.

En cualquier caso, es muy difícil que la nueva instalación pueda aliviar en un plazo corto de tiempo la necesidad que tiene la Comunitat de centros de tratamiento de residuos sanitarios ante la avalancha producida por la pandemia. Estos desechos se acumulan en los hospitales y tienen que ser desviados a otras comunidades o incluso fuera de España para ser tratados o eliminados.

La Plataforma de Aire Limpio de la Hoya de Buñol-Chiva ha mostrado su «profunda decepción» y su «rechazo» a la decisión del ayuntamiento «de dar vía libre» a la planta.

La organización ecologista consideró «desalentador» que Buñol sea «destino casi exclusivo» de empresas que son generadoras de contaminación en lugar de «iniciativas sostenibles, regeneradoras y saludables». En concreto se refieren a fábrica de reciclajes de aceites, de plásticos, instalaciones de vertidos u otras que provocan malos olores.

En un comunicado, la Plataforma duda que la nueva planta suponga una fuente de riqueza para la población. Consideran que «está por ver» si los puestos de trabajo serán ocupados por vecinos de la localidad.

Consideran que es mayor el riesgo de que se «ponga en peligro la diversidad más cercana si como refleja la Declaración de Impacto Ambiental esta será ubicada en una zona inundable y por tanto de ser arrastrados (los desechos) hasta la población especialmente los residuos químicos almacenados de tipo IV en caso de fuerte temporal con lluvias torrenciales».

También se refieren a que estos restos no se van a incinerar en Buñol, pero «pasar el problema a otra región donde se coincineren tampoco es la solución».

La Plataforma Aire Limpio realiza una reflexión y se pregunta si no ha llegado el momento de «pensar en las enormes posibilidades que tiene Buñol (...) de albergar iniciativas sostenibles» y dejar de ser «la despensa y el crematorio de todos los residuos y desechos generados en su mayoría en las grandes ciudades». Critican que lo «fácil» es lo que ha hecho ahora el equipo de gobierno en lugar de «dotar de actividades de valor».