Fallece Mari Carmen Barea, presidenta de la Asociación de Vecinos de Benimàmet

La dirigente vecinal, cuyo funeral se celebrará este domingo a las 10 horas en la parroquia de San Vicente, en su Benimàmet, deja marido, Julio, una hija, Natalia, un nieto, Bruno, y una nieta que nacerá en noviembre y que se llamará Carmen, como su abuela. No hay lucha que Barea no quisiera pelear. «Ha sido una grandísima mujer, no entiendes por qué pasa esto, pero ella siempre quiso luchar. Yo le decía que se dejara la asociación porque estaba enferma y ella me decía que no, que la evadía», cuenta, con la voz rota, su hermano, Enrique Barea. Su amiga Carmen Francés asegura que era «una persona superquerida por todo el mundo, muy luchadora».

Bien lo saben las dos últimas concejalas de Participación Vecinal del Ayuntamiento, para quien la presidenta de Benimàmet siempre fue una pieza importante, alguien a quien consultar, porque contaba con un «sentido de la equidad brutal», tal como explica Vicente Peris, alcalde pedáneo del pueblo. María José Ferrer San Segundo, visiblemente afectada, dice a LAS PROVINCIAS que Barea era «una gran mujer, una gran luchadora, constante y entregada a las necesidades de Benimàmet, con mucho coraje y capacidad de diálogo».

Hasta la alcaldesa, María José Catalá, que en verano empujó ella misma la silla de ruedas de Barea durante la presentación de la nueva pasarela peatonal entre Benicalap y Benimàmet, ha expresado su pesar en un mensaje en la red social X: «Consternada por el fallecimiento, era una luchadora. Trabajó por Benimàmet hasta el último día y era, sobre todo, una gran persona».

La concejala Elisa Valía, por su parte, que la trató mucho durante la reivindicación de Benimàmet de más equipamiento público en un solar que la Generalitat quería destinar a centro de menores, asegura que Barea «estaba comprometida con el pueblo y con fortalecer la cohesión de las entidades del barrio».

Se la echará de menos, también, en la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia. Su vicepresidente, Toni Plà, destaca de Barea «su dedicación al trabajo por el buen común hasta el último momento». «Nunca ha dejado de trabajar por su barrio y poca gente se quita tiempo personal para pelear por sus vecinos y vecinas», valora.