ada dasí
Jueves, 30 de junio 2022, 00:20
Familiares y amigos de Francisco Piquer, le dieron ayer el último adiós en su pueblo natal. Forofo del fútbol, con su hermano Nando, que falleció hace seis años, eran conocidos como 'els bessons de Rafelbunyol' por su afición al deporte rey y más concretamente al Valencia CF y a la selección española. Paco estaba a punto de cumplir 93 años de edad y estaba delicado de salud. Desde que se conoció su fallecimiento, han sido numerosas las muestras de cariño que se han dejado ver en las redes sociales del municipio, lamentando su pérdida. Atrás quedan los años en los que la singular pareja no se perdía ni un entrenamiento, ni un acto, ni un partido del conjunto che al que seguían allá por donde iba con un particular atuendo que los hacía inconfundibles. Siempre llevaban gorras, chaquetas, chubasqueros o bufandas, todo con el escudo que tanto sintieron. La edad no fue una barrera para dar rienda suelta a su afición y, durante décadas, siguieron haciendo lo que más les gustaba. Como buenos agricultores en ocasiones solían llevar a las instalaciones del club de Mestalla cajones de naranjas u otras frutas de la huerta para celebrar los nuevos fichajes del equipo o simplemente por gusto para regalárselos a los jugadores, haciendo gala de la simpatía que les caracterizaba. «No solo llevaban fruta a a los jugadores sino que la utilizaban como obsequio habitual» recuerdan sus amigos. También eran aficionados a los bous al carrer y muy conocidos entre los que viven con intensidad los festejos taurinos. El Valencia CF no se olvidó de Paco y al enterarse de su fallecimiento emitió un comunicado en el que lamentaba su pérdida. «Toda una vida al lado del Valencia CF, junto a su hermano Fernando, que ya nos dejó en 2016», señaló. Paco, junto a su 'bessó', era muy conocido en el pueblo, donde se le tenía mucho cariño. En su casa de la avenida Magdalena no faltaban las banderas del Valencia y de la selección española ondeando para mostrar su pasión por este deporte que se convirtió en una verdadera forma de vida. Además, era un hombre muy extrovertido y simpático al que no le costaba relacionarse con la gente. Familiares y amigos pudieron despedirse de Paco Piquer en la misa celebrada ayer, en la que se le dio el último adiós y donde se mostró la admiración y el cariño que despertó entre los que lo conocieron durante su vida.
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