En memoria de Miguel Burdeos

Componer los párrafos de tu obituario no es una tarea fácil, porque tengo el corazón prieto y los dedos encogidos. Ricardo Miguel Burdeos Baño de nombre completo y para mí solo Miguel.

Esta noticia, que nos ha tenido con el alma en vilo días y días, no debe tener que ver con tu esplendido currículo vital.

Cada uno de nosotros creo que tenemos dos vidas. - Una profesional, académica y social con los ojos de la actualidad, y otra íntima, más personal que se queda en el ámbito de tu familia y de quienes te conocen en otros caminos.

De la profesional supongo, sé que serán muchos los que dirán hasta qué punto estabas entusiasmado con la Agencia Valenciana de Innovación y cómo a través de ella buscabas la anhelada sinergia entre lo científico, lo tecnológico y finalmente con proyección en lo empresarial.

Era pasar del papel de lo deseado a la realidad. Esa misma dinámica esperabas de los poderes públicos y ello sin generar más impuestos para lograr más ingresos.

¿Pero qué estoy haciendo?

Esto es una carta abierta que algunos llaman obituario o necrológica y no un discurso de cara a una reunión de la CEV, así que dejemos eso para quienes mejor te conocían en ese ámbito.

Mi mujer y yo hemos pasado horas esperando veros a Amparo y a ti con los brazos de un abuelo orgulloso llevar a tu nieta arropándola en las horas tardías de la Ofrenda interminable, rezando supongo a esa Virgen a la que todos amamos.

A veces os hemos seguido para veros más de cerca y el brillo de los ojos de tu familia, entregada a ese ritual, nos ha devuelto la fe en los otros.

Ahora no lo sabes, o quizás sí desde donde estés, pero «el tots a una veu» se ha hecho realidad ante las entregas de recursos materiales de voluntarios anónimos y sé que te sentirás orgulloso por ello.

Lo inesperado de tu ausencia eterna ya ha herido el corazón de quien te quiere y tu mujer y tus hijos destilan dolor ante lo incomprensible de esta ausencia. Seguirás presidiendo tu Consejo familiar y quienes te mencionen deberán hacerlo, como estoy seguro de que lo harán, con amor, cariño y respeto.

Ha sido una dejada en la red imposible de alcanzar.

El fruto de Amparo y tuyo está ahí y tus hijos sabrán honraros, honrarte, como te mereces.

Nadie escribe el futuro por mucho que nos empeñemos. Lo que ha venido ha sido inesperado, de golpe, sin avisar. Frente a eso nada se puede hacer. Solo rogar que sirvas de ejemplo a los que te siguen. Que el paso del tiempo serene el alma y que nos haga pensar a todos lo débiles que somos.

La honestidad de tu vida y tu ejemplo han de servirnos como espejo donde la vanidad del éxito no oscurezca la verdad de una vida dedicada al trabajo.

Tu familia y tus amigos te honran. Eres un referente y así será.

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