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Eva Pérez
Valencia
Martes, 29 de agosto 2023, 23:12
El empresario Eduardo Bernabeu Galbis ha fallecido a los 90 años. Pionero en la industria textil en Ontinyent y un referente, tanto en el ámbito textil local y comarcal como en el cultural, tuvo un papel muy destacado en la creación del Museo del Textil, junto a Enrique Terol (fundador de Manterol).
Eduardo Bernabeu fundó tres empresas –Eduardo Bernabeu, Bereti y Encarte, dedicadas a la fabricación de productos textiles y de papel-cartón y a la impresión digital–. La firma que lleva su nombre nació en 1957. Su aportación, y la de sus hermanos, para el desarrollo de la industria textil fue clave, ya que se dedicó a 'les cantonades' textiles o el picaje de cartones para dibujos en tejidos, una especie de tarjeta de computación donde se informa al telar de dónde debe ir cada uno de los miles de hilos. Con ello, el abanico de posibles diseños para textiles creció exponencialmente. En los años 90, la empresa estaba en el podio mundial de este sistema.
Y su origen, curiosamente, nace en la época en que Eduardo realizó el servicio militar en Capitanía, en Valencia. Por las tardes, se dedicaba a dibujar en plumilla, algo que le gustaba y que descubrió que se le daba bien. Cuando se licenció, volvió a trabajar en el taller de su padre. Se encargaba de vender sus productos y se dio cuenta de que eran los mismos que ya tenían en otros comercios, ya que los diseños venían en esos tiempos de Barcelona. De ahí que se propusiera crear sus propios diseños con una inversión inicial de 105.000 pesetas que le prestó su padre. Con ello compró un 'piano electromecánico' y ahí comenzó a introducir el arte en el mundo textil.
Empezó con dibujos de mantas –el producto estrella de Ontinyent en esta época–, luego lo amplió a toallas, alfombras, colchas, tapicerías... y logró armar una empresa con medio centenar de empleados e incluso dar el salto al extranjero, ya que se abrieron fábricas en México o Puerto Rico.
El punto de inflexión, junto a la visión de Eduardo, fue la introducción de un escáner, en el año 1975, una auténtica revolución que este empresario inició desde Ontinyent –sólo en Alemania funcionaba otro sistema similar–. El secreto de su éxito nace de su carácter, que él mismo definió en una entrevista para la feria Textil-Hogar: «Personalmente me acuso de ser un perfeccionista, me gusta repetir las cosas hasta que salen bien y a mi gusto; deseo ir siempre en vanguardia respecto a ideas e iniciativas, intento adelantarme en el tiempo. Y finalmente pienso que soy un enamorado, diría que un apasionado, de mi trabajo».
Precisamente, de su pasión surgió la idea de editar un libro, en 2014, que tituló 'Las mantas, cobijo de un pueblo', donde volcó su experiencia y sus vivencias sobre el momento de eclosión de la industria textil en Ontinyent, especialmente en la segunda mitad del siglo XX. «He sido punto de referencia y creo que he ayudado a potenciar muchas industrias», reconoció en la citada entrevista a modo de balance ya al borde de la jubilación.
El apellido Bernabeu es sinónimo de vinculación con la cultura y el desarrollo de Ontinyent. De hecho, a inicios de los 60 Eduardo formó parte del equipo que sacó la revista 'Escala', que aglutinó a gente joven y inquieta del pueblo como Joan Fuster, con quien compartió pensión en la calle del Mar de Valencia durante el servicio militar.
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