Muere Jesús López Llorens, expresidente de la Asociación Gremial del Taxi de Valencia

«La vida de un hombre discurre hacia delante, pero solo se logra entenderla mirando hacia atrás. Y es por ello que, cuando uno hace un alto en el camino, es inevitable echar la mirada atrás para contemplar a lo que se está unido». Estas sabias palabras las redactaba hace escasamente dos meses Francisco Jesús López Llorens, conocido como Jesús por todo el mundo. Un hombre que dedicó su vida al sector del transporte público y que defendió como nadie los intereses de los taxistas. Un hombre de familia, amante de la música, del Valencia CF y del deporte en general, aunque solamente practicaba la natación y el frontón.

Quienes le conocieron señalan su «excelente personalidad, su jovialidad, su buen sentido del humor, así como la generosidad que le caracterizaba». Amigo de sus amigos, muchos son los que deja a sus 85 años de edad, amigos por toda España, incluso en Costa Rica, amigos que viajaron a su funeral o llamaron para expresar sus condolencias. Y es que Jesús estuvo muy involucrado en el sector. No solo porque empezara a trabajar en el sector en el 59 y obtuviera su primera licencia en 1971, comenzando lo que sería su empresa de taxi que llegaría a tener cuatro licencias y chóferes a su cargo, sino porque en su afán de defender los intereses de sus compañeros y los propios ostentó la presidencia y vicepresidencia nacional de la Unión de Asociaciones del Taxi de la Comunitat Valenciana, así como de la Asociación Gremial de Valencia desde 1978 hasta su jubilación en 2005.

Jesús también estuvo en diferentes cargos representativos de la Cooperativa Valenciana de Taxis de la Mutua de Seguros, de la Mutua Patronal y de la Junta Directiva de La CEOE en el comité ejecutivo de Cepyme de la CEV y de Cepymeval desde su fundación. También durante 22 años estuvo presente en el Comité ejecutivo de Cámara Valencia.

Su labor le llevó a conocer a muchas personas desde su Majestad el Rey pasando por diversos presidentes del Gobierno, políticos autonómicos y locales, así como empresarios. Con todos ellos siempre trabajó en beneficio del sector porque, como él bien decía, «siempre defenderé los intereses del taxi porque lo llevó en la sangre. Mis padres me enseñaron a ayudar a todo el mundo y a no odiar porque la vida es muy larga para odiar y muy corta para amar». Sin embargo, Félix no solo tuvo como otro gran amor a su familia. Y es que estuvo casado 62 años con Milagro Sanjosé y con ella tuvo tres hijos Mila, Cristina, Jesús (que falleció en un accidente en Costa Rica) y Gloria (su nuera que siempre se comportó como una hija). «Mi padre le pidió la mano de mi madre a mi abuelo con tan solo cuatro años. Desde entonces siempre han estado juntos, se casaron y formaron una excelente familia. Con nosotros jugaba, nos contaba cuentos y se había convertido en el abuelo favorito de sus cinco nietos», explican sus hijas.

Devoto de la Mare de Déu, viajar y la música eran otras pasiones que practicaba regularmente. De hecho fue fundador de la Agrupación Artístico Musical de Tavernes Blanques.