Fallece la primera presidenta de la Federación Española de Gimnasia

Nacida en Madrid el 11 de octubre de 1945, Carmen encontró su pasión por la gimnasia desde temprana edad. Se licenció como Profesora de Educación Física en 1966, un logro notable en una época donde pocas mujeres accedían a estudios superiores en disciplinas deportivas. Junto a Manuela Fernández del Pozo, obtuvo los títulos de Jueza y Entrenadora de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) en 1974.

Ese mismo año, Carmen fue seleccionada por la Federación Española de Gimnasia (FEG) como entrenadora del equipo nacional de gimnasia rítmica. Su carrera en la gestión deportiva alcanzó su cúspide en 1984 cuando se convirtió en la primera mujer en presidir la FEG, un cargo que sostuvo hasta 1991. Bajo su liderazgo, la gimnasia rítmica española no solo se consolidó a nivel nacional, sino que alcanzó renombre internacional.

En Alicante, ciudad en la que ha vivido sus últimos años, Carmen impulsó la creación del Centro de Tecnificación de Gimnasia, un hito significativo en la promoción y desarrollo de la gimnasia en la Comunidad Valenciana. Su gestión fue crucial para el desarrollo del deporte en España, sentando las bases para que el país lograra su primera medalla olímpica en gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

Carmen Algora también fue pionera en la lucha por la igualdad de género en el deporte, siendo la primera mujer en presidir una federación deportiva en España. Su figura tuvo una relevancia significativa en el contexto de la lucha feminista de la época, rompiendo el «techo de cristal» en un sector dominado por hombres y demostrando que las mujeres podían desempeñar con éxito funciones de alta responsabilidad.

Además de sus logros en el ámbito deportivo, Carmen fue la primera presidente de la Unión Iberoamericana de Gimnasia (UIG), miembro del Comité Olímpico Español y de la ejecutiva de la FIG y del Consejo Superior de Deportes. En 1992, fue reconocida con la Medalla de Plata al Mérito Deportivo.

La vida de Carmen Algora de Sanjuan es un testimonio de lo que se puede lograr con esfuerzo y convicción. Su legado perdurará en cada rincón de los gimnasios de España y más allá, en cada atleta que sueña y trabaja por alcanzar sus metas. Hoy, mientras recordamos y celebramos su vida, sentimos una profunda gratitud por su pasión, determinación e incansable trabajo por la gimnasia y por las mujeres en el deporte.

Carmen Algora de Sanjuan, la «Dama de Hierro» de la gimnasia española, descansa hoy, dejando un vacío imposible de llenar pero también una herencia de lucha, dedicación y amor por el deporte.