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EUROPA PRESS
VALENCIA
Sábado, 22 de febrero 2020, 12:33
Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) recogió durante el pasado año un total de 8.580 objetos perdidos por los usuarios u usuarias de Metrovalencia y el TRAM d'Alacant (6.823 y 1.757, respectivamente). Entre ellos, máquinas de escribir, barbacoas y un estetoscopio.
Estos datos suponen que se olvidan 18 objetos de media al día y 568 por mes. Los enseres son guardados, como mínimo, un mes en las estaciones donde se custodian y otro mes en las instalaciones de València Sud. Transcurrido este periodo de tiempo, si sus dueños y dueñas no lo han reclamado, se entregan a la Policía Local de Valencia, ha informado la Generalitat en un comunicado.
Los objetos que más aparecen en los metros y tranvías de València y su área metropolitana son, por este orden, carteras y monederos, documentación (DNI, pasaportes, permiso de conducir, tarjeta sanitaria, etc.), llaves, mochilas, teléfonos móviles y gafas.
Además de la pérdida de objetos habituales, llama la atención que los usuarios y usuarias se olviden de artículos como bicicletas, muletas, maletas, dosis de insulina, sillas de oficina o de ruedas, carros de bebé, máquinas de escribir, sombreros, cámaras de fotos, disfraces, uniformes de camarero, recetas e informes médicos.
Los artículos no se hallan de manera homogénea durante el año, sino que existen épocas más propicias para perder determinados objetos. Así, en diciembre y enero, el personal de FGV encuentra más tarjetas bancarias por las compras de Navidad; en marzo, por Fallas, cualquier tipo de objetos; en mayo, con la llegada del buen tiempo, las gafas de sol se quedan en los asientos vacíos y, en octubre, cuando el mal tiempo hace su aparición, los paraguas, bufandas y guantes tienen que ser retirados asiduamente.
Los meses en que más artículos se extravían son marzo, diciembre y noviembre, seguidos de octubre, enero y mayo. Cuando menos objetos se pierden es en agosto, junio y julio, meses en que existen más periodos vacacionales entre los trabajadores y trabajadoras y estudiantes y el número de clientela de FGV se reduce respecto al resto del año.
También se olvidan décimos de lotería, pienso de animales, escrituras de piso, denuncias de la Guardia de Civil y del Juzgado, justificantes de apuestas deportivas, libros de autoescuela, electrónicos o 'best sellers' de todo tipo, barbacoas, jaulas con pájaros, audífonos, catalejos, bastones plegables para ciegos y hasta instrumentos de auscultación, como un estetoscopio.
Los objetos que más aparecen en los trenes y tranvías de Alicante y su área metropolitana son, por orden, tarjetas de transporte, carteras y monederos, mochilas, llaves, documentación (DNI, pasaportes, permiso de conducir, tarjeta sanitaria, etc.), gafas o fundas, teléfonos móviles, carpetas, paraguas y bolsos.
Además de la pérdida de objetos habituales, los usuarios olvidaron bicicletas, muletas, bastones, ordenadores portátiles, tablets, maletas, carros de bebé o de compras, cascos de moto, radiografías e informes médicos, sombrillas y hasta sillas elevadoras infantiles para los niños y niñas.
En el caso de Metrovalencia, gracias a los protocolos establecidos por FGV para la gestión y custodia de objetos perdidos, la recuperación de un objeto por parte de su dueño durante el periodo que está registrado en FGV se cifra en un 33,6%, lo que en 2019 ha supuesto 2.224 objetos.
El porcentaje restante es entregado a la Policía Local de Valencia o trasladado a un punto verde o de reciclaje, si se trata de objetos en evidente estado de desgaste o deterioro.
En cuanto al tiempo que se tarda en recuperar un artículo, varía si existe algún elemento identificativo o el cliente lo reclama; si es así, especialmente cuando se trata de un objeto de valor, se suele retirar incluso la misma jornada de su pérdida.
Las estaciones con Espai del Client (Colón y Xàtiva), los Centros de Atención del Cliente de Benimaclet y Aeroport, y los Punt del Client (Àngel Guimerà, Empalme y Mislata) son los puntos de entrega y de recogida por parte de las personas usuarias en una primera fase, antes de ser trasladados a la sede central de València Sud.
Transcurrido un mes, los objetos son recogidos y llevados a una dependencia de València Sud para intentar localizar al dueño, dar de baja para su reciclaje según su estado o bien entregarlos a la Oficina de Objetos Perdidos de Valencia transcurrido otro mes. Se distinguen los objetos de valor para darles un trato especial en la cadena de custodia, acompañando fotografías y utilización de caja fuerte.
Los documentos oficiales (DNI, pasaportes, etcétera), son entregados a la policía en la mayor brevedad para intentar localizar a su propietario o propietaria. Las tarjetas bancarias son destruidas a fin de no ser manipuladas, evitando «riesgos innecesarios».
Del resto de objetos que permitan localizar a su dueño o dueña, se realizan seguimientos y pequeñas investigaciones por parte del personal de Atención al Cliente para conseguir entregarlos.
En cuanto al dinero en metálico recogido de carteras, bolsos o monederos que no ha sido recuperados, FGV los entrega a entidades benéficas para ayudar a sufragar sus gastos.
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