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I. D.
VALENCIA.
Lunes, 6 de agosto 2018, 00:19
La detección de aluminosis en dos viguetas de un despacho de la planta segunda del Hospital Clínico de Valencia el pasado verano obligó a la Conselleria de Sanidad a, además de apuntalar la estancia y una sala de espera del área de quirófanos, a realizar catas en el edificio para comprobar el alcance de este problema en el hormigón.
Unos meses más tarde, en octubre, se anunciaron los primeros resultados de las catas, cuyo diagnóstico fue que se había detectado aluminosis aunque no había que realizar «ninguna actuación de forma inminente y urgente», ya que se harían «poco a poco», indicaron entonces fuentes de la conselleria.
Fue precisamente el pasado mayo cuando comenzaron esos trabajos que acaban de darse por concluidos, según informó ayer el departamento que dirige Ana Barceló, que también destacaron que las actuaciones en los pabellones B y C del centro sanitario no han afectado a la actividad asistencial y han seguido el calendario establecido.
Así, se han inspeccionado todas zonas del centro sanitario donde podría detectarse presencia continuada de humedad que podría dañar las viguetas, en concreto, un total de 317 puntos desde la planta sótano a la planta séptima de los mencionados pabellones. El informe de las inspecciones concluyó que el edificio no presentaba problemas estructurales, pero que se actuaría sobre viguetas localizadas en diferentes baños.
Por ello, dentro del plan contra la aluminosis, se procedió a reparar y reforzar las zonas que presentaban daños, es decir, viguetas localizadas en 18 aseos y otro tipo de dependencias. No obstante, a modo de precaución, el Clínico seguirá realizando inspecciones periódicas cada dos años y se impartirá un curso al personal de mantenimiento para formación en detección de los síntomas que presenta la aluminosis.
Esta problemática del hormigón se manifiesta en viguetas construidas con cemento aluminoso que se emplearon en la construcción de edificios de todo tipo entre los años 1950 y 1970. El hormigón (compuesto por cemento aluminoso) que compone la vigueta se degrada en presencia de humedad continuada, generando corrosión en las armaduras de las msimas y fisuras.
Según la información facilitada por la conselleria, la fórmula de reparación empleada ha sido el refuerzos de perfiles de acero anclados a las vigas de canto. En todas las inspecciones realizadas en los pabellones B y C, que son lo más antiguos del complejo hospitalario, no se ha detectado ningún tipo de anomalía en los elementos estructurales principales compuestos por pilares y vigas. Estos se encuentran «en perfecto estado de conservación», según Sanidad.
Una vez reforzadas las viguetas dañadas queda el forjado en perfectas condiciones de uso. El resto de las zonas no afectadas por esa humedad que daña las viguetas de los forjados se encuentran en perfectas condiciones de estabilidad y resistencia.
La detección de este cemento aluminoso el verano pasado se sumó a la presencia de goteras y charcos en algunas estancias, averías informáticas y los problemas de espacio que acumula el Clínico, con una ampliación pendiente de sus instalaciones desde hace años. Para este proyecto de ampliación del hospital se dio el paso de adquirir la antigua Escuela de Agrícolas de la Universitat Politècnica a finales del año pasado con el objetivo de dar sus primeros pasos en 2019 y que esté terminada en 2021.
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