La odisea de cobrar un décimo premiado de la Lotería

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Marta Palacios

Los grandes premios tienen un recorrido distinto al de los de menor importe a la hora de recibir el ingreso. De hecho, mientras unos se pueden cobrar en las mismas administraciones de lotería o incluso por Bizum, a partir de que Loterías del Estado hiciera pública la lista oficial, la misma tarde del sorteo, quienes recibieran un pellizco más gordo han tenido que esperar a que las sucursales bancarias volvieran a la actividad, tras el fin de semana y el festivo de Navidad. Así que ayer Sergio y Esther, que habían comprado dos décimos de la factoría de Almussafes, aprovecharon su día libre para ir a recoger los 20.000 euros con que había sido premiado cada uno de sus boletos. Y ahí se toparon con la odisea de cobrar un décimo ganador de la Lotería de Navidad.

La pareja conocía que su premio, al ser de un importe alto, sólo se podía cobrar en dos entidades bancarias, que este año habían sido las únicas habilitadas para entregar las cantidades del sorteo: Caixabank y BBVA. Según la información detallada por la empresa pública de sorteos, sólo había que acudir a una de las sucursales de las que hay repartidas por el territorio nacional, presentar el décimo y recibir el ingreso. Así que a las 11:30 se presentaron en la primera oficina para lo que, creyeron, iba a ser un trámite rápido porque apenas es una operación de ingreso. Pero recibieron un no por respuesta en las dos primeras sucursales. «Nos han dicho que ahí no era, que teníamos que cobrarlo en nuestro banco», explica Esther. Pero ella ha insistido, porque antes de acudir a la oficina se había leído la información sobre el método de cobro. En la siguiente sucursal, la excusa ha sido distinta. En concreto, «que ahora hay mucho lío» y que mejor volvieran «después de Reyes, con más tranquilidad». Pero ellos querían cobrar el premio este martes, para poder disfrutar de la cantidad estas mismas navidades.

Así que siguieron probando suerte. En la tercera oficina bancaria, una excusa distinta a las dos anteriores. En este caso, personal de la entidad les ha pedido que para poder hacerles el ingreso necesitaban ser clientes de la oficina. «Nos han ofrecido abrirnos una cuenta como única solución», explica Esther, que se ha mostrado reacia. «Sabía que se tenía que cobrar en esos dos bancos aunque no fueras cliente, así que hemos insistido», cuenta. Y a la cuarta, en este caso, ha ido la vencida. Porque en la cuarta oficina que han visitado, ya al filo del cierre, no les han puesto problemas. «Al final hemos cobrado los 40.000 euros, pero hemos tenido que entrar a cuatro sucursales y perder toda la mañana», cuentan. «La suerte es que me había leído muy bien el método de cobro y sabía que tenía razón, pero si vas sin saberlo muy bien puedes acabar con un producto bancario nuevo o sin poder cobrar el premio», cuenta la pareja. Todo un periplo que no ha ensombrecido su alegría por haber pillado un gran pellizco en un año en el que, además, cualquier ingreso viene bien porque ambos preparaban ya su boda para 2024.