«Es una odisea llegar a Valencia en tren porque nunca sabemos qué pasará»

Pasajeros con mascarilla dentro del vagón. Es la imagen que se vio hace unos días en la línea C-3, que realiza el trayecto entre Valencia y Utiel, y que es de las más afectadas por la falta de inversiones en la red de Cercanías por parte del Ministerio de Fomento.

Con ese gesto los viajeros han querido denunciar el estado de la conexión ferroviaria, tanto en el aspecto técnico como de confortabilidad de los vagones. «Es nefasto», resume Carmen, vecina de Aldaia y una de las usuarias habituales de la C-3 por motivos de trabajo, ya que tiene su puesto en la ciudad de Valencia.

«Es una odisea llegar en tren porque nunca sabemos qué pasará con nuestro vehículo», cuenta. «Hay retrasos, cancelaciones sin previo aviso, lo que complica que puedas reorganizar tu horario o buscarte una alternativa si es necesario», añade Carmen. Lo que trae consecuencias para los trabajadores («algunos jefes no tienen tanta comprensión como otros») y para los estudiantes, que ven como llegan tarde a clase o a un examen de forma habitual. «Yo ya estoy acostumbrada a pedir justificantes y a retrasar mi salida del trabajo para cumplir horario», añade.

También se queja del trayecto, que ahora dura entre 30-35 minutos más que antes. «Hace años, antes de que llegara el AVE, el viaje entre Aldaia y Valencia era unos quince minutos. Luego llegaron los transbordos en metro en San Isidro y todo lo demás», recuerda, en referencia a que la línea estuvo cortada durante varios años, lo que hizo que la C-3 se desplomara en número de viajeros.

Esta viajera también explica que el recurso a las mascarillas fue por «los malos olores de la combustión del motor» de los vehículos destinados a la C-3, ya que la línea aún circula con automotores diesel al no estar electrificada. De hecho, la ejecución de esta actuación es una de las obras planificadas y pendientes del Plan de Cercanías.

Fuentes de Renfe explicaron que no se ha registrado ninguna queja por la presencia de humo o malos olores en los vagones y remarcaron que todos los trenes en circulación lo hacen porque están habilitados para ello. Asimismo explicaron que los convoyes se someten a revisiones periódicas y han sufrido varias reformas tanto internas como externas para mejorar su estado.

Mientras, desde la plataforma de usuarios Indignats amb Renfe avanzaron a LAS PROVINCIAS que preparan una movilización de protesta antes de Navidad similar a la que realizaron el pasado marzo frente a la estación del Norte. El objetivo es, según su portavoz, Samuel López, reclamar «un servicio digno». También remitirán cartas al Síndic de Greuges y al Defensor del Pueblo para denunciar las supresiones de trenes y el estado del servicio.