-Al día siguiente, presenté mi dimisión al conseller García Antón. Su contestación fue: 'No. Esto nos lo vamos a tragar entre tú y yo'. La respuesta fue tan contundente que no había vuelta atrás. En ese momento, interpreté que estábamos solos.
-¿Supo si ese mensaje se lo había dicho el presidente o era una decisión exclusiva del conseller?
-Lo que sentí es que excluía a cualquier miembro de la conselleria y del Gobierno valenciano y que el que se lo iba a tragar era él. Y a las pruebas me remito. No sé si se lo dijeron, pero lo que se evidenció es que estaba solo. Al final, terminé comiéndomelo yo.
-¿Cómo afronta el día a día tras el siniestro en el que mueren 43 personas?
-Fue muy duro. Intenté que FGV siguiera funcionando, dando un servicio a todos los pasajeros. Sólo estuvimos parados 24 horas y preparando, además, la visita del Papa. Empezamos a analizar las causas, reuniéndome con los sindicatos, viendo qué había ocurrido. En un primer momento tuve el respaldo de las organizaciones. Los sindicatos empiezan a marear cuando intervienen los políticos, pero mientras, en la empresa, estaban comprometidos con el servicio. De hecho, firmaron un acta donde se recogía que el exceso de velocidad había sido la causa.
-Y llega la primera comisión de investigación, en 2006.
-Nunca debió de producirse. No lo he visto en ningún accidente ferroviario.
-¿Por qué no debió hacerse?
-El PP la permitió. Hubo varias cosas. El Consell tuvo mucha prisa en cerrar el tema por la visita del Papa o por lo que fuera. No dejó tener duelo a las familias. Tras el funeral, parecía que se había cerrado el tema. Se quiso pasar página antes de que llegara el Papa (el accidente fue un martes y Benedicto XVI llegó ese sábado). Así es como yo lo veo. Se intentó estar con ellas (en referencia a las víctimas), ayudando, arropando, pero de una forma excesivamente... Intentaban cerrar todo demasiado rápido.
-Pero las víctimas siempre se han sentido maltratadas. Camps nunca aceptó reunirse con ellas.
-Creo recordar que el vicepresidente Víctor Campos sí se reunió. No puedo entrar en lo de Camps. Respecto a lo que dependía de FGV siempre se les facilitó todo y se intentó estar a lo que quisieran. Fue un celo excesivo, creo. Lo mismo que sucedió con la comisión para cerrar el tema.
Sindicatos
«Al principio estaban con la empresa. Empezaron a marear cuando intervienen los políticos»
-¿Se equivocó el PP al autorizarla?
-Creo que no debió hacerse, pero yo no soy política. No sé si pensaron que era conveniente políticamente.
-Usted nunca ha sido juzgada. Se le ha retirado la acusación por su responsabilidad en el accidente del metro, por el amaño de contratos en FGV y por el fraccionamiento en la contratación de una consultora. Sin embargo, existe una atmósfera en la que usted es la principal culpable del siniestro de circulación.
-Pero eso no es por las causas judiciales. Las dos instructoras que he tenido -el accidente se llevó en un juzgado y los otros dos asuntos en otro órgano- han estado impecables en su labor. Pero la segunda comisión de investigación de Les Corts señala 13 responsables. Es inaudito. Yo he sido la cara del accidente porque se han encargado de que fuera así.
-¿Por culpa de quién?
-Pues los medios de comunicación auspiciados por los políticos. Me convertí en el escudo del Consell del PP, con Camps y con Fabra. Yo seguía siendo la cara del accidente. En 2007 me proponen irme si quiero (a otro puesto de la Generalitat) pero decidí quedarme porque el tema judicial no estaba cerrado, y me parecía que si me iba dejaba a los técnicos de FGV sin cobertura. Al quedarme, seguí siendo la imagen. La Asociación de Víctimas, desde el primer momento, me puso en la picota. Fue así.
-Llegó el primer archivo con el aval del ministerio público.
-Sí, en 2009 se cierra y nos olvidamos del tema. La Asociación de Víctimas sigue haciendo sus reuniones y manteniendo que debe haber algún responsable. Pero no es hasta 2013 con el programa 'Salvados'...
Conformidad
«¿Cómo iba a pactar? Nunca, jamás. He dormido siempre muy bien. Tengo la conciencia tranquila»
-Entonces, la Fiscalía pide reabrir el caso.
-Hubo un movimiento de los ayuntamientos gobernados por el PSPV para que reabrieran las actuaciones y luego la labor de unas diputadas que llevaron la grabación a la Fiscalía. Una era Ana Barceló y la otra de Compromís. No recuerdo el nombre.
-¿Qué supuso el programa?
-No aportaba ninguna novedad. No es que lo diga yo, es que lo dijo la juez.
-¿Le sorprendió la decisión entonces de la Fiscalía?
-En aquel momento el fiscal era Vicente Torres. Luego se encargaron otro fiscales.
-A lo largo del todo el proceso ha sido evidente el diferente criterio de la juez y la Fiscalía.
-Sigo diciendo que la instructora lo hizo de forma impecable.
-¿Y la Fiscalía?
-La Fiscalía debe ser la garante de las víctimas, pero también de los acusados. La instrucción de la jueza fue impecable, insisto. Las acusaciones que se vertieron sobre mí debieron de ser muy inconsistentes porque ninguna se mantuvo.
-El fiscal Vicente Torres es ahora magistrado del TSJ a propuesta del Botánico. ¿Le sorprende?
-En eso no voy a entrar.
-Le llegaron a pedir seis años de cárcel y unos días antes del juicio le retiran la acusación. ¿Cómo se llega a este tipo de situaciones?
-Pues propusieron un pacto. Pero yo no pactaba nada. Lo que tenga que ser que lo decida un juez, dije. Y me sacaron de la acusación. Las conformidades (un acusado admite los hechos a cambio de una rebaja de pena) pueden ser convenientes, pero no significan que sean justas. Puedes llegar a pensar, mira no quiero pasar por un juicio como este...
-¿Se le llegó a pasar por la cabeza aceptar los hechos de las acusaciones en caso del accidente?
-Nunca, jamás. ¿Cómo iba a pactar yo? Yo he dormido muy tranquila siempre. No he hecho nada. Tenía la conciencia tranquila. Nunca pensé en una condena y con todo lo que me estaban dando en la prensa, con todo el abandono político, el haber pactado significaría... Vamos, ¿a ver qué mas? Yo no podía. Tenía que ir a juicio. Pese a que eso iba a ser seis meses en un circo y tal… [La vista nunca llegó a celebrarse porque se pactaron algunas penas y en otros casos se retiró la acusación].
Dimisión
«Se la presenté a García Antón y me dijo que no, que esto nos los teníamos que tragar los dos»
-Alrededor de la caja negra del metro accidentado se ha querido construir también un relato de sospechas.
-Es que eso ya ha pasado. Se ha hablado mucho, pero ya está. Lo he explicado cincuenta veces. Pero bueno, lo cuento de nuevo. Se hizo bien, estoy muy orgullosa de cómo actué como gerente durante el accidente. Miren, la noche del accidente estábamos viendo las causas del siniestro. Los técnicos no se ponían de acuerdo. El debate era muy técnico. Finalmente uno llama la atención acerca de que el convoy ha volcado y eso debía ser por una velocidad excesiva. Decidimos sacar la caja negra para saber qué había pasado. Teníamos que saber las causas para poder seguir con el servicio. Yo me quise quedar con la caja negra porque me daba miedo que le pasara algo, era lo único que teníamos para saber qué había pasado. Nos fuimos a FGV a leerlo con la Policía Judicial y los sindicatos delante. Nadie se lo podía creer, que hubiera ido a esa velocidad, a más de 80 km/h.
-Otro de los puntos conflictivos es la existencia de unas balizas que hubieran frenado el convoy.
-Los sistemas de ayuda a la conducción son variados. La línea 1 es en realidad una línea de Cercanías de 1987. Ese sistema de seguridad eran las balizas, que se ponen en 1997. Es decir, estuvo una década sin ese dispositivo. Se protegen los pasos a nivel de los accidentes y también, las estaciones. La geometría de la vía no se protege porque se trata de un señor que conduce todos los días y porque hay un reglamento de circulación. Se decide poner una baliza de entrada a la estación, pero no para cubrir la curva. Y las hay mucho peores en la red que la de Jesús.
-En algún momento de la entrevista ha subrayado la diferencia entre las víctimas y la Asociación de Víctimas.
-La Asociación representa un numero de víctimas. La entidad se constituye en el Ayuntamiento de Torrent gobernado por el PSOE. Pero entiendo que no representan a todas las víctimas. Ellos han sido la cara.
La oposición
«Hicieron política de rapiña al impulsar la segunda comisión para ganar votos»
-¿Considera que la entidad ha tenido una intencionalidad política?
-Totalmente. Pero no quiero abrir un nuevo debate.
-También se le denunció por los contratos con la consultora H&M Sanchís. Se le reprochó que quisiera crear un mensaje único para todos los técnicos.
-Eso es una tontería como una catedral. Así de claro. Teníamos contratada a esta empresa de comunicación y sufrimos este accidente, con un asunto muy técnico. Ellos debían ir a Les Corts a hablar de esto y quizá su respuesta pudiera ser muy especializada. Nosotros buscamos a alguien que les ayudara a decir lo que querían decir. Las respuestas las dan los técnicos, y los profesionales lo que hacen es que sean comprensibles. Yo debía velar porque ellos fueran no preparados ni aleccionados sino tranquilos para saber cómo contestar. Miren, yo antes de la comisión fui a un psicólogo. Necesitaba estar tranquila y no quería que me sacaran de mis casillas. Y no pasa nada, no me aleccionó el psicólogo. Existe un escrito ante notario de todos los técnicos, menos el que hizo la denuncia, diciendo que nadie les aleccionó. Este documento se lo llevé a esa segunda comisión de investigación. Y se lo pasaron por el forro.
-Hablemos de esa segunda comisión de investigación.
-Ahí está el meollo de la cuestión. En 2006 se produce el accidente y en 2008 ya estaba archivado todo y se había acabado el tema. Y es antes de las elecciones de 2015 cuando algunos partidos se ponen al lado de la Asociación de Víctimas y deciden que quieren una comisión de investigación para ganar unos votos. Eso es hacer una política de rapiña. Y antes de eso hay una serie de movimientos políticos (...) como ese vídeo de Mónica Oltra en el que llega a decir 'si no la cogemos por una cosa, la cogemos por otra, como Al Capone'. Oltra, Salvador y Barceló quisieron hacer una causa general contra mí. Así que abandonada por el PP, me vuelvo a mi plaza en el Hospital General y durante tres meses me tienen en un pasillo sin hacer nada. No tuve ningún respaldo. Y empieza a dar guerra la oposición. Oltra ve el filón y empieza a señalarme. Aún con Bonig en la conselleria le mandé varias cartas como presidenta del Consejo de Administración y le pedí que defendiera a los técnicos de la casa y que uno podía no decir nada ante lo que estaba ocurriendo.
-¿Y qué le dijo?
-Sus contestaciones fueron totalmente asépticas, en el sentido de que aceptarían lo que dijera la Justicia. No hubo ninguna declaración pública de defender algo de lo que se había hecho desde FGV. Como había sido algo anterior, a ellos ya les daba igual. Y llega la comisión de investigación. Hay una sobreactuación de los partidos del gobierno.
-Esa segunda comisión de investigación, ¿le pareció que se asemejaba a un tribunal de la Inquisición?
-Totalmente, como Torquemada. En realidad lo fue todo el proceso, desde que empiezan los partidos a pactar antes de unas elecciones todo lo que tiene que ver con un accidente del metro ocurrido nueve años antes.
-¿Usted milita en el PP?
-Sí, sigo militando. Y he estado procesada, pero debo de ser tan poco importante que nadie se ha cuestionado mi militancia (ríe).
-Hablaba antes de una comparecencia ante los medios de comunicación de García Antón el día después del accidente del metro. ¿Donde estaba Francisco Camps?
-No lo vi. Vi a Vicente Rambla, que era portavoz y a Rafael Blasco, que entonces era conseller de Sanidad. Sí que vi a la jefa de gabinete de Camps, Ana Michavila. Recuerdo que me senté en la escalera del palacio porque estaba agotada. Ella se sentó a mi lado, y me cogió, y se lo agradezco muchísimo.
-¿Ha echado de menos comprensión o cariño por falta de Camps durante este tiempo?
-Eché de menos un Consell que funcionara como uno, que no considerara que el problema era solo de la conselleria de Infraestructuras o de FGV. Que García Antón diera la rueda de prensa solo y no hubiera nadie más del Gobierno ya fue algo muy significativo. Durante todo el proceso judicial eché de menos sentirme arropada. Hubo una ocasión en la que Camps, siendo presidente de la Generalitat me dijo: «cuando yo deje de ser presidente y tú dejes de ser gerente de FGV, nos tomaremos una cerveza». Más que la anécdota, lo que entendí es que yo no me podría ir de FGV quisiera o no. Él tenia claro que yo era el escudito y que le venía muy bien. Tengo que decir que en alguna ocasión en todo este tiempo Camps me ha hecho alguna llamada afectuosa. Pero nunca ha dado la cara por nosotros.
-¿Qué le pareció el tuit que puso hace unos meses, por el quince aniversario del accidente, recordando a los fallecidos?
-Fuera de lugar.
-¿Por qué?
-Porque no puedes resolver esto con un tuit después 15 años cuando no has dado la cara en todo ese tiempo y no has salido a defender públicamente la actuación del Consell o de FGV.
-¿Y con Alberto Fabra? ¿Fue distinto?
-Yo no he hablado nunca con Alberto Fabra. Bueno, hablé con él cuando era concejal del Ayuntamiento de Castellón y yo estaba en el IVVSA.
-¿E Isabel Bonig? ¿Alguna complicidad?
-Nada. Ni complicidad ni respaldo. Hay un momento cuando se archiva el caso, Camps se va y llega Alberto Fabra y la Asociación de Víctimas sigue pidiendo que les reciban. Fabra sí que se reúne con ellos, como una manera de decir que aquello no iba con él. Y Bonig hizo lo mismo. Cuando ella era la consellera de Infraestructuras, a finales de 2012, y le dije que me iba porque veía falta de confianza por su parte. A ella le fastidió porque yo seguía siendo la cara a la que seguir dando bofetadas con el tema. En el fondo, de hecho, en Presidencia anunciaron mi dimisión antes siquiera que hubiera acabado el Consejo de Administración. Y nadie se puso en contacto conmigo después...
-¿Entiende que el PP también quería señalarle como responsable de lo ocurrido?
-Sí.
-¿Y entonces me puede explicar por qué sigue militando en ese partido?
-Porque el PP es algo más que las personas que en cada momento están dirigiéndolo.
-¿Usted diría que si el accidente del metro se hubiera producido bajo la presidencia de Eduardo Zaplana se habría gestionado de otra manera?
-Sí.
-¿En qué sentido?
-Zaplana era un político de talla, que tenía las cosas muy claras. Igual nos habría cesado un día después, o igual se hubiera puesto al frente de todo. Pero a Zaplana no le faltaba valor ni coraje. Creo que se habría gestionado de otra manera, y creo que lo habría gestionado él en primera persona.
«A mi me juzgaron en Les Corts sin poder defenderme»
-Ha presentado un escrito en Les Corts en el que pide una indemnización y que se retire su nombre de las sesiones de la comisión de investigación.
-La comisión terminó arrogándose el poder judicial. Y marcó 13 responsables sin haber podido ni defenderse, con unas conclusiones hechas de antemano y con una sobreactuación de algunas diputadas. Por ejemplo, Ana Barceló. A partir de ese momento sí que ya soy responsable hasta de la muerte de Manolete. Uno de los trece decide acudir al Tribunal Constitucional denunciando a Les Corts por vulneración de sus derechos constitucionales. Y le dan la razón. Y yo, cuando termina el proceso judicial, decido aprovechar ese pronunciamiento. A mí me juzgaron en Les Corts. Y eso afectó a mi salud, a mi equilibrio psicológico y a mi vida profesional. Y decido por mí y por mis hijos y nietos que me quiten del diario de sesiones. Y también pido una indemnización. Unos 240.000 euros.
-¿Y lo han resuelto?
-En una carta de tres líneas me han contestado que no tienen posibilidad.
-¿Ahora qué hará?
-Ejerceré todos los derechos que tenga, porque Les Corts no puede arrogarse la Justicia.
-¿Cuánto dinero se ha gastado en todos los frentes judiciales? ¿Ha pasado dificultades?
-Hombre, yo sólo tengo un sueldo. Cuando pasó el accidente tenía dos hijos adolescentes y estaba divorciada. No soy una rica heredera.
-Usted reclama ahora el coste de su defensa legal. De momento, le han dado la razón.
-Lo único que me han pagado es la defensa por una querella que me puso un trabajador. En todo lo demás, incluido lo de Oltra, no han pagado honorarios. Y los he ganado todos. Además, si trabajas en la empresa privada y ganas en primera instancia, te tienen que pagar la mitad. La Administración, no. Podría haber cobrado ya algo y quitarme algún crédito.