Oltra estudia exigir que los ancianos estén inmunizados antes de entrar en residencias

La presencia del coronavirus ha trastocado todos los ámbitos, incluso los requisitos para poder ingresar en una residencia de ancianos. En este momento, el nuevo residente debe contar con una prueba PCR negativa para poder entrar. Sin embargo, la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, avanzó ayer que van a estudiar si se exige que también estén ya inmunizados.

Oltra señaló que "de aquí a final de marzo" van a analizar junto al sector y a la Conselleria de Sanidad se si incorpora el tener la vacuna a la normativa, ya que se trata de una situación nueva que ha cambiado respecto a unos meses atrás, cuando todavía no había comenzado la inoculación de dosis. En ese sentido, apuntó que en la nueva normativa se regulará cómo ha de ser la vida en esos centros después de la vacunación y que la actual ya refleja qué ha de pasar en una residencia en función de la situación epidemiológica del municipio en el que se encuentre ubicada.

La vicepresidenta del Consell se expresó ayer en estos términos tras el encuentro que mantuvo con representantes de plataformas y entidades que trabajan con los colectivos de personas dependientes para detallarles el calendario de vacunación y que desde esta semana empezaban con las dosis a las personas dependientes con grado II y grado III que van a centros de día. En este encuentro estuvo acompañada por la secretaria autonómica de Atención Primaria y Servicios Sociales y la directora general de Atención Primaria y Autonomía Personal.

Mónica Oltra les comentó a los representantes de las plataformas que había remitido una carta a Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Asuntos Sociales, Pablo Iglesias, para que le pida al Ministerio de Sanidad al mismo tiempo que se vacunan los dependientes también lo hagan las personas que los cuidan. En el caso de la Comunitat, recalcó, ese colectivo abarca a unas 64.000 cuidadoras del entorno familiar que desarrollan un papel muy importante.

Según subrayó, hay que aportar una mirada social a la vacunación y no sólo limitarse a la sanitaria. En el caso de que la persona cuidadora enferme o tenga que ser hospitalizada, el dependiente quedaría desatendido. Al respecto, la responsable de Igualdad y Políticas Inclusivas puso de relieve que en este momento "la residencia más grande que tenemos es precisamente la de las personas que son cuidadas en su casa por sus familiares, que son 64.000 personas que debemos de proteger, porque es una manera de proteger también a las personas en situación de dependencia".

En cuanto a cuándo deberían inocularse la dosis, insistió en que la idea es que el proceso se lleve a cabo al mismo tiempo que se vacuna a la persona dependiente, "porque nos hace más eficaces y eficientes a la hora de vacunar".

Asimismo, en la misiva a Iglesias solicitó que se incluya a otros colectivos que tienen relación directa con los colectivos más vulnerables, como el personal de Inspección de Servicios Sociales o el que valora la situación de dependencia.