Los operadores ferroviarios se sienten «desbordados»

«La envergadura del fenómeno desborda las competencias y medios de los operadores» de trenes. Es la conclusión a la que llega el Observatorio del Civismo en el Transporte Ferroviario tras analizar el creciente número de estos actos vandálicos en España.

En concreto, el sector se muestra preocupado «ante la imposibilidad de implantar acciones de suficiente intensidad que frenen esta grave evolución». Para el organismo, el asunto «requiere una actuación firme en diferentes ámbitos y coordinada con los responsables de la seguridad pública».

También elevan críticas. Consideran «contradictoria la despenalización de este fenómeno delictivo, degradado primero de daños a deslucimiento de bienes, para finalmente desaparecer del Código Penal en su última reforma».

Para atajar el problema, el observatorio plantea «homogeneizar el criterio de protección de los medios de transporte ferroviario por parte de los diferentes poderes y administraciones». Piden tipificar un nuevo ilícito penal específico para los daños en transportes públicos «atendiendo a su impacto social, ambiental y económico». Un grafiti realizado en un tren, entienden, «no es un deslucimiento, sino un daño cuyos efectos requieren de mucho más que su mera limpieza».

También reclaman «estrechar la colaboración en la investigación policial con el máximo apoyo de la Fiscalía, así como la eficacia de las denuncias penales y administrativas para que los vándalos sean condenados y sancionados de acuerdo con la gravedad de los hechos». Creen, además, que falta concienciar a la opinión pública sobre la gravedad del problema.