El tormento y el éxtasis

A pesar de los esfuerzos que teóricamente las sociedades occidentales continúan haciendo por descartar la homofobia, me he sorprendido, o mejor dicho me he escandalizado, al conocer el desarrollo de una historia personal. Más allá de que la izquierda en general, y el neocuminismo en particular, pretendan de manera perniciosa y demagógica utilizar políticamente y en beneficio propio, ese invento de la ideología de género, continúan existiendo seres humanos sufriendo tormento, al no poder declarar su identidad sexual. Él, ya cerca de los cuarenta, se ha decidido a salir del armario. Vive con otro hombre, del que espero esté enamorado, para que al menos, si no ha alcanzado el 'éxtasis', se haya liberado de su infierno.

¿Qué tormentos ha padecido? ¿Qué lucha interior ha sufrido? ¿Qué aislamiento tenía, cuando jamás nadie en su entorno sospechó que fuese homosexual? Quiero creer que él es una excepción, o que su circunstancia es excepcional. Aunque así sea, nuestra sociedad, su familia y su entorno hemos fallado. Para mí siempre has sido, y siempre serás, aquel niño que jugaba con mis hijos. Te pido perdón por no haber sido capaz de adivinar tu tormento.