Oclocracia
J. SÁNCHEZ HERRADOR
Viernes, 26 de mayo 2017, 00:42
Secciones
Servicios
Destacamos
J. SÁNCHEZ HERRADOR
Viernes, 26 de mayo 2017, 00:42
La oclocracia era para Aristóteles una degeneración de la democracia que implicaba sustituir el gobierno del pueblo por el gobierno de la turba o de la muchedumbre. Aquel concepto está unido a la demagogia, al desorden, a la decadencia y a la irracionalidad. En la política española hay síntomas de esa oclocracia como respuesta precisamente a una democracia cercada por la corrupción y la crisis institucional.
La solución a una aristocracia política que en buena medida está en declive es la manipulación, la llamada a los sentimientos más destructivos y el ascenso de los demagogos. Pablo Iglesias es un buen ejemplo de ello con su construcción de ese sujeto informe que es la gente, esa multitud donde los individuos carecen de personalidad propia. También el discurso y las ideas del resucitado Pedro Sánchez se fundamentan en la exaltación de los sentimientos irracionales y la generación de división social.
Lo peor de esos síntomas de oclocracia es que se basan en la mentira consciente alimentada por la rabia y el odio. El oportunismo de Sánchez y la farsa de Iglesias con su pantomima de moción de censura dan miedo porque no tienen más proyecto que alcanzar el poder sobre el gobierno de una muchedumbre cabreada por los efectos de la recesión económica y sus secuelas en la sociedad.
No es casualidad que los dirigentes de esa oclocracia, a la que ahora se llama populismo, hayan surgido en este momento, justo cuando enfrente el Gobierno se ve cuestionado por los innumerables casos de corrupción y además otras manifestaciones de la demagogia y de los sentimientos irracionales aparecen por medio del independentismo catalán que pretende consumar un golpe de Estado separatista. Es la supresión de la democracia, la muerte del concepto de ciudadano sustituido por la masa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.